Historia

diaspora

Por Modesto Marcia

Después de la finalización de la segunda guerra mundial, aprovechando que la humanidad se encontraba conmocionada por la barbarie nazista y el llamado holocausto contra los judíos, el 29 de Noviembre de 1947 la recién creada Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU), aprobó la Resolución No 181 ordenando la partición de Palestina en dos Estados, uno judío y otro árabe. Palestina se encontraba ocupada por las tropas inglesas desde el año 1917.

La Resolución No 181 tiene como antecedente el Mandato Británico de la Sociedad de Naciones que, al finalizar la primera guerra mundial, legalizó la ocupación británica sobre el territorio de Palestina.

En el año 1936 se produjo una huelga general de 6 meses de duración, una verdadera insurrección de los palestinos contra las autoridades coloniales inglesas, quienes desde entonces fomentaban la ilegal inmigración judía. La insurrección palestina fue aplastada por el contubernio de los ingleses y las milicias judías.

En 1939, en vísperas de la segunda guerra mundial, el gobierno británico restringió la inmigración judía prometiendo conceder la independencia de Palestina en el año 1949. Los sionistas reaccionaron furiosamente organizando grupos terroristas contra los británicos y los palestinos, ellos no querían esperar tanto tiempo para fundar el Estado sionista. Después de finalizada la segunda guerra mundial, fue el imperialismo ingles quien organizó la desmembración de Palestina.

Finalmente, el 14 de Mayo de 1948, David Ben Gurion, en nombre de la inmigración judía que se habían asentado en territorio palestino, apoyados por Estados Unidos, las potencias imperialistas occidentales y con la complicidad de la burocracia stalinista de la URSS, declaró formalmente la independencia y  creación del Estado de Israel.

Antes de la aplicación de la Resolución No 181, Palestina era un territorio laico: cherquizes, judíos, maronitas, musulmanes (chiítas y sunnitas), cristianos y griegos ortodoxos convivían pacíficamente. Con la creación del Estado sionista, las cosas cambiaron radicalmente: la religión oficial paso a ser el judaísmo, excluyendo y persiguiendo a las otras religiones, especialmente a la mayoría musulmana.

¿Qué es el sionismo?

En torno al pueblo judío se han creado infinidad de mitos, el más importante es, quizás, que se trata del “pueblo escogido por Dios”. Después de la diáspora judía de la antiguedad, ocasionada por la ocupación romana, los judíos se fortalecieron en la Edad Media como un sector social privilegiado dedicado fundamentalmente al comercio y los préstamos usureros. De ahí surgirían las primeras grandes manifestaciones del capital financiero y le creciente poder de los judíos que los llevó a enfrentarse con la Iglesia Católica y hasta con algunas monarquías europeas.

En muchos países europeos los judíos fueron asimilados al cristianismo. Indudablemente, que el factor ideológico mas importante para la preservación de la identidad judía, fue el factor religioso, pero, en realidad, lo que mantuvo cohesionado a los judíos fue la actividad mercantil y financiera. El judaísmo no es una raza, sino un sector social que, atrincherado en una religión, acumuló un enorme poder económico y político en Europa.

Por ello el desarrollo del antisemitismo en los siglos XIX y XX, no es otra cosa que la rebelión contra el excesivo poder de la burguesía judía. Sin embargo, bajo el capitalismo, también había clase media y trabajadores judíos, muchos de ellos llegaron a ser grandes dirigentes marxistas..

En 1897 en Basilea, Suiza se realizó el primer Congreso de la Organización Sionista que preconizaba el retorno de los judíos a Palestina, para solucionar el “problema judío”: un pueblo que supuestamente no tenía patria. Este movimiento sionista se volvió atractivo para muchos trabajadores y pequeños propietarios, que miraban el retorno a Palestina como el escape a los males del capitalismo industrial.

Sin embargo, independientemente de los polémicos objetivos iniciales del sionismo, a la mitad del siglo XX, el sionismo fue utilizado por las potencias imperialistas para crear un Estado racista que es actualmente un enclave militar en el Oriente Medio, una zona estratégica por su riqueza petrolera.

La guerra de 1948

Con la creación del Estado de Israel, como un estado confesional de la religión judía, la guerra civil y la guerra con los vecinos estados árabes fue inevitable. Sin embargo, en el periodo 1946-1947 el rey Abdullah de Jordania no se opuso a la creación del Estado judío, representando la primera manifestación de cooperación de un sector de la burguesía árabe con las potencias occidentales, y el sionismo.

La guerra estalló y el recién creado Estado de Israel salió victorioso al enfrentar y derrotar los ejércitos combinados de Siria, Irak, Líbano, Egipto y Jordania. Esta victoria militar fue posible, no por el mito de la invencibilidad del “pueblo escogido de Dios”, sino por el sencillo hecho que la URSS  no proporcionó armas ni pertrechos a las tropas árabes, mientras Estados Unidos proporcionaba valiosa ayuda militar a Israel. Esta primera gran victoria militar de Israel provocó el éxodo palestino y la desmoralización del nacionalismo árabe.

Desde entones se desarrolla un proceso de exterminio de la población árabe, expulsándola de sus casas y propiedades, sacándolas de sus trabajos, no dejándole más camino que el exilio y vivir en condiciones infra humanas en campamentos de refugiados en los países árabes vecinos. Los sionistas harían con los palestinos, lo mismo que los nazis hicieron con los judíos durante la segunda guerra mundial.

En 1949 Israel firmo un armisticio por separado con todos los países árabes que le invadieron, produciéndose un reconocimiento diplomático en los hechos. Sectores de la burguesía árabe negociaron secretamente con Israel y de dividieron el territorio de Palestina: el rey Abdullah anexó una parte de Palestina a Jordania, en lo que hoy se conoce como Cisjordania, y el rey Faruk de Egipto se quedó con la franja de Gaza.

La guerra de 1957

En 1952 de produjo el derrocamiento del rey Faruk en Egipto, y subió al poder el coronel Gamal Abdel Nasser, iniciando un periodo de auge del nacionalismo árabe. En 1956 Nasser nacionalizó el canal de Suez, provocando la airada repuesta de Francia e Inglaterra, quienes se aliaron con Israel bajo el pretexto de garantizar la navegación y evitar los ataques de la guerrilla palestina.

Mientras las potencias occidentales destruían al ejército egipcio, Israel avanzó en la conquista de más territorios, desplazando siempre con métodos fascistas a la población árabe nativa.

Fundación de la OLP

En 1964 fue fundada la Organización de la Liberación de Palestina (OLP), bajo los auspicios de la Liga Árabe. Era una organización nacionalista burguesa, que proclamaba la necesidad de destruir el Estado sionista de Israel para crear una Palestina, laica, democrática y no racista. Era un programa esencialmente democrático pero altamente revolucionario.

La Guerra de los Seis Días

En 1967, Israel tomo la ofensiva, atacó sorpresivamente a los ejércitos árabes e inicio un proceso de expansión, tomando y controlando territorios árabes, entre ellos el Monte Sinaí. Al finalizar la guerra relámpago, Israel había conquistado además la Franja de Gaza, Cisjordania, el este de Jerusalén y los Altos de Golán.

La primera Intifada y los Acuerdos de Oslo

En 1987 hasta 1991, la OLP desarrollo una verdadera insurrección a pedradas contra la ocupación sionista, la rebelión fue tan intensa que los Estados Unidos e Israel optaron por hacer concesiones a los palestinos.

En 1993, la OLP aceptó reconocer al Estado de Israel y este a cambio reconocería el gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), asentada en los territorios de Gaza y Cisjordania, lo que sería más adelante el Estado Palestino. Con ello Arafat y la OLP dieron un abrupto giro político al reconocer la teoría imperialista sobre la necesidad de crear dos estados en territorio palestino, resucitando la Resolución No 181 de a ONU, que es el origen del actual conflicto.

La segunda Intifada inició en el año 2000 y terminó en el año 2005, pero tuvo menor fuerza que la primera.

La encrucijada del pueblo palestino

Mientras la dirección de la OLP giraba cada vez más a la derecha, aceptando y reconociendo al Estado de Israel, y se desprestigiaba administrando los territorios ocupados, surgió una nueva variante de nacionalismo palestino Hamas. A diferencia de Al Fatah, la principal organización dentro de la OLP, Hamas era fundamentalista religiosa, proclamaba la necesidad de destruir a Israel y crear un estado fundamentalista islámico.

Aunque Hamas ha retomado el camino de la confrontación directa con los sionistas, a partir de la administración de la Franja de Gaza, también ha terminado reconociendo el Estado de Israel en los hechos. EL programa de Hamas es un retroceso en relación al programa histórico de la OLP, que Arafat desechó a raíz de los Acuerdos de Oslo. No se trata de destruir al sionismo para crear otro estado fundamentalista religioso, en este caso islámico.

El camino para la liberación de Palestina pasa por destruir el Estado sionista, para construir un nuevo Estado, democrático, laico, no racista, en donde puedan convivir pacíficamente judíos y musulmanes, como ocurría antes de la ocupación inglesa y posterior creación del Estado de Israel.

Las banderas originales de la OLP deben ser retomadas por una alianza de trabajadores judíos y árabes. Ese es el camino de la liberación definitiva de Palestina.