Por Luis Alfonso Bernal

El pasado 30 de Julio dio inicio una nueva huelga del magisterio panameño, esta vez contra la aplicación del Decreto No 920, que creaba el Sistema de Gestión de Centros Educativos de Formación Integral, que es una privatización parcial de la educación superior.

A pesar de todos los discursos triunfalistas de Ricardo Martinelli sobre la buena salud de la economía y sobre los beneficios de la ampliación del Canal de Panamá, el déficit fiscal de 800 millones de dólares en el año 2013 se hace sentir directamente en el sistema educativo. Y por ello el gobierno de los empresarios quiere hacer negocio con la educación pública.

La vanguardia da un paso al frente

La huelga inició con el gremio dividido. No todos los sindicatos estaban de acuerdo con el paro, solamente 7 sindicatos iniciaron la pelea, pero la vanguardia del magisterio constituida porla Asociación de Profesores de la República de Panamá, la Asociación de Educadores Veragüenses, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, entre otros, terminaron imponiendo el ritmo de la lucha y la movilización. Al comienzo el gobierno se mantuvo expectante esperando que el paro se cayera por su propio peso, pero después tuvo que utilizar la Policía para reprimir los piquetes de huelga de los maestros, llegando a encarcelar a algunos activistas. Al mismo tiempo, la ministra Molinar amenazó a los maestros en huelga con realizar descuentos salariales, violentando la legislación laboral panameña.

Derogación del decreto No 920

Una vez que la ministra Molinar anunció la derogación del decreto No 920, la principal consigna de la huelga fue la firma de un acuerdo con el Ministerio de Educación para ponerle fin al movimiento, obligando al gobierno a comprometerse en el cumplimiento de lo acordado, que no haya despidos ni represalias, que no haya descuentos salariales y mantener una mesa de negociación. La huelga fue convocada inicialmente para 48 horas, después se alargó a una semana y al cierre de edición el paro todavía se mantiene.

El 12 de agosto fue finalmente publicada en La Gaceta Oficial la derogación del Decreto No 920, lo que constituye un triunfo de la huelga. Pero en esa misma publicación el gobierno dio a conocer dos nuevos decretos: el 695 y 696 que crea los centro Educativos Guillermo Endara Galimany el Centro Educativo República de China— las dos escuelas modelos— que no es otra cosa que la aplicación del fenecido decreto No 920.

Prolongación de la huelga

Esta maniobra encendió aún más los ánimos del magisterio en huelga. Ha sido la intransigencia del gobierno de Martinelli lo que ha prolongado la huelga, al grado de implantar un verdadero caos en el sistema educativo. Molinar sostiene que como no participaron todos los sindicatos, no hubo huelga en todos los colegios y por lo tanto no es necesario firmar un acuerdo con los sindicatos que sí se mantienen luchando.

Ante la dura postura de la ministra Molinar, los sindicatos en huelga exigieron negociar directamente con el presidente Martinelli, pero la propuesta cayó en saco roto.

La prolongación de la huelga está afectando el ambiente electoral. Juan Carlos Navarro, candidato presidencial del torrijista Partido Revolucionario Democrático emplazó al gobierno de Martinelli a abrir vías de diálogo, pero al mismo tiempo llamó a los maestros a desistir de la huelga.

La prolongación de la huelga y el caos del sistema educativo no ha amilanado al gobierno, el cual pasó a la ofensiva realizando pequeñas movilizaciones reaccionarias, llamadas “cadenas humanas”, con directores de escuelas y padres de familia afines al gobierno, intentando crear una movilización de masas que presionara a los maestros a abandonar la huelga, sin firmar al menos un documento, lo que en los hechos equivaldría casi a una derrota.

Solidaridad de otros sindicatos

Pero, lejos de debilitarse la huelga, la prolongación de la misma activó la solidaridad de otros sindicatos, como el Frente Nacional por la Defensa de los Derechos Económicos y Sociales, el combativo Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Industria de la Construcción y Similares, el sindicato de trabajadores de Femsa-Coca-Cola, y la Confederación Nacional de Unidad Sindical Independiente.

Es urgente un paro nacional de 24 horas

El gobierno de Martinelli ha provocado el alargamiento de la huelga para debilitar al magisterio en lucha; es una posición clara y consciente, por eso se resiste a firmar un acuerdo de cara a la sociedad.

El estancamiento solo se puede romper aumentando el número de maestros en huelga y con la solidaridad activa de otros sindicatos. Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos al magisterio a cerrar filas, a mantenerse unido en sus demandas, al mismo tiempo que llamamos a todos los sindicatos a convocar de manera urgente a un paro nacional de 24 horas en solidaridad con la huelga magisterial.