Por Jose Maria Artola

La desgracia para los pueblos Nahuat-Pipil inician con la invasión española comandada por  Pedro de Alvarado, quien el 6 de junio de 1524, atraviesa el río Paz y para el 8 de junio se estaría librando en Acaxual la primera batalla de Resistencia comandada por el héroe Nahuat-Pipil Atonal, quien hirió  de muerte a Pedro de Alvarado, para el 13 de junio se estaría librando una segunda y sangrienta batalla en Tacuzcalco, el 17 Alvarado   llega a Cuzcatan, desde estos acontecimientos  los invasores españoles y sus descendientes han venido aprovechándose del principal medio de producción: la tierra. 

De igual manera los pueblos originarios   Nahuat-pipil en los ya casi 500 años de invasión han mantenido una fuerte resistencia y  constantes luchas contra los continuos despojos, la opresión y la sobrexplotación  realizados por los diferentes gobiernos, una de estas es la insurreccion Nahuat-pipil de 1932, en la cual tuvieron participación otros sectores  sociales como el proletariado agrícola, campesinos, el proletariado de la ciudad así como sectores de la clase media.

La oligarquía cafetalera y la expropiación de tierras comunales y ejidales

La colonia española  fue con objetivos  capitalistas, pero no  originaron un sistema de producción capitalista, debiendo desarrollar por lo tanto relaciones de producción  esclavistas, semi esclavistas y feudales, conviviendo también la propiedad privada de los españoles junto a la propiedad comunal de los pueblos Nahuat-Pipil. Aun siendo indepedientes los criollos salvadoreños mantuvieron dichas relaciones al igual que la producción y  comercialización del añil. Mientras los  criollos añileros se verían golpeados y reducidas sus ganancias por la caída de los precios internacionales del añil, otro sector emergente de los criollos buscaba nuevas formas o productos  para articularse con el capitalismo a nivel internacional, siendo este producto: el café,  introducido su cultivo en El Salvador en  1846 por el Presidente Eugenio Aguilar, e intensificado en el gobierno del Liberal  Gerardo Barrios en el periodo comprendido entre 1861 y 1863, posicionándose  como principal producto agrícola  de exportación. Al aumentar el precio del café  los gobiernos obligarían a que se cultivara mas  en las tierras ejidales y comunales  que todavía eran  propiedad de sus legítimos dueños. Vale señalar que el cultivo del café inicialmente fue   en tierras altas  sobre todo en la zona occidental  en donde se tenían mayor concentración de tierras comunales y mayores poblaciones Nahuat-Pipil.

Para 1876 llegaría  a la Presidencia  Rafael Zaldívar quien entre 1881 y 1882 promulgo una serie de Leyes para expropiar y apropiarse de  las tierras ejidales que eran propiedad de las municipalidades y las tierras comunales propiedad de los pueblos indígenas las que según autores como  Rafael Menjivar podrían rondar en el  40 % del territorio. Casi Lograron terminar  con la propiedad comunal, pero estas no  fueron distribuidas  a los indígenas y campesinos en calidad de propiedad privada individual, sino que pasaron a ser propiedad privada individual de los cafetaleros quienes terminaron adueñándose de la mayor parte del territorio.

Dichas Leyes vinieron a legalizar las usurpaciones de hecho realizadas por los productores de café ejemplo: caso de Zalcoatitán 1858, en donde el general Francisco Salaverría amplió el cultivo del café usurpando las tierras comunales. Fueran de hecho o de derecho dichas medidas provocaron descontento en los indígenas y campesinos  llevando a recurrentes levantamientos de los mismos como fueron los del 12 de agosto de 1872, 16 de marzo de 1875 … 14 de marzo de 1875, 2 de enero de 1885 y 14 de noviembre de 1898.

Una vez el indígena sin propiedad comunal, estaba condenado a ir perdiendo su ideología e identidad, la expoliación y saqueo  continuó en el siglo  XX,  para el 11 de abril de 1907 el poder legislativo aprobó la Ley agraria de la República de El Salvador, la  cual contaba con   el capítulo IV relacionado con  Terrenos baldíos, ejidales y comunales. Estableciendo en   el artículo 93 “…Quedan extinguidos los derechos que la nación o los municipios por cesión de ésta, tengan o puedan alegar sobre terrenos ejidales, comunales ó baldíos  poseídos en la actualidad por particulares los cuales serán tenidos como dueños, perjuicio de derechos de tercero. Quienes habitaran en dichos propiedades debían solicitar por escrito al Alcalde la legalización de los mismos, debiendo probar dicha posesión. Las legalizaciones no eran tan factibles para los indígenas y los campesinos.  Estableciendo también  la subasta de aquellos terrenos baldíos, ejidales y comunales que no estaban poseídos.   Esta Ley estableció  la policía agrícola quienes tenían la responsabilidad de perseguir constantemente en los campos, caminos, hatos, haciendas, heredades,… a los jornaleros quebradores, jugadores de juegos prohibidos, ebrios de profesión vagos de todo género calificados de tales por las leyes de policía común… asegurando de esta forma la mano de obra barata formando así parte de las grandes masas de jornaleros quienes además debían inscribirse en las Alcaldías.

