Por Juan Quintanilla

El 1 de mayo  el pueblo salvadoreño conmemoró el día internacional de la clase trabajadora. Salieron dos marchas: la que partió desde la entrada principal de la UES y la que partió desde el Salvador del Mundo. Las direcciones del  gobernante Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y del opositor Movimiento por la Democracia Participativa (MDP) buscan sacar provecho de  dichas movilizaciones, a costa de los intereses verdaderos de la clase trabajadora.

¿A qué responden las posiciones del MDP?

Tras analizar la movilizaciones del  primero de mayo un líder del  MDP expresó “En el hecho de que las dos marchas, la partidaria y la política, no se tocaron ni confluyeron en ningún punto, está expresando que se trata no solo de gente ocupando la calle, sino de dos proyectos políticos diferentes, con sus propios motores y energías, su propia visión y disposición, metas y objetivos…Actualmente, el régimen político está basado en el control partidario de los aparatos estatales y no expresa ni representa los intereses sociales más extensos del país, pero sí expresa la búsqueda de una solución a la ausencia de una clase dominante determinada…Se trata, en definitiva, de dos proyectos que no pueden marchar juntos ni pueden converger” (CoLatino, 07/05/ 2012).

En lo anterior existen elementos que son falsos. Las personas que participaron  en todo el recorrido de la marcha  que partió de la UES pueden comprobar que bloques de ambas marchas convergieron. Es cierto que existe descontento por parte de la clase trabajadora con respecto al gobierno de Funes y del FMLN, pero esto manifestó en ambas marchas. Actualmente existe una lucha entre grupos económicos dominantes tradicionales y emergentes, quienes buscan arrastrar a la clase trabajadora, pero es necesario recalcar que los intereses de los trabajadores son los mismos por lo tanto, si es posible la unidad de la clase trabajadora. No podemos aceptar ninguna alianza ni con los viejos núcleos económicos dominantes, como hace el MDP al conformar Aliados por la Democracia, ni alianzas con núcleos económicos emergentes.

Los cantos de sirena

Por otra parte, la dirección del FMLN busca parar y desviar el resurgimiento de la lucha de las organizaciones obreras, quienes han incrementado su accionar en defensa de sus intereses. En el contexto del día del trabajador Salvador Sánchez Cerén, miembro del FMLN y vicepresidente de la República expreso: "Nosotros somos partido político, no somos el gobierno, las políticas son del gobierno, nosotros vamos a respaldar todas aquellas medidas que vayan en beneficio de la población, vamos a apoyar a Funes con nuestros votos en la Asamblea, en todas aquellas medidas que transformen la realidad de El Salvador…Yo le pido a la empresa privada que se manifieste así, que se pongan la mano en la conciencia, y que salga el presidente de la ANEP a las calles y decirle a los trabajadores, vamos a incrementar el salario mínimo” 

José Luis Merino, de la Comisión Política del FMLN manifestó: “Vamos a hacer un enorme esfuerzo en concentrarnos, en apoyar la batalla del pueblo salvadoreño, vamos a hacer un esfuerzo extraordinario por mantener pegado al pueblo y el partido a luchar y hacer las transformaciones económicas" (EDH. 02/05/2012).

Ambos discursos son una ofensa a la clase trabajadora. Cómo es posible que el vicepresidente miembro del FMLN  diga que no es gobierno. Ahora sale pidiéndole a la  empresa privada que aumente el salario mínimo, habiéndole podido exigir mediante un decreto legislativo, igual al que aprobaron cuando decidieron auto recetarse un aumento salarial como diputados, que tuvieron que rechazar como producto de la presión.

Sánchez Cerén, como parte del gobierno de Funes y  del FMLN  acepta que es necesario aumentar el salario mínimo, pero cuando las organizaciones de maestros le exigen un mayor aumento de salarios se los niega alegando que no existen fondos, mientras tanto por otra parte hacen derroche de recursos financieros.

Por su parte Merino, presionado por los resultados obtenidos en las pasadas elecciones y las futuras elecciones presidenciales lanza un discurso mediante el cual busca revindicar el papel que el FMLN debió tener. Pero como él mismo dice, será un  enorme esfuerzo el mantenerse unido a las luchas del pueblo. La dirección burocrática pareciera que se le olvida que ya son varios períodos de participar en la Asamblea Legislativa, de gobernar a nivel local y que actualmente son parte del gobierno. Ahora buscan reivindicarse y lavarse las  manos ante los desaciertos del gobierno central, pero capitalizar los aciertos. Esta ha sido la política manejada durante el período presidencial de Funes y el FMLN.

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