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EL SALVADOR ¡¡ Otra vez votemos nulo en todos los municipios y departamentos!!

Este 1 de marzo del 2015 se realizarán en El Salvador las elecciones de alcaldes (incluidos los concejos municipales) y diputados para la Asamblea Legislativa y el Parlamento Centroamericano (PARLACEN). Estas elecciones se realizarán en una coyuntura caracterizada por el crónico estancamiento económico (por varios años el crecimiento ronda el 2% del PIB), situación que incide en el desfinanciamiento del Estado, aumento de la deuda pública interna y externa, lo que se traduce para las masas en un constante deterioro del nivel de vida, desempleo masivo, migración escandalosa hacia Estados Unidos, y el otorgamiento de miserables aumentos salariales, etc.

El Salvador es el país de la región Centroamericana que muestra trágicamente la decadencia del sistema capitalista neocolonial: altos índices de violencia y delincuencia. El ascenso del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) al poder en el año 2009, creó grandes expectativas entre las masas trabajadoras y los sectores populares, pero estas ilusiones se están agotando rápidamente debido a que el primero y segundo gobierno del FMLN lejos de solucionar los principales problemas, ha transitado, con algunas matizaciones, por el mismo camino que los gobierno de ARENA

La clase trabajadora salvadoreña continúa soportando y cargando las consecuencias de la crisis del sistema capitalista que ahora es administrado por el FMLN. Las contradicciones entre el FMLN y ARENA reflejan las contradicciones entre sectores de la burguesía tradicional y la burguesía emergente.

El FMLN en el gobierno ha sido incapaz siquiera de democratizar el sistema electoral, para permitir que las amplias masas participan y decidan los principales asuntos de la nación. Las escasas reformas electorales que se produjeron antes de las elecciones del 1 de Marzo, fueron producto de las sentencias de la Sala Constitucional, controlada todavía por ARENA, no fueron impulsadas por el FMLN. Estas reformas son insuficientes.

Estamos, pues, ante una falsa democratización del sistema electoral salvadoreño. Nuevamente los trabajadores y la izquierda revolucionaria no tienen otro camino que recurrir al rechazo, al voto nulo. La anulación del voto no suma votos a ningún partido ni cambia los resultados finales. Algunos consideran erróneamente que llamar a votar nulo le resta votos al FMLN, para otros es un voto estéril.

Llamamos al voto nulo porque consideramos que ninguno de los partidos o candidatos independientes representa los intereses de los trabajadores, campesinos, indígenas, estudiantes. Agitando el voto nulo llamamos al pueblo a abandonar la pasividad de la abstención, a rechazar el antidemocrático sistema electoral. Pero no basta el rechazo, debemos pasar a la lucha por la democratización del sistema electoral.

Todos los grupos y partidos de izquierda que coincidimos en el voto nulo, debemos unificar esfuerzos en un proyecto político que represente y defienda los intereses de los trabajadores y las grandes mayorías, por ello llamamos a construir un nuevo Partido Revolucionario que recoja las tradiciones heroicas de la guerrilla salvadoreña, con un claro programa anticapitalista que defienda los intereses de las grandes mayorías, y luche por la instauración de una Asamblea Nacional Constituyente, Libre y Soberana, que democratice a la sociedad salvadoreña y reorganice el Estado y la economía bajo el control de los trabajadores, en beneficio de las grandes mayorías.