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La lucha contra UNEN: una tarea pendiente en Nicaragua y Centroamérica

Entre el 10 y 12 de mayo del año 2019, se realizó el 35 Congreso de la Federación de Estudiantes de Centroamérica (FEUCA), en la Universidad San Carlos (USAC) de Guatemala, teniendo como anfitrión a la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU) de ese país. La sorpresa de este Congreso fue la elección del nicaragüense Ricardo Reyes, presidente del CUUN-León, miembro de la Unión Nacional de Estudiantes de Nicaragua (UNEN), organismo burocrático controlado por la Juventud Sandinista 19 de Julio (JS-19) y el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN), que ha participado activamente en la represión de las protestas estudiantiles que se iniciaron en abril del 2018.

 

Sin lugar a dudas, la elección de un miembro de UNEN como presidente de la FEUCA es una bofetada para la dura lucha por la democracia en Nicaragua, y representa una grotesca burla hacia la sangre derramada. Incluso, plantea una enorme interrogante sobre la existencia de la FEUCA: ¿para qué sirve un organismo que no es capaz de valorar y distinguir la rebelión estudiantil en Nicaragua?

Al momento de producirse la elección, se retiraron las delegaciones de Guatemala, una parte de la de Honduras, y todas las delegaciones de Costa Rica, especialmente la FEUCR y la FEUNA. Estas delegaciones defendieron la dignidad y las tradiciones revolucionarias del movimiento estudiantil en Centroamérica, que en el pasado tuvo que luchar contra dictaduras militares.

Los delegados de la criminal UNEN lograron imponer la elección de su candidato porque no comparecieron como una sola organización de UNEN, sino que dividieron la delegación nicaragüense en varias pequeñas delegaciones de cada una de las universidades estatales, todas controladas por UNEN, sumando casi 30 delegados. De esta manera, aprovechando el retiro de las delegaciones de Guatemala, Honduras y Costa Rica, apoyándose en las delegaciones de El Salvador, Panamá y República Dominicana, más sus casi 30 delegados, lograron imponer su mayoría artificial.

Un organismo regional como FEUCA debe constituirse por delegaciones unitarias de cada país, en donde cada país represente un voto, en igualdad de condiciones, para mantener el delicado equilibrio unionista centroamericano. UNEN ha actuado de la misma manera que lo hacen al interior de las universidades nicaragüenses, como una mafia corrupta que irrespeta la institucionalidad con tal de mantener el control sobre el movimiento estudiantil. Lamentamos que las otras delegaciones se hayan prestado al juego, y que hayan sido cómplices de ese golpe de Estado o asalto del poder al interior de la FEUCA, que sirve para legitimar a una organización criminal que es repudiada por la mayoría de los estudiantes en Nicaragua.

Pero no es una casualidad que este triunfo fraudulento de UNEN en el 35 Congreso de la FEUCA no ha sido dado a conocer en las universidades de Nicaragua, precisamente porque se trató de un timo. La sorpresa que ha causado ese golpe de mano, orquestado por UNEN, nos hace recordar que los estudiantes nicaragüenses tienen una tarea pendiente, que se inició con la rebelión estudiantil de abril del 2018, pero que no ha sido concluida: expulsar a UNEN de todas las universidades de Nicaragua, condición sine qua non para iniciar la democratización del movimiento estudiantil.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a todas las organizaciones y federaciones estudiantiles de la región, a desconocer la presidencia de Ricardo Reyes y a todas las delegaciones de UNEN. Es una forma efectiva de apoyar la lucha de los estudiantes nicaragüenses, que sufren acoso, represión y expulsiones violentas de los recintos universitarios.

A nivel de Nicaragua, llamamos a la unidad de todos los grupos estudiantiles para constituir una plataforma o coordinación unitaria, que permita superar la dispersión para dar la pelea al interior de las universidades, para disolver UNEN y fundar y crear una nueva organización estudiantil democrática, basada en la representación proporcional de los delegados de base.