Europa


Por Nicolas Lebrun

El 3 y 4 de diciembre del 2019 se reunieron en Londres los países que componen la OTAN dentro del marco del 70 aniversario de esta organización.

En este grupo se encuentran algunas de las principales potencias militares y económicas del planeta. La OTAN nació dentro del marco de lo que algunos llamaron la “guerra fría “un eufemismo utilizado para denominar la serie de acciones militares para contrarrestar los diferentes movimientos revolucionarios y mantener un cerco en torno a los estados obreros nacidos de la revolución de octubre como la URSS o luego de la derrota del fascismo en 1945.

Durante este periodo de “guerra fría” las intervenciones militares de esta organización fueron casi inexistentes bajo la forma de conflictos “calientes”. Una vez producida la caída de los estados obreros las garras de las potencias se centraron para obtener el mejor  botín que esta nueva situación les presentaba. La intervención de la OTAN en la antigua Yugoslavia, les garantizó la presencia en una zona estratégica. La presencia militar en Kosovo, con 3500 efectivos bajo las fuerzas de la KFOR, les garantizan una buena base de apoyo para sus intereses.

Luego de los atentados del 11 de septiembre, en el 2015, la misión Resolute Support ha hecho posible la presencia de cerca de 17000 hombres en Afganistán  en lo que ellos llaman una misión “no combatiente” para asesorar las fuerzas militares afganas en el combate contra los talibanes.

De la misma forma, en Iraq las tropas de la OTAN se encuentran bajo la forma de “asesores militares” .

Dos misiones más complementan las acciones militares de la organización. Una de ellas en Somalia, bajo el pedido de la Unión Africana, proporciona una asistencia logística a las misiones militares en curso en el continente. Por último, las fuerzas de la OTAN están desplegadas en el Mediterráneo para asegurar las rutas comerciales y protegerlas de las “amenazas terroristas”

Sin embargo, a pesar de estar dentro de este marco festivo, las diferencias afloraron. La fiesta casi llegó al fiasco de no ser por una declaración protocolaria que no logró solventar la crisis en la que se encuentran las potencias imperialistas y sus vasallos.

“Preguntado sobre las disensiones entre los líderes, Stoltenberg les restó importancia —“los desacuerdos siempre generan más atención que los acuerdos”, manifestó— y prefirió destacar los consensos. Entre ellos, el compromiso de seguir protegiendo a los países bálticos, vecinos de Rusia e inquietos por posibles intromisiones de este país.” (elperiodico.com 4/12/2019)

Este acuerdo estuvo a punto de ser boicoteado por el presidente turco Racip Tayyib Erdogan al querer imponer un reconocimiento de las fuerzas kurdas de YPG como fuerzas terroristas lo que le valió una fuerte riposta del presidente Macron que puso en evidencia el apoyo de los turcos a las fuerzas islamistas del Estado Islámico y otras que operan en Siria.

Crisis políticas internas

Los dirigentes de las principales potencias imperialistas agrupadas en la OTAN se encuentran sumidos en sendas crisis políticas en sus países y en sus regiones como el caso de la UE.

Trump enfrenta la arremetida del campo demócrata que intentan lanzar el proceso de destitución a sabiendas que el mismo puede ser bloqueado por el Senado controlado por los Republicanos.

En Francia, el presidente Macron se encuentra contra las cuerdas sometido a una feroz oposición al proyecto de reforma de las pensiones, lo que ha provocado una huelga general de los transportes de la región de Paris y de los ferrocarrileros. Esto es el segundo año de movilizaciones que empezaron el año pasado con la entrada en acción de los chalecos amarillos, ferozmente reprimidos por los CRS y diferentes cuerpos de choque de la policía gala. 

En el Reino Unido, Boris Johnson no logra salir del impasse del Brexit con las repercusiones que esto ocasiona en el conjunto de UE. Las elecciones del próximo 12 de diciembre vendrán tal vez a desentrabar la mayor crisis política británica después de la guerra.

En Alemania, los resultados de las pasadas elecciones de la dirección del SPD pusieron a la cabeza dos dirigentes opuestos a la coalición entre los socialdemócratas y el partido conservador de la canciller Merkel.

En España, Pedro Sánchez a pesar del acuerdo pasado con Unidas Podemos, las posibilidades de conformar un gobierno penden del hilo de las negociaciones con los independentistas catalanes del ERC.

Estas crisis políticas son el reflejo de las enormes contradicciones que se producen en el campo burgués producto de la crisis económica, la guerra comercial y el nuevo posicionamiento en el tablero inter imperialista de países como los Estados Unidos bajo la administración Trump y potencias como Rusia y China.

