Historia

guerra espanola

Por Maximiliano Cavalera

En el mes de abril, el general Francisco Franco emitiría el último parte que decía: “En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado”. Con este documento emitido el primero de abril de 1939 se pone fin a la cruenta guerra civil española. En esta edición relatamos la trágica caída de la Republica española ante las fauces nefastas de la dictadura fascista, no como remembranza, sino como un homenaje a todos los revolucionarios españoles y del mundo, que dieron sus vidas en la lucha contra el golpe de Estado fascista.

Ensayo de la II Guerra Mundial

La guerra civil española por decirlo así, fue el ensayo de la II guerra mundial, en esta batalla épica se midieron las fuerzas que serian los actores de la II gran guerra. La España en la que se gesta la guerra civil se puede describir: “En lo esencial, la España de principios del siglo XX continuaba siendo un país agrícola donde la aplastante mayoría, 70% de la población activa, se consagraba a la agricultura con medios técnicos rudimentarios” (España 1936 La Revolución Perdida-Pierre Broué).

 

Las contradicciones eran enormes, se podría decir, que en la totalidad del país, la tierra pertenecía esencialmente a los terratenientes que vivían en un régimen de dependencia parasitaria de los campesinos desgarrados por la miseria. La influencia de la iglesia de ultra derecha era muy importante, a tal grado: “La Iglesia española contaban más de 80.000 sacerdotes, monjes o religiosos, (…) Con sus 11.000 haciendas, la Iglesia española no estaba lejos de ser el mayor propietario de tierras del país; por otra parte dominaba casi totalmente la enseñanza” (Ídem). Asimismo el ejército era una fuerza que buscaba el apoyo de la clase dominante, y no titubearía en controlar el Estado por el golpe de Estado militar.

Es en esta sociedad, que en 1931 nace atreves de elecciones la segunda Republica Española, este proceso se inicia con un gobierno de coalición entre republicanos y socialistas, pero es vencido por la extrema derecha en las siguientes elecciones. La derrota ante la derecha, y la represión que se generó creo el ambiente propicio para que las fuerzas obreras y sus organizaciones se unifiquen y vayan en bloque a las elecciones de 1396.

El 16 de febrero de 1936, triunfa en España el Frente Popular (FP) y por todo el país hay demostraciones del poder del movimiento obrero, quienes contrario al programa mínimo enarbolado por el FP exigían reforma agraria, mejores condiciones de trabajo e inclusive que se armara a los obreros, que proféticamente presentían el golpe fascista.

Golpe Fascista e inicio de la guerra civil

En este mar de contradicciones, las fuerzas de la represión buscaban como organizar el golpe fascista, es así que el levantamiento militar inicia la noche del 17, para el 18 de Julio en las ciudades importantes de España. El 19 parte desde Marruecos con su ejército, el general Franco, iniciando así la lucha de la revolución y la contrarrevolución. El golpe fue planificado: “El alejamiento, después de las elecciones, de los generales Franco y Goded retardó la conspiración. Su jefe, Sanjurjo, que residía en Portugal, tomó en el mes de abril, en Alemania, los contactos necesarios y recibió de las autoridades hitlerianas la promesa de su apoyo. El gobierno fascista de Roma suministró dinero y armas. El financiero Juan March se encargó en Londres de ganar complicidades. El general Mola, antiguo jefe de Seguridad de la monarquía, nombrado comandante militar en Navarra, aseguró la dirección general, ayudado por los coroneles Varela y Yagüe que aseguraron los enlaces con los otros jefes militares.” (Ídem)

Antes del golpe, los obreros intentaron armarse en contra del fascismo anunciado desde el principio: “Los dirigentes socialistas pidieron al gobierno que armara a los obreros.” (Ídem)Pero el jefe del gobierno, Casares Quiroga, confiando en las instituciones del Estado Burgués declararía: “Se levantan. Muy bien, entonces yo me voy a acostar”. (Ídem) No quiso ver el huracán que se avecinaba.

Las Milicias Obreras

Se había iniciado el golpe de Estado y El Stalinismo, socialistas y republicanos se pronunciaban el 18 de julio: “el gobierno está seguro de poseer los medios suficientes, (…) el gobierno manda y el Frente Popular obedece”. (Ídem) hay que explicar que el Estalinismo formulaba por aquella época la teoría que hay sectores progresistas en la sociedad, y el movimiento obrero debe ser cola de carga de los sectores burgueses progresistas, condenando las luchas a la derrota.

