Por Diego Lynch

El conflicto de aprobar una Ley de Tercerización en Nicaragua lleva años, y a sabiendas que este tipo de prácticas a quienes afecta es a los trabajadores, el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) era el principal abanderado en promover y aprobar dicha práctica a través de una Ley en la Asamblea Nacional.

La propuesta de Ley General de Regulación y Ordenamiento de la Tercerización, Subcontratación e Intermediación del Empleo fue introducida en 2009 por la entonces legisladora sandinista Alba Palacios; pero fue respaldada por los sindicatos oficialistas y los independientes. (La Prensa; 16 de Febrero del 2017).

En Nicaragua esta práctica se implementó en los años 90, cuando los gobiernos de derecha y sus grandes empresarios crearon empresas de subcontratación, con el fin de que no existiera un vínculo directo entre los trabajadores y el verdadero empleador. El objetivo era que este no tuviera ningún tipo de responsabilidad sobre sus empleados. Año con año se volvió una costumbre y ha permitido que se les cercenen a los trabajadores un sinnúmero de derechos laborales contemplados dentro del Código del Trabajo (El Socialista Centroamericano; 12 de Abril del 2012).

Gobierno se amarra con Liberales

El Gobierno del Frente Sandinista, a sabiendas de que esta práctica ya hecha costumbre en Nicaragua solo beneficia a los empresarios, entre ellos los grandes dirigentes sandinistas, se amarraron con los liberales para descartar el proyecto de Ley que trataba de “regular” esta práctica y proteger algunos derechos laborales.

La Ley de Tercerización Laboral murió antes de nacer. Los diputados sandinistas y del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) en la Comisión de Asuntos Laborales de la Asamblea Nacional ordenaron la caducidad de la propuesta de la Ley, bajo el argumento de que existe en el país suficiente base jurídica para proteger los derechos de los trabajadores. (La Prensa; 16 de Febrero del 2017).

Sandinistas Divididos

Gustavo Porras, eterno dirigente Sindical y fiel sabueso del Frente, quien actualmente es empresario y presidente de la Asamblea Nacional, mando a sepultar el proyecto de Ley que buscaba regular la tercerización en el país. Con esto una vez demuestra que el mal llamado dirigente sindical defiende los intereses de sus negocios y de la burguesía, traicionando de nuevo a los trabajadores.

Por su parte, Roberto González, Dirigente Sindical Sandinista pero opuesto a Porras, ha reaccionado inconforme con el actuar de sus compañeros sandinistas.

Los representantes de los principales sindicatos, sandinistas e independientes, reaccionaron molestos por la decisión de la Comisión Laboral de archivar la Ley de Tercerización aboral.

Antonio Jarquín, secretario general de la Central de Trabajadores de Nicaragua (CTN), exigió a los diputados sandinistas y del PLC revertir la decisión… “Es un acto de irresponsabilidad, con esto los diputados se convierten en cómplices de las tropelías que cometen los empleadores con los trabajadores, le dan la espalda a la clase obrera y nos dicen que los legisladores están para permitir los abusos que cometen los empleadores”, criticó Jarquín. Roberto González, dirigente de la Central Sandinista de Trabajadores (CST), también reaccionó inconforme con que se desista de aprobar la Ley de Tercerización, “porque con ello se están negando los derechos de los trabajadores que están en el sistema de subcontrataciones”… Roberto González, de la CST, y Antonio Jarquín, de la ATN Autónoma, negaron que hayan respaldado a la Comisión Laboral para que se archive la propuesta de la Ley de Tercerización Laboral. Ambos sindicalistas pedirán ser notificados de esa decisión para proceder en contra de la medida. (La Prensa; 16 de Febrero del 2017).

No a la Tercerización

Desde el Partido Socialista Centroamericano instamos a todos los obreros y trabajadores a unir fuerzas y luchar en contra de la tercerización, ya que esta práctica laboral deja en indefensión a los trabajadores; si bien es cierto sería sano regularla para evitar más atropellos a los derechos laborales, lo más sano es que desaparezca esa práctica de subcontratación, ya que es una práctica burguesa que los empresarios utilizan para enriquecerse más a costilla de la clase obrera.