Por Ursula Coj

En los últimos días una serie de movilizaciones se han generado en el país. Y es que la denominada restauración conservadora que se pensaba podía continuar viento en popa con el gobierno de Morales, muestra sus fisuras. Iniciando por la debilidad de este gobierno, además de la constante movilización social que se viene registrando en este país.

Después de las protestas de la plaza del año pasado y el paro campesino de agosto de 2015 que le terminó de poner la soga al cuello al hoy procesado Otto Pérez, y la realización de la contienda electoral, las luchas sociales se fueron desinflando. Se anuncia ya un nuevo ciclo de movilizaciones populares. Pero mientras eso pasa, la represión de los organismos paralelos en colusión con el Estado y grupos de la burguesía continúa, a lo cual el movimiento popular debe poner atención para hacerle frente; tendencia que se suma a la criminalización de luchadores sociales en democracia, sobre todo a comunitarios que se oponen a los megaproyectos mineros e hidroeléctricos.

Así, la marcha por el agua, protagonizada por la Asamblea Social y Popular, en el marco de las denuncias por desvío de ríos de parte de grandes empresas palmeras y cañeras, inauguran este pico dentro del ciclo actual de luchas. De igual forma los maestros del renglón 021 aglutinados en el Magisterio en Resistencia y los sindicatos independientes del sector, presionan ante los ofrecimientos del mismo presidente de cambiarlos de renglón al 011, para lograr las prestaciones de ley que les corresponde. Sin embargo, el pasado sábado 16 esperaban el inicio de una mesa técnica con el gobierno y el mandatario los burló.

De igual forma el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala, dirigido por el burócrata de Joviel Acevedo y el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud de Guatemala-Frente Nacional de Lucha, realizaron tomas de carreteras y marchas los pasados días 13, 14, 15 y el martes 19. Esta fue una medida de presión de parte de las burocracias que controlan estos sindicatos para negociar con el nuevo gobierno. Sin embargo, también recogen demandas progresivas, relacionadas a la mejora de los servicios en el sistema de salud pública, la renegociación del pacto colectivo en educación, el que debería ser negociado no solo con el STEG, sino con los demás sindicatos, más cuando se debe exigir la incorporación de los 021 al renglón 011, entre otras cosas.

Un desatino, sin embargo, fue el del Sindicato Autónomo Magisterial de Guatemala (SAMGUA) de pedir a la CICIG que investigue a Joviel Acevedo por haber recibido dinero ilícito de Otto Pérez Molina para remodelar la Casa del Maestro, a cambio de frenar cualquier protesta contra su gobierno. Consideramos que los problemas de la clase trabajadora deben ser resueltos en su seno, y que es inaceptable que SAMGUA pretenda recurrir a organismos del imperialismo y del Estado burgués para condenar a un dirigente corrupto. Acevedo debe ser enjuiciado internamente, removido y expulsado por las propias bases sindicales. La gran tarea del Magisterio en Resistencia es ganarse a las bases que siguen fielmente a Acevedo, con una elaborada política de cuestionamiento y denuncia, combinada con unidad en la acción. Si SAMGUA no se cree capaz de hacer eso, tampoco es correcto que quieran tomar un atajo recurriendo a los organismos represores del Estado burgués.  

Se esperan nuevas movilizaciones del Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) para los próximos días, exigiendo la nacionalización de la energía eléctrica y la renuncia del presidente Morales, y de los diputados; esto es algo que debe ser estudiado para que sectores reaccionarios no aprovechen un posible vacío de poder, sin que exista un poder popular organizado. Por otra parte, el Sindicato del Hospital San Juan de Dios y otros sindicatos menores del sector de salud que no están con el FNL, denunciarán la posibilidad de privatizar o concesionar hospitales públicos de parte de la burguesía usando como pretexto el desabastecido y pésimo sistema de salud por un lado o la posibilidad de retorno de las empresas prestadoras de servicio en forma de Ongs a los puestos y centros de salida.

Consideramos que la defensa de los pactos colectivos ante la embestida empresarial, debe ser una piedra angular de los trabajadores estatales, estos no deben negociarse solo entre las cúpulas y las direcciones sindicales, menos con las que han actuado con prácticas para buscar prebendas, se debe defender además los bonos salariales y cuestionar los privilegios otorgados a los dirigentes, así como apoyos extras a convivencias del sindicato, que lo hace depender de los funcionarios estatales.

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