Opinión Libre

Por Héctor Figueroa Toruño

Después del fatídico y sangriento Golpe de Estado de 2009 perpetrado por fuerzas oscuras y ultraconservadoras del país, entre las propuestas surgidas en las entrañas mismas del movimiento de Resistencia Popular, sin duda que la más destacada ha sido la del proyecto refundacional. Dejando a un lado posturas ideológicas extremas, podemos asegurar que desde las ideas progresistas del Gral. Francisco Morazán hace casi 200 años, y que pretendieron consolidar una república centroamericana fuerte, unida y solidaria, no se había planteado en estas tierras algo que en verdad apuntara hacia un nuevo modelo de país, despojado de todo aquello que por siglos la han aprisionado

Pero, ¿qué debemos entender por REFUNDACIÓN? Podemos decir que es el proceso y la consecuencia de modificar algo substancialmente, para lograr que se adapte a la actualidad o para que sirva de objetivo diferente al original. En este sentido, se habla de cambiar la esencia de un fundamento, es decir,  quitar los pilares de aquello que en el pasado había sido fundado. En otras palabras, se trata de implementar un nuevo modelo de desarrollo que implique romper con los lazos que históricamente han sumido al país en la dependencia, el sometimiento y la pobreza en todas sus facetas, incluyendo lo cultural. Se trata de reconstruir el Estado, y mediante una mejor articulación entre éste con la sociedad civil y el mercado, avanzar hacia una nueva sociedad inclusiva, justa y reconciliada con la naturaleza.

En un sentido más pragmático, refundar va más allá de simples reformas, parches o pinturas sobre lo que está malo, pues muchas cosas deben cortarse de raíz. Implica dejar de una vez por todas el discurso populista, y pasar a establecer de común acuerdo las bases filosóficas, políticas y socioeconómicas que han de sostener a mediano y largo plazo este ambicioso y entusiasta proyecto. Quienes actualmente nos dirigen, saben perfectamente que no hacerlo en la coyuntura  actual, sería un error muy grave, pues la necesidad es de por si imperiosa. Por ello creemos que, en términos generales, refundar Honduras:

   * Se inicia con la erradicación de las estructuras corruptas y criminales asentadas por décadas en las esferas gubernamentales, y que tanto daño le han provocado a la nación.

   * Plantea trastocar los cimientos de las instituciones que componen el Estado, convirtiéndolas en entidades eficientes y modernas, al servicio del pueblo.

   * Se origina desde y para el pueblo, es decir,  con la participación democrática de aquellos (as) que soñamos con una patria verdaderamente libre, soberana e independiente.

   * Tiene como horizonte político la integración –al menos en un inicio, económica- con las naciones históricamente sometidas y explotadas por aquellas potencias extranjeras que siempre han buscado su beneficio propio y no el nuestro.

  * Bajo el principio de la libre autodeterminación de los pueblos, tiene que ver con la exigencia permanente del respeto que nos merecemos como nación, en el marco de las relaciones con otros gobiernos, organismos e instituciones globales.

  * Conlleva a la transformación del sistema educativo, priorizando la implementación de programas y contenidos libertarios, científicos y profundamente humanos, que busquen formar educandos con capacidad de cuestionar  la realidad, sentido crítico y con los conocimientos necesarios para desenvolverse en la vida, llegando a convertirse en genuinos agentes de cambio.

Aunque reconocemos paladinamente que todo está por hacerse, creemos que las semillas que un día sembraron héroes, heroínas  y personajes ilustres como Lempira, José Cecilio del Valle, Francisco Morazán, José Trinidad Cabañas, Ramón Rosa, Froylán Turcios, Visitación Padilla, Jeannette Kawas, Manuel Flores, Bertha Cáceres, etc., deberán ir  germinando en cada punto cardinal de nuestro territorio donde alguien sueña con una patria en la que todas y todos podamos vivir y morir con dignidad, bajo el faro iluminado de la libertad, don más preciado de la raza humana.

¡ENORME DESAFÍO EL DE REFUNDAR HONDURAS! Comencemos pues desde hoy a gestarlo…