Defendamos las revoluciones de Venezuela, Bolivia y Ecuador amenazadas por esta operación militar

Fuera yanquis de Costa Rica y América Latina

Alto a la política antidemocrática, represiva y militarista de Laura Chinchilla

La aprobación en la Asamblea Legislativa, por 31 diputados, del permiso de navegación, ingreso y atraque en los puertos del país de 46 barcos de guerra  y 7 mil “marines” norteamericanos, ha querido ser justificada por el Gobierno [de Costa Rica] como parte de los convenios de colaboración con el Gobierno norteamericano para contener y desmantelar las redes del narcotráfico en la región.

Pero la verdad es que esta prestación del territorio marítimo y de los puertos de nuestro país está muy lejos de una operación anti narcotráfico y muy cerca de la vuelta en acción de la  IV Flota del Ejército norteamericano que había sido desmantelada en 1950. En efecto, la IV Flota ha regresado al Caribe a partir del anuncio que hiciera el Pentágono el 24 de abril de este año. La operación que involucra territorio marítimo y puertos de Costa Rica, es desproporcionada para el cumplimiento de los supuestos objetivos anti narcotráfico.

Esta actividad le ha quedado como anillo al dedo al imperialismo norteamericano porque de esta manera disimulan su verdadero objetivo: provocar y amenazar a la revolución bolivariana de Venezuela en el marco de su ofensiva contra los pueblos de Irán, Medio Oriente, de Palestina, Irak, Afganistán y Pakistán. Amenazando a Venezuela también lo hace contra los procesos revolucionarios en Ecuador y Bolivia y en general contra el movimiento de masas suramericano que no  cesa de manifestarse y luchar.

Entre los 47 barcos de guerra se encuentra el portaaviones más poderoso de la flota norteamericana: el USS George Washington con propulsión nuclear que transporta los más avanzados aviones de combate F-16 y F-18, helicópteros, bombarderos y aviones de espionaje. Un cuerpo de 7 mil marines es toda una fuerza de cabeza de ocupación y va más allá de las funciones de protección de los barcos de guerra.

Por otra parte, el convenio firmado en 1999 entre los norteamericanos y el gobierno costarricense, comprendería la participación de guardacostas y no de toda una flota de combate. La IV Flota, desde luego actualizada, se creó para resguardar el petróleo venezolano que abastecía al Ejército norteamericano en la guerra interimperialista contra Alemania. Fue precisamente en 1943 que se conforma esta IV Flota y con ese propósito fundamentalmente. Que Laura Chinchilla y su escudero, José María Tijerino, traten de esconder el verdadero propósito es lógico porque no solo están a pie juntillas comulgando con las políticas contrarrevolucionarias del imperialismo, como es tradición. También quieren recibir en pago un extra financiamiento del imperialismo para las políticas de fortalecimiento militarista y represivo de los cuerpos policiales en el país y de la Plataforma de información policial que es el más sofisticado sistema de espionaje contra la sociedad, por la vía de la absoluta violación de datos que tengan las instituciones y de las comunicaciones telefónicas y de internet de los ciudadanos.

Para calmar los ánimos que despertó la aprobación de este infame permiso en  algunos sectores, incluyendo de la propia burguesía, Tijerino señaló que “Los militares custodiarán los barcos de guerra que atraquen en puertos costarricenses y desarrollarán, desarmados, actividades de esparcimiento” ( El Financiero.com, lunes 5 de julio (21:00 hrs),  rebajando la importancia de la presencia de los barcos de guerra y justificando lo que pareciera ser entonces el valor agregado de los servicios del país como prostíbulo itinerante y paraíso de diversión libre de multas y tribunales de flagrancia porque los militares tienen absoluta inmunidad.

Es claro el objetivo del imperialismo y de la IV Flota con esta operación que Laura Chinchilla, Tijerino y los 31 diputados quieren presentar como paseo de esparcimiento por el Caribe y nuestras playas bajo el pretendido combate al narcotráfico Por más de dos décadas el imperialismo ha sostenido operaciones contra el tráfico de drogas  sin frenar ni el tráfico y mucho menos el incremento del consumo en general y en Estados Unidos en particular.

Fuera del Caribe y de las costas venezolanas la IV Flota norteamericana.

Revocatoria del permiso infame para que la IV Flota y los marines utilicen nuestro territorio marítimo y atraquen y se “esparzan” en nuestros puertos.

Alto a la agresión y amenazas del imperialismo contra las revoluciones bolivariana, ecuatoriana y boliviana.

Al narcotráfico se le combate frenando el consumo y el consumo se frena con la revolución socialista y una sociedad libre de la necesidad de evasión con drogas y alcohol, o sea libre de explotación y opresión del hombre por el hombre.

Partido Obrero Socialista de Costa Rica (POS)

9 de julio 2010