Por German Aquino
El transporte público es un servicio utilizado por casi toda la población, el estado salvadoreño al igual como brinda los servicios de salud, educación, etc. debería ser el responsable directo de garantizarlo ya que las líneas y rutas son propiedad del estado, pero en lugar de ello desde años atrás a recurrido a realizar concesiones a empresarios para que sean estos los que brinden dicho servicio, a quienes tradicionalmente los gobiernos han venido favoreciéndoles a través de los subsidios, sin ni siquiera exigirle que brinden el servicio en unidades de transporte que garanticen la seguridad de los usuarios, que no contaminen el medio ambiente, así como un buen trato para el pasajero.
Bajo este sistema de concesiones el servicio del transporte deja grandes ganancias, provenientes del pago del pasaje y de los subsidios las que van a quedar en manos privadas, convirtiéndose en una actividad comercial a la que cualquier empresario buscaría incursionar.
El pueblo paga el subsidio y el pasaje
El subsidio al Transporte Público se inició aproximadamente en 1974, bajo el gobierno del Presidente Coronel Armando Molina, esta medida fue producto de la presión ejercida por los trabajadores del transporte quienes exigían aumentos salariales, a la vez bajar la presión de los empresarios del transporte, quienes debido al aumento de los precios del petróleo exigían que se les permitiera aumentar el pasaje.
La clase trabajadora ha tenido que cargar de forma directa o indirecta, con el subsidio al transporte y con el pasaje mismo, beneficiándose más al empresariado que a la población, lo que es entendible debido a que muchos empresarios han tenido o tienen injerencias en los gobiernos ya sea por sus intereses económicos en el sector o en pago por favores realizados.
Empresarios del transporte buscan presionar al gobierno de Funes
Desde la implementación el subsidio al transporte a tenido variadas formas y porcentajes, en momento de alza del combustible y de disminución de sus ganancias más aun en periodo preelectoral los empresarios han presionado a los gobiernos de turno ya sea para mantener o elevar los montos del subsidio o para realizar aumentos al pasaje, peticiones a las cuales casi siempre han cedido los gobiernos.
El gobierno de Funes y del FMLN no ha sido la excepción a dichas medidas, a finales del año 2012 los empresarios ante el anuncio de la disminución del subsidio paralizaron sus unidades; a inicios del 2013 habiendo aprobado la asamblea legislativa la reducción del subsidio, empresarios aglutinados en FECOANTRANS, AEAS Y ATP recurrieron a medidas de hecho para exigirle al gobierno el pago del subsidio atrasado y que les autoricen aumentar al pasaje, el cual ya sin autorización habían realizado afectando la economía de la población.
Las medidas de presión estuvieron protagonizadas por los trabajadores del sector, ante lo cual el general Munguía Payes ministro de Seguridad y Justicia expreso “Vamos a aplicar todo el rigor de la Ley a quienes se vean involucrados en actos vandálicos o de sabotaje al transporte público”, en cumplimiento a ello la Policía Nacional Civil realizo varias detenciones que según medios informativos suman un total de 58.
En esta ocasión es evidente una división del empresariado del transporte, lo que le ha dado cierta capacidad de maniobra al gobierno de Funes y del FMLN.
El pueblo continuara pagando el subsidio
Después de casi tres días de paro el paro empresarial fue levantado por los luego que se acordara el pago de la deuda lo que según el presidente Funes “…los acuerdos tomados entre el gobierno y los empresarios del transporte están siendo ventilados en el seno de la Mesa Nacional de Transporte vía negociación y no “bajo medidas de presión y… únicamente $19 millones los que se les debe y no $30 millones como lo maneja la derecha y las tres gremiales que suspendieron el servicio del transporte de forma parcial…para el pago de los $19 millones, el Ejecutivo solicitará en los próximos días al Órgano Legislativo el uso de $10 millones del fondo precautorio aprobado en el 2012 para pagar a los inversionistas que cobrarían a mitad del plazo los bonos contraídos durante la administración del ex presidente Francisco Flores del partido ARENA” (http://www.diariocolatino.com). El estado no cuenta con los fondos para el pago de dicho subsidio por lo cual sacara dinero de otras áreas siendo el pueblo quien tiene que pagar.
Modernización del transporte pero sin aumento del pasaje
En estos momentos de crisis del capitalismo el gobierno de Funes y del FMLN no puede continuar manteniendo los privilegiados subsidios al empresariado tradicional, ni permitir un descarado aumento del pasaje, ya que ello le impactaría de cara a la próxima coyuntura electoral.
