Por Lic. Marco Antonio Garavito

Ha pasado ya un mes desde que fueron las elecciones para renovar las autoridades de la Escuela de Ciencias Psicológicas. Hace más de treinta días que en una acción maravillosa los estudiantes hicieron cola por tres o cuatro horas para votar y, así, elegir democráticamente a sus autoridades. Hace un mes que los estudiantes de la jornada matutina, en una acción de gran dignidad, apartaron con sus mochilas su lugar en la fila para votar, debido a que el Consejo Directivo, en una acción violatoria de los más elementales derechos ciudadanos, se negaba a abrir las mesas de votación. Con orgullo recuerdo como, ante esta negativa de las autoridades, los estudiantes demandaron con gritos “queremos votar”, cuestión a la que el Consejo Directivo –CD-, convertido en tribunal electoral, simplemente puso oídos sordos.

A pasado ya todo este tiempo y la situación en la Escuela sigue sin resolverse pues las autoridades continúan con su política de ganar tiempo impidiendo que el cuerpo electoral de los egresados vote para renovar la actual dirección. Entre argumentos y argumentos, el tiempo sigue su marcha y la elección no se da. Sin embargo, la dirección y los miembros del Consejo Directivo (Lic. Mirna Sosa, Doctor Vladimir López, Lic. Mariano Codoñer y estudiante Jairo Vallecillos, además de la secretaria de la Escuela Lic. Blanca Peralta) aceleran acciones para impedir que mi candidatura a la dirección finalmente se concrete. Quiero compartir con ustedes algunas cosas que han hecho para que puedan valorar la calidad profesional y ética de dichas personas y, desde luego, buscar respuesta sobre cuáles son las verdaderas razones de fondo que les lleva a actuar de forma tan desesperada:

1. Todos los candidatos participamos en el proceso electoral convocado, no obstante la ausencia de los egresados. Hicimos campaña, presentamos nuestras propuestas, etc. Eso le dio validez y legitimidad a ese proceso no obstante, insisto, que los egresados no hayan votado en su cuerpo electoral. Pero, luego de conocerse los resultados y que el candidato de la dirección, Doctor Vladimir López, no ganara absolutamente nada, el CD ha buscado por todos los medios que se anule todo el proceso electoral. Participan pero, como no ganan, impugnan o maniobran para anular el proceso. Valiente ética la que poseen. Los procesos se respetan en aras de que la democracia y el derecho prevalezcan, más allá de los intereses personales que ellos/as puedan estar defendiendo.

Por esto fue que en días pasados pedimos audiencia al Consejo Superior Universitario y, asi, explicar nuestra postura, pues anular las elecciones sería una actitud absolutamente violatoria del derecho pero, una ofensa al esfuerzo y el espíritu con que los estudiantes y docentes acudimos a las urnas electorales. No se debe permitir que los perdedores pretendan alcanzar tan descabellada idea. Así como luchamos por nuestro derecho a votar, también estamos dispuestos a luchar para defender nuestro voto.

2. Una vez la dirección y su gente perdió toda opción de mantenerse en el poder mediante el voto, pues no ganaron nada de nada, han buscado otras opciones para descalificar no sólo mi candidatura a la dirección, sino a prominentes miembros docentes y estudiantiles del Movimiento de Renovación Institucional. Hace ya tres semanas el Consejo Directivo en pleno envió una carta al Tribunal de Honor de Colegio de Psicólogos, al cual me honro en pertenecer por elección popular, lanzando contra mi persona una serie de acusaciones y pidiendo mi expulsión del Colegio de Psicólogos, aparte de pedir también una sanción ejemplar en contra de las profesoras del Movimiento Lic. Lourdes González, Lic. Liliana Álvarez y Lic. Silvia de Beltetón que, dicho sea de paso, son de los docentes con mayor reconocimiento y valoración por los estudiantes de nuestra Escuela. Vale decir que firma también esta solicitud el Doctor Vladimir López como miembro del Consejo Directivo, a pesar de que en la campaña estuvo clamando que ¡por ética! había renunciado de dicho cargo. Ahora aparece firmando como miembro de ese organismo y pidiendo sanciones contra su contrincante en la contienda electoral. ¿no suena eso sospechoso y antiético?

3. Al fallarles esa demanda, más recientemente, hemos sido citados al Ministerio Público varios docentes de “los verdes”, a quienes la señora Directora Lic. Mirna Sosa y su asesora?? Lic. Dina Cabrera y en representación, como ellas lo dijeron, de todo el Consejo Directivo, nos acusan de temer por su seguridad personal por amenazas que supuestamente les hicimos el día martes 18 de mayo, en horas de la mañana, durante el evento electoral de ese día. Los profesores acusados por las autoridades de la Escuela somos su servidor, así como la Lic. Lourdes González, la Lic. Liliana Álvarez, Lic. Silvia de Beltetón y el Dr. Arturo Abril. En la audiencia en el Ministerio Público se pudo comprobar cómo las dos señoras acusadoras cometen delito de perjurio con esa acusación pues, al menos tres de los señalados, podemos comprobar fehacientemente que no estábamos presentes en el CUM a esa hora, aparte de que el acta levantada por el mismo CD ese día 18 y con la firma de la secretaria Lic. Blanca Peralta, señala que no hubo ningún incidente en la jornada electoral. Estos documentos, desde luego, son públicos y cualquiera puede pedirlos en la secretaria de la escuela y corroborar lo que acá estamos afirmando.

La pregunta, queridos compañeros y compañeras, es ¿Qué pretende la dirección y los miembros mencionados del Consejo Directivo con todo esto? Creo que, por un lado, es descalificarme y buscar alguna medida legal (sanción del Tribunal de Honor o un proceso abierto en el Ministerio Público) lo cual invalidaría mi posibilidad de ser candidato en el momento que se convoque al cuerpo de egresados a votar. Por eso le dan largas por un lado y, por otro, están batallando con todas esas falsas y mentirosas demandas que, estoy seguro, no se detienen acá.

¿Por qué tanto temor de que lleguemos a la dirección? Algo tiene que haber de obscuro para que tengan una lucha tan fuerte y desleal por evitar esa posibilidad. En carta pública que circule mencionaba hace algunos días que, lo único que puede explicar esta situación, tiene que ver con el uso de los más de 40 millones de quetzales que esta administración ha manejado en los últimos cuatro años que, por cierto, es dinero público, proveniente de impuestos del pueblo y del cual, la dirección y el Consejo Directivo están en la obligación de dar y entregar cuentas cabales. Demandarles explicación y transparencia en su manejo no es ni atacarlos, ni calumniarlos. Es simplemente ejercer un derecho que la constitución nos da. Si esta no es la razón, que nos expliquen con claridad que motiva los hechos y ataques expresados en esta carta, así como muchas cosas más que están ocurriendo en nuestra Escuela.

Lo cierto es que el proceso electoral sigue sin llegar a su fase final. Por ello insistimos en las tres solicitudes que hicimos en audiencia que nos dio el Consejo Superior Universitario hace cerca de una semana: Que se valide el proceso electoral realizado, que se convoque inmediatamente a votaciones a los egresados y que desde ya den posesión de sus cargos a los docentes y estudiantes que ganaron su derecho a ser miembros del nuevo Consejo Directivo. Esto urge pues, la señora Directora Lic. Mirna Sosa debe entregar su cargo a finales del mes de junio, junto con los otros miembros del Consejo Directivo. Ellos lo ofrecieron hacer así en documento público y esperamos, por esta vez, que actúen éticamente y se retiren con dignidad de sus cargos.

¡¡ NI UN DIA MAS PARA LOS CUALES FUERON ELECTOS !!

Lic. Marco Antonio Garavito Fernández

Candidato a la dirección 2,010 – 2,014

Registro de personal 7634 y Colegiado No. 303

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