El gobierno encabezado por Laurentino Cortizo y el PRD cumple tres años favoreciendo descaradamente a los grandes grupos económicos de la oligarquía financiera panameña, mientras que la clase trabajadora, los productores agrarios, la juventud y el pueblo en general se han visto cada vez más empobrecidos.

Desde el primer momento, este gobierno inició una política de escandaloso endeudamiento público, llegando a duplicar la deuda estatal, pero no para realizar grandes inversiones que creen empleos y tengan efectos multiplicadores en la economía nacional, sino para poner la plata en los bolsillos de los grandes bancos nacionales y de los tenedores de bonos de la deuda panameña, muchos de los cuales son donantes de campaña del PRD.

Cortizo financia el gasto público con deuda para no hacer una reforma fiscal en que los que más ganan y las grandes empresas paguen impuestos. El gobierno mantiene escandalosos subsidios a los ricos como jugosas exoneraciones fiscales, tal como la que acaba de aprobar para las empresas turísticas, incluso la evasión fiscal y el robo de cuotas del Seguro Social. Todo el sector económico vinculado al canal y al tránsito goza de beneficios fiscales, así como industrias como Minera Panamá.

El endeudamiento infernal del país se exacerbó bajo la crisis de la pandemia de la COVID, pero la prioridad no fue combatir la enfermedad, sino asegurar miles de millones en manos de los financistas, por eso vemos que, pese a todos los empréstitos: el personal de salud contratado para la pandemia es eventual y se retrasan sus salarios; por eso vemos que no se invirtió en darle mantenimiento a las escuelas públicas; por eso las calles y avenidas están destruidas; por eso la crisis en la recolección de basura.

Este gran endeudamiento será la excusa para imponernos recortes al gasto social, ataques a los derechos laborales y reformas contra el sistema de jubilación por parte del FMI. El principal responsable de este desastre, junto con Cortizo, es su ministro de economía, Héctor Alexander, discípulo de otro que llevó el país a la crisis en los años 80, Ardito Barleta.

Con la excusa de la guerra de Ucrania, lo que ya era malo para el pueblo panameño se ha puesto peor: alza abusiva de los combustibles con la correspondiente carestía de los alimentos y de toda la canasta básica familiar, mientras que los salarios se deprimen y no hay empleo para la juventud. Hay que pararle la mano a este gobierno porque dos años más no se aguantan. Por ello el Polo Ciudadano llama a respaldar las medidas de lucha convocadas por la Alianza Pueblo Unido por la Vida para exigir un vuelco en la política de este gobierno.

Pero junto con la lucha concreta por los derechos económicos y sociales, es necesario que surja de las entrañas del pueblo una Propuesta Política Alternativa, que rompa con la corrupción rampante de los partidos tradicionales y los falsos “independientes”, para que de cara al 2024, tengamos un gobierno que asuma y tenga como prioridad la creación de empleos, salarios justos, protección a la producción nacional, priorización de la salud y la educación públicas.

Panamá, 1 de julio de 2022

Polo Ciudadano (PC)