Ante dichos factores el gobierno está obligado a diseñar un plan para que grupos económicos emergentes incursionen en el sector transporte a la vez que le permitan sobrellevar la falta de liquidez estatal y aumentar sutilmente el pasaje a manera que la población no lo perciba como tal, pudiendo tomar como ejemplo la experiencia realizada en Honduras en donde “…a finales del año 2011, con el argumento de modernizar y mejorar el transporte urbano se introdujeron buses nuevos que hacían recorridos nuevos, la innovación se dijo era para ofrecer un transporte cómodo y rápido a los usuarios, ese servicio tendría el valor de 10 lempiras (0.52 $), como era una opción para la población, nadie protestó y poco a poco la gente fue optando por usarlo. Luego, poco a poco fueron sustituyendo las viejas unidades por las nuevas, con la diferencia de que estas nuevas cobran la nueva tarifa, y el usuario huyendo de la delincuencia común y pretendiendo un traslado más rápido opta por usar este nuevo transporte. El aumento estaba hecho, ahora se ven más buses ejecutivos que buses normales…” Pero esta experiencia no es nada nueva en años atrás se implementó los buses preferenciales(rojos) que cobraban más pasaje y los ordinarios(azul) que cobraban menos con tiempo todos los buses fueron preferenciales y cobraban una mayor tarifa de pasaje.
Existe la necesidad de modernizar el sistema de transporte público en donde como usuarios tengamos un buen trato, comodidad, seguridad, unidades de transporte adecuadas. etc. Pero ello en ningún momento debe implicar un aumento al pasaje, como población debemos luchar contra todos los planes encubiertos de aumento del pasaje tal es el caso del servicio preferencial al cual el gobierno de Funes y del FMLN le autorizaría un aumento del pasaje.
Por la nacionalización del transporte
Contrario a los anteriores gobierno es tiempo que el gobierno de Funes y del FMLN asuma su responsabilidad en materia de transporte, deben de terminar con el sistema de concesiones el cual ha permitido a la empresa privada quedarse con grandes ganancias, teniendo la población que sufrir las consecuencias del elevado costo del pasaje, el maltrato y mal servicio brindado. Debe ser el estado quien brinde el servicio de transporte a la población.
A nivel del transporte existe una disputada de empresarios para quedarse con el sistema de concesiones, el gobierno debe terminar de una vez con dicho sistema de concesiones no se trata de cambiar al empresariado ya que el problema a larga seria el mismo.
Que la ayuda venezolana llegue al pueblo
El aumento del precio de los combustibles lleva unido el aumento de los pasajes por lo tanto además de la nacionalización del transporte es urgente y necesario la nacionalización de Alba Petróleos bajo control y administración de los trabajadores y no por la argolla de empresarios privados ligada a Alba petróleos, no es posible que mientras el pueblo sufre las consecuencias de los elevados precios del petróleo una argolla se beneficie y este obteniendo grandes ganancias de las cuales solo le reparte migajas al pueblo.
Por programa de lucha en beneficio de los trabajadores del transporte
Los trabajadores del transporte (motoristas, cobradores. Etc) son los generadores de las riquezas para los empresarios del transporte, así mismo son ellos quienes han sufrido la escalada de una serie de asesinatos, pero en la actualidad no cuentan con las condiciones que les aseguren un nivel de vida digno.
En estas últimas acciones un sector del empresariado del transporte logro desviar la fuerza de los trabajadores dirigiéndola en contra de trabajadores de su mismo sector que ejercían sus labores. Los trabajadores deben analizar que la lucha que se libra es una lucha de empresarios contra empresarios y contra el gobierno, quienes defienden sus intereses económicos, no los intereses de la clase trabajadora.
Si bien al no pagarles el gobierno el subsidio a los empresarios afecta indirectamente, los trabajadores, estos deberían de exigirle al gobierno de Funes y del FMLN que una de las condiciones de dicho pago sea la estabilidad laboral y el aumento de salarios para ellos como clase trabajadora.
Los trabajadores del transporte tienen que organizarse y buscar la unidad de todos los trabajadores del sector y librar una lucha de trabajadores contra empresarios y levantar un programa de reivindicaciones que implique cuando mínimo un aumento general para todos los trabajadores del sector transporte, pago de ISSS, AFP, pensión. Etc. Así mismo deben prepararse ante una posible supresión de puestos de trabajo como producto de la reducción de ganancias de los empresarios y de los planes de modernización del sector que dejarían a muchos sin trabajo; ante esto deben exigirle al gobierno de Funes y del FMLN un programa de protección de sus puestos de trabajo.