Por Sebastián Ernesto González

Este año ha sido la fiesta de la corrupción en el país, la crisis de la pandemia le vino a ofrecer en bandeja de plata a la narcodictadura muchos miles de millones de lempiras, la cantidad saqueada del Instituto Hondureño de Seguridad Social ha quedado minimizada en comparación con lo robado este año. Con un sistema judicial que baila al ritmo del jefe, los funcionarios delincuentes hacen de las suyas a su antojo y la moda son las sobrevaloraciones de todo lo que se compra.

En el 2015 las marchas de las antorchas se realizaron como una condena y repudio al régimen juanorlandista por el saqueo hecho en el IHSS, las enormes movilizaciones fueron canalizadas por los oportunistas y la embajada estadounidense para crear la MACCIH (Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras) en el 2016,  en un primer momento se exigía una CICIH al estilo de la que había en Guatemala, sin embargo, todo el poder y con la complicidad de la OEA se utilizó para aplacar el clamor popular y medianamente crear un aparato internacional que maquillara el rostro del país. Esta institución fue disuelta en enero del presente año al no aprobar el congreso nacional la extensión de la misma.

Mes y medio después de la disolución de la MACCIH el país entró en cuarentena e inició la fiesta que aún no termina, el Partido Nacional siempre con sus comparsas dentro del congreso y con órdenes desde el ejecutivo emprendieron el mayor saqueo en la historia de país alguno, tan descaradamente lo han hecho que es oprobioso la forma en que han utilizado al más del 60 % de pobres que existen en el país con el fin de robarse todo lo que se puede, han jugado con el hambre, la salud y la educación del pueblo, pero esto no les importa y siguen saqueando.

Detienen a Marco Bográn

Hoy lunes 5 de octubre han detenido al exdirector de Inversión Estratégica de Honduras (Invest-H), Marco Antonio Bográn Corrales,  acusado del delito de malversación de caudales públicos por hospedarse junto a otras personas en un hotel de lujo a inicios de la pandemia, el funcionario pasa a ser por un tiempo el chivo expiatorio del régimen que ya es tenido por uno de los gobiernos más corruptos del mundo.

La detención de Bográn es una acción para desviar la atención y lavarse las manos al estilo de Poncio Pilato, pero en ningún momento obedece a la correcta aplicación de la justicia, de hecho, la mejor prueba de esto ha sido la liberación la semana pasada de los autores intelectuales del asesinato de Bertha Cáceres. Al igual que en días anteriores fue la liberación de Rosa Elena de Lobo, acusada por la MACCIH de corrupción.

En esta ocasión no hay indicio de que haya movilización al igual que en el 2015, el confinamiento decretado por el gobierno lleva como propósito el mantener a la población controlada y generar temor de contagiarse. Con una oposición política que no da muestras de unirse y que por ahora solo ven el proceso electoral del 2021, lo cierto es que los niveles de corrupción son tan elevados que ya debería existir un frente común de oposición al régimen para ponerle un alto de una vez por todas y para movilizar a la población hasta que caiga.

El pueblo debe entender de una vez por todas que cualquier persona que hable y actúe distanciando la unidad de quien debería ser oposición al régimen no es más que un aliado de los que ahora venden al país. Y cualquiera que luche y trabaje por estar del lado del pueblo peleando en las calles es de verdad el que debe liderar la oposición.

¡Ya es tiempo de poner un alto a este gobierno militarista y delincuencial!