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Endeudamiento, crisis fiscal y bancarrota de los Estados en Centroamérica

La crisis fiscal continúa carcomiendo las desvencijadas estructuras de los Estados nacionales que surgieron de la desmembración del Estado Federal Centroamericano en 1848. Si hay algo que demuestra el fracaso de estos Estados nacionales que surgieron bajo la tutela del naciente imperialismo norteamericano, es que las economías y, por lo tanto los aparatos del Estado, ya no son autosuficientes, es decir, no se pueden sostener con sus propias y reducidas finanzas. Actualmente todos los Estados de la nación Centroamericana están socavados por el déficit fiscal.

En Guatemala, este año la deuda pública subirá a $ 14.670 millones de dólares, equivalentes al 25,5% del Producto Interno Bruto (PIB). Cada año el Congreso de Guatemala en laberínticas sesiones aprueba nuevas emisiones de bonos para financiar el raquítico presupuesto, o la contratación más de préstamos. El resultado es una espiral de endeudamiento constante, que demuestra el fracaso del modelo capitalista en este periodo neoliberal. Guatemala es, después de Haití, el país de América Latina en donde los empresarios pagan menos impuestos. Guatemala cerró 2013 con un déficit fiscal de 2,2% y una carga tributaria de 10,9% del Producto Interno Bruto (PIB), una de las más bajas de Latinoamérica.

En El Salvador ocurre algo similar, ocupando el tercer lugar en América Latina. Al terminar el gobierno de Funes, este solicitó a la Asamblea Legislativa la aprobación de nuevos bonos y deuda pública por $ 1,050 millones de dólares. El déficit fiscal representa un 4% del PIB. Este año la deuda pública alcanzó la escandalosa cifra $14,888.2 millones de dólares, equivalentes al 60% del PIB. Todos los años las discusiones en la Asamblea Legislativa giran en torno a la contratación de más deuda para financiar los gastos mínimos del presupuesto nacional. Igual que en Guatemala, la carga tributaria en El Salvador es extremadamente baja.

Según la CEPAL el promedio de la carga tributaria en América Latina es de un 20.7%. No obstante, bajo el gobierno de Mauricio Funes y del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), este porcentaje alcanzó el 16%, siendo el segundo más bajo de Centroamérica, solo después de Guatemala.

En Honduras, el déficit fiscal en 2013 superó el 7% del PIB. En los últimos seis años, la deuda pública aumentó un 339.5%, al pasar de 2,980 millones de dólares en 2008 a 13,100 millones en 2013. La deuda pública de Honduras es insostenible: representa el 68% del PIB. El Golpe de Estado del 2009 fue aprovechado para saquear los bolsillos de los trabajadores y de la clase media.

En Nicaragua, la situación es un poco diferente. Por efecto de una relativa recuperación económica en relación a la catástrofe anterior, en Nicaragua el nivel de endeudamiento bajó de un 53% hasta un 42% del PIB, en el periodo 2011 al 2013

En Costa Rica, el difícil fiscal para el año 2014 está proyectado al 6% del PIB. La deuda pública pasó de 34% en 2011 al 39% en 2013 del PIB. La carga tributaria es del 21%, relativamente baja.

Panamá es la relativa excepción de la región. La deuda pública se ha reducido en los últimos tres años del 39% al 37% del PIB. Panamá cerró 2013 con un déficit fiscal del 4,4 % del PIB.

El déficit y la crisis fiscal aumentan de norte a sur. Todos los Estados tienen mayor o menor endeudamiento, pero todos han dejado de ser autosuficientes. Necesitan endeudarse para sostenerse, creando un círculo vicioso del cual no saldrán nunca, al menos bajo los marcos del capitalismo.

La aplicación de los tratados de libre comercio, desde el CAFTA hasta los tratados bilaterales, que han aumentado en el último periodo, reducen los aranceles, los impuestos y el resultado es el vaciamiento de las arcas del Estado. A lo anterior habría que agregar que los gobiernos, se autodenominen de izquierda (como El Salvador y Nicaragua), o de derecha (Guatemala, Honduras, Costa Rica y Panamá) tienen la característica común de abrir las puertas de par en par a la inversión extranjera, y el gran incentivo es no pagar impuestos o pagar muy poco.

Los únicos que pagamos cada vez más, tanto el impuesto indirecto del valor Agregado (IVA) como el impuesto sobre la renta (ISR), somos los trabajadores y la clase meda. Esta es la respuesta de los gobiernos a la crisis fiscal. El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) lucha para que las grandes empresas paguen más impuestos, y liberar del yugo fiscal a los trabajadores y la clase media. Esta creciente deuda y crisis fiscal demuestran una vez que es urgente la reunificación de Centroamérica bajo un Estado Federal Socialista.