Indígenas,  campesinos y proletariado

La sustitución del café por el añil como producto de sostén de la economía salvadoreña monoagroexportadora, trajo consigo la consolidación de una nueva fracción dentro de la clase dominante constituida por criollos y extranjeros: la oligarquía cafetalera. Asi mismo se operaba un  cambio en las relaciones de producción dejando las formas extraeconómicas y pasando a la sobrexplotación de la mano de obra. Al apropiarse de las tierras ejidales y comunales los cafetaleros, unidos a la sobrexplotación iniciarían un proceso de acumulación.  En cambio, los indígenas y campesinos que poseían tierra para su cultivo serian despojados de las mismas, quedando obligados a vender su fuerza de trabajo para poder sobrevivir. Para 1907 la Ley  Agraria de la República de El Salvador definía como jornalero a todos los que se ocupen en un trabajo ajeno mediante estipendio diario que se llama jornal, en otros términos este sería el proletariado, en mayoría agrícola.  Para los años de 1920 otra parte de la población se empleaba en  talleres artesanales, la industria textil hacia su aparición,  existían Compañía de Alumbrado Eléctrico,  Compañía inglesa  de servicios ferroviario, no habiendo mayor desarrollo industrial, todavía el clásico proletariado industrial era escaso, pero este sector de trabajadores en esos años  se organizaron,  surgiendo asi varias organizaciones sindicales.

Laboristas y comunistas

Todo lo anterior unido la crisis del capitalismo  y a la caída de los precios del café a nivel internacional  llevó a que la oligarquía decidiera no cortar  las cosechas  del café, las personas que trabajaban en ello quedaron sin trabajo, los que trabajaban en la ciudad verían reducidos sus salarios, las capas medias sufrirían bajas y retrasos en el pago de sus salarios. La  crisis había golpeado y la oligarquía la había recargado en el pueblo trabajador llevándolo a la pauperización.

En materia política para esos años ya se tenía  las noticias de la Revolución Mexicana y el triunfo de la Revolución   Volchevique. Para  1930 se había constituido el Partido Comunista Salvadoreño  (PCS) y el Partido Laborista con ideología socialdemócrata, conformado por campesinos, trabajadores y sectores populares, recogiendo demandas de estos ofreciendo nacionalización de la tierra…entrega de parcelas al campesinado…y apoyo a las luchas reinvidicativas de los obreros. Por la otra parte planteaba un modelo capitalista diversificador e industrializante  el cual representaba una amenaza para la oligarquía cafetalera.

Dicho partido era  dirigido por Arturo Araujo quien logra llegar a la presidencia en marzo 1931 y derrocado mediante golpe de estado el 2 de diciembre del mismo año, arribando en 1932  al poder el General Maximiliano Hernández Martínez quien habiendo consolidado el ejército estratégicamente permitió las  elecciones municipales en las cuales participa el PCS con sus candidatos, pero el gobierno  se roba los triunfos en las zonas de influencia del PCS, lo anterior genera descontentos. Los primeros días de enero de 1932  se dieron constantes movilizaciones y protestas  contra el fraude, huelgas, etc. las cuales eran reprimidas, existía un asenso del movimiento de masas y una situación revolucionaria lo cual llevaría a PCS a lanzarse a la toma del poder,  después de varias discusiones  decidieron  el  21 de enero. Por su parte Araujo proyectaba una invasión desde Guatemala la cual coincidiría con  un levantamiento agrario  en zona occidental que preparaban los líderes laboristas.

Mientras para el 22 de enero los pueblos originarios Nahuat-Pipil estaban insurreccionados. Resultado de lo anterior  fueron más de 30 mil personas asesinadas en su mayoría de los pueblos originarios Nahuat-Pipil, esto traería grandes repercusiones en los pueblos Nahuat-Pipil ya que  los obligaría a negar su propia identidad como una forma de preservar la vida, lo relacionado a la identidad Nahuat-Pipil fue perseguido(espiritualidad, idioma, vestimenta, etc). Todo apunta que el objetivo principal de la represión eran los indígenas, por ser con quienes la oligarquía cafetalera traía contradicciones históricas.

La  oposición laborista y  los comunistas también fueron golpeados por el General Martínez ganándose con ello el apoyo del imperialismo norteamericano y de la oligarquía salvadoreña.