Por Mario Carranza
El día domingo 22 de enero en el municipio de Nahuizalco, cientos de personas de forma organizada y coordinadas por organizaciones de pueblos originarios, entre ellas la Asociación de Consejos de Pueblos Originarios (ACOPOC), Consejo Nahua-pipil, etc., se movilizaron para conmemorar los 80 años de la masacre de 1932. Como parte de la conmemoración también fue realizada una ceremonia ancestral, la cual fue dirigida por Nantzin Guadalupe, líder indígena y presidenta de ACOPOC, quien considera que es poco o casi nada lo realizado por el actual gobierno de Funes en beneficio de los pueblos originarios de El Salvador.
Mientras ARENA ofende a los pueblos originarios, el FMLN hace promesas de campaña
Tradicionalmente la derecha arenera siempre ha iniciado su campaña electoral en el municipio de Izalco, como una forma de recordar su triunfo sobre el levantamiento de 1932. En el marco de la conmemoración del 80 aniversario de la masacre, el FMLN expresó: "como parte de nuestra plataforma legislativa para este período, llevamos como parte de las propuestas una reforma a la Constitución de la República de El Salvador, para que de manera solemne y de manera clara se reconozcan los derechos de los pueblos indígenas originarios de El Salvador". (EDH. 23/01/2012). Todo parece ser nada mas una promesa de campaña, ya que cabe preguntarse qué ha hecho realmente el gobierno de Funes y del FMLN ahora que controlan el órgano Ejecutivo. Además qué han hecho los Alcaldes del FMLN que gobiernan los municipios, a excepción de Nahuizalco, en donde se ha aprobado una ordenanza municipal específica de pueblos originarios, pero que solo ha llegado a eso; en la práctica no se han devuelto las tierras que les fueron robadas a los pueblos originarios.
Unidad y movilización
El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a la unidad de todas las organizaciones de pueblos originarios. Así mismo a la movilización para exigir al gobierno central y a los municipales el cumplimiento de los derechos que como pueblos originarios les corresponden y la devolución de las tierras que les fueron expropiadas por la clase dominante.