Los puntos calientes

Durante la inauguración de la nueva sede de la OTAN en Bruselas, el presidente Trump comenzó a esbozar uno de sus puntos de divergencia con los países socios. Para Trump los montos de gastos militares de varios países eran escasos. EL objetivo de lograr una mayor contribución de los otros socios ha sido uno de los objetivos de la administración Trump pero esto no lo ha todavía logrado a pesar de los signos que han enviado algunos de estos países al aumentar en algunos puntos porcentuales sus presupuestos.

La competencia en el plano de la venta de armas, sigue siendo uno de los puntos de fricción. En ese sentido tanto alemanes como franceses compiten con la industria yanqui, la cual es una de la más poderosa del planeta. El 59% de las ventas de armas pertenecen a la industria estadounidense lo que representa 246 millardos de dólares en el 2018, lo que representa un alza de 7,2% con respecto al año anterior (Rtbf 9/12/2019).

Las declaraciones de Macron que catalogaba a la OTAN en estado de muerte cerebral en una entrevista al periódico conservador The Economist, fueron semanas antes el punto de partida de las diferencias que se manifestaron en la cumbre de Londres.

Lo anterior está relacionado con el hecho del retiro unilateral de las tropas yanquis en el norte de Siria abriendo paso a la ofensiva turca en contra de las fuerzas kurdas. Pero esto no es todo. La posición ambivalente de los turcos con respecto a los socios de la OTAN se ha manifestado en distintos campos. La compra por parte de los turcos de armamento ruso, el sistema antimisiles S-400, uno de los más sofisticados del mundo, no solo es una afrenta al principio de la OTAN al comprar armamento al “enemigo” histórico, los rusos, sino que también abre un portillo para futuras compras de armas con el mismo proveedor. Este sistema está hecho para que funcione en juego con los aviones Sukhoi equipados con la misma tecnología.

Dentro de este marco se encuentra también el conflicto ucraniano. La declaración final, que busca respaldar a los estados bálticos va en ese sentido. Apenas terminada la cumbre, Alemania y Franca se encuentran con los presidentes de Ucrania y Rusia para buscar un cese al fuego, sin lograr mayor resultado que al anuncio que ambos se verán de nuevo dentro de cuatro meses.

Como mencionamos anteriormente, la guerra en Siria es el escenario de múltiples conflictos e intereses. Los acuerdos con los rusos para el patrullaje conjunto en la frontera turco-siria, con el aval del gobierno yanqui ha sido un elemento que se suma en esta crisis.

“La creciente confrontación comercial entre Estados Unidos y Francia, que implicó la introducción de aranceles del 100% sobre las importaciones francesas a los Estados Unidos, está agravando la situación. En este sentido, Trump trató de enfatizar que actualmente no era rentable estropear las relaciones con Estados Unidos en Francia, y también cuestionó la membresía de Francia en la alianza” (El periódico 2/12/2019)

Esta guerra comercial que se ha venido recrudeciendo en el transcurso de los últimos años es la fuente de estas tensiones.

Perspectivas

El auge de los nacionalismos en los países imperialistas es un reflejo que algunos sectores de la burguesía se encuentran afilando las armas para un eventual conflicto armado para dirimir sus diferencias.

El hecho que , durante los últimos 70 años el mundo no haya conocido guerras como las dos Guerras Mundiales no significa que el capitalismo haya abandonado esta perspectiva.

Es sintomático y revelador de esta dirección el hecho que por primera vez desde el inicio de la organización se haya señalado a la China como potencia mundial y como un “desafío para la seguridad”

“Los jefes de Estado han coincidido en la necesidad de animar a Pekín a participar en acuerdos de control armamentístico y a garantizar la seguridad de sus infraestructuras de telecomunicaciones, incluidas las redes 5G. (argentina.indimedia.org 6/12/201 9)

Urge la movilización contra la OTAN y su política de gasto militar

Mientras las masas son hambreadas en todo el mundo, los planes de austeridad se abaten sobre las espaldas la clase trabajadora, la industria armamentista se llena los bolsillos a costa de la inequidad y los conflictos que desangran al orbe.

Los revolucionarios no somos pacifistas y por eso propugnamos por que las armas no sean apuntadas entre los hermanos de clase, sino que sean utilizadas en contra de nuestros enemigos de clase. En la OTAN se encuentran representados estos gobiernos que nos llevan poco a poco por el camino de la guerra imperialista, en la cual nosotros no tenemos partido.