El movimiento obrero en sus diferentes tenencias, tanto el CNT como la UGT lanzaron la consigna de huelga general para repeler al golpe fascista. Esta actitud heroica de los trabajadores tuvo resultados inesperados para los golpistas, en toda España se entablaron sendas batallas, en ciudades como Madrid los obreros desfilaron por cientos de miles pidiendo armas, a lo que el gobierno republicano se negó, esperando hacer una alianza con la derecha para evitar el golpe. Pero la dinámica de las masas rebaso a su dirigencia, lo que provoco que dimitiera el ministro Martínez Barrios y que su sucesor, el doctor Giral decretara, lo que en los hechos ya ocurría en toda España, el movimiento obrero formaba comités para luchar contra el peligro fascista.

El rol contrarrevolucionario del Frente Popular

Ciertamente se puede decir que la historia es inflexible, y no perdona los errores, y uno de los más grandes cometidos por el FP consistió en confiar en las fuerzas de represión del Estado Burgués. “cuando la falta de visión política de los dirigentes obreros no permitió la puesta en marcha de planes de resistencia o que se dejaron tomar por falsas declaraciones de fidelidad (…) cada vez que sus dirigentes se contentaban con la palabra dada por los oficiales, estos últimos la quebrantaban. En cambio, el Movimiento (golpista) fracasó cada vez que los trabajadores tuvieron tiempo de armarse, cada vez que se empeñaron inmediatamente en la destrucción del ejército como tal, independientemente de las tomas de posición de sus jefes o de la actitud de los poderes públicos legítimos’”. (Ídem)

En las principales ciudades españolas se gestaron sendos combates, ciudades como Malaga permaneció en manos de los trabajadores debido a que estos aprovecharon una tregua propuesta por los golpistas para reaccionar: “un comité de defensa CNT-UGT tomó la dirección de las operaciones. Las casas que rodeaban los cuarteles fueron incendiadas y los militares, amenazados de quemarse en sus atrincheramientos, prefirieron rendirse.” (Ídem)

En otras ciudades como Barcelona, Madrid,  el país Vasco, Zaragoza se crearon comités obreros al estilo soviético, los cuales son órganos de poder que rivalizan con el propio Estado burgués, por decirlo así, es un Estado dentro de otro Estado, ambos existen, pero solo uno de los dos logrará sobrevivir ya su naturaleza es antagónica: “Todos deciden soberanamente no sólo problemas inmediatos como el mantenimiento del orden y el control de los precios, sino también tareas revolucionarias del momento, socialización o sindicalización de las empresas industria les, expropiación de los bienes de la Iglesia, de los ‘facciosos’, o simplemente de los grandes propietarios, distribución entre los aparceros o explotación colectiva de la tierra, confiscación de los capitales bancarios” (Ídem)

Lamentablemente para la historia de la revolución española, no existía el elemento subjetivo que llevo a centralizar y llevar al proletariado ruso al poder, este elemento era un partido que con la mística de los anarquistas españoles, reconociera como lo hizo el partido bolchevique, que se debe crear un aparato estatal que combata la contrarrevolución e implante la democracia obrera. Ese elemento en la Revolución Rusa del 17 fueron los Bolcheviques.

La caída de la Republica

A pesar del heroísmo del proletariado Español y todas sus corrientes, la suerte seria fatal para la Republica. Ya que los franquistas lograron el apoyo de Mussolini y Hítler. El imperialismo ingles y Norteamericano defendían sus intereses imperialistas en España, el Stalinismo, no solo dejo sola la revolución española al firmar el Pacto de no Agresión con Hítler, sino que se encargó de orientar la sumisión del proletariado a la coalición con la burguesía, dejando a los órganos de poder dual dispersos y subordinados. Pero lo más nefasto fue el asesinato que el Stalinismo ordenó en España que cortaría el ala más beligerante que proclamaba la construcción de un partido revolucionario independiente que centralizara de forma revolucionaria la lucha contra la dictadura.

Para 1939, la suerte estaba echada, Franco ya tenía dominado el país, con pocos reductos de resistencia. La técnica de su ejército en batallas de desplazamiento aseguró la victoria para el Fascismo. Pero aunque el movimiento obrero fue derrotado, recordamos a aquellos trabajadores Anarquistas, Trotskistas, Socialistas y de todas las tendencias, que lucharon con el mas férreo espíritu en contra del fascismo.