Por Carlos M. Licona
En el año 2017 el concurso docente fracasó y fue anulado, privando a miles de docentes obtener una plaza en propiedad.
Este año se repite la historia, de 22,100 concursantes en todo el país y en todos los niveles, a penas aprobaron el mismo 2000 maestros, a penas el 9.05%. Obteniendo una reprobación del 90.95%, terrible resultado y duro golpe a los docentes, pero también a la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, de donde egresa la mayoría de los licenciados que optan a plaza en educación pública.
¡Yo también me aplacé!
Al momento de iniciar a escribir estas líneas, me puse a buscar información sobre las opiniones de los especialistas como el Doctor Mario Alas o el Doctor Russbel Hernández, profesionales especialistas en la medición de la calidad de la educación y empleados de la UPNFM. No obstante, encontré algo más importante en una página del diario La Prensa: La prueba on line aplicada a los licenciados en Educación Básica y que aspiran a laborar en los grados de primero a sexto.
Quizás me tardé unos 25 minutos en responder las 50 preguntas, que asumo son prácticamente las mismas que salieron en las pruebas aplicadas a tales aspirantes. Al menos son las mismas con las que he leído en algunos periódicos y escuchado decir de algunos que concursaron.
Tengo 32 años de laborar, de los cuales la mayoría, más de 20 años los he trabajado con grados superiores (5° o 6° grado) o con tercer nivel de educación básica (de 1° a 3° de lo que antes fuera ciclo común) o bien, con educación media. Tengo un título de educación primaria y una licenciatura en matemática. A groso modo puedo decir que me tardé un promedio de 25 segundo en responder a cada pregunta, haciendo un total de 22 minutos aproximadamente. 
Le informo que me aplacé con 56%. Si, me aplacé.
Por el tipo de ítems que recuerdo, puedo asegurar que estos se separan en 5 áreas de conocimiento; leyes, matemática, ciencias sociales, español y ciencias naturales.
Las preguntas en realidad no son complicadas, sin embargo, para alguien que se haya saltado una página o alguna lectura de la temática oficial para estudiar, seguro que fallaría la mayoría de las respuestas. Puedo asegurar que como docente de matemática no fallé estos ítems, sin embargo, estoy seguro de que la mayoría de los concursantes las pudo haber fallado. En algunos casos tuve que hacer cálculos que requieren fórmulas y operaciones, con las que yo estoy muy familiarizado. Sin embargo, no sucede lo mismo con un licenciado en Educación Básica que aspira a laborar o que apenas lleva pocos años laborando; Máximo Común Divisor, operaciones con decimales y fracciones, área de un círculo, volumen de un prisma o de un cilindro. 
En los ítems del área de español, no considero que eran complicados, sin embargo, supongo que aquí comencé a fallar, no recuerdo que es una prosopopeya, tengo que leer el concepto para recordarlo, a pesar de que muchas veces he enseñado el tema. Preguntas sobre prefijos, sufijos, sustantivos, adjetivos, quizás destinando mayor tiempo pude haber elevado un poquito mi nota, no obstante, fallé.
En sociales, creo que aquí me fue bien, términos como colonia, prehispánico o ubicación no requieren de mayor esfuerzo para responder de mi parte, pero si creo que le ocasionarán problemas a alguien joven que no está familiarizado con la ubicación geográfica o en el tiempo.
En el área de naturales, aquí la mula botó a Genaro, creo que las fallé todas, siendo conceptos que anualmente me toca explicar y enseñar a los alumnos de sexto grado. Preguntas sobre neuronas, orden, familia, clase, reino, las faces del ciclo de la mujer, entre las que recuerdo.
En la parte “legal” yo creo que respondí bien, o en la parte pedagógica, pero si saqué un 56% significa que fallé algunas, considerando que en matemática y sociales me fue bien.
Mi análisis
Dando la oportunidad de la duda al Ministerio de Educación y a la dirigencia magisterial, y considerando que los ítems de las pruebas no son complicados, pero si rebuscados, solo queda como explicación una de dos: O la temática que se asignó no correspondió a la evaluada o bien, los participantes no leyeron lo suficiente.
Veamos, si yo con mis 32 años de experiencia y me especialidad en matemática reprobé, creo que puedo elevar considerablemente mi nota leyendo los contenidos y tomando más tiempo para responder cada pregunta. 
En el tiempo del tristemente célebre Marlon Escoto, me evaluaron tres veces en mi especialidad, la primera vez que fue en línea y el sistema me sacó sin completar mi prueba (supongo que reprobé), y las siguientes dos veces con pruebas que estaban acorde con las competencias requeridas (aprobé con más del 94%), considero que el tipo de prueba se rigió en parámetros normales de lo que se pretendía, a mi parecer.
Escuché al Doctor Mario Alas señalar que asesoró el proceso, desconozco en qué términos, pero supongo que fue a modo general. Señaló que la prueba se elaboró siguiendo estándares internacionales de rendimiento. 
Según leí en el diario La Prensa, la responsabilidad le fue asignada a la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (LP 26/noviembre/2019 por Mario Sánchez). Dejando al margen a la UPNFM.
¿Qué pasó entonces? 
Recordemos que la Dirección Departamental estuvo tomada por casi un mes por algunos dirigentes magisteriales, situación que de una u otra forma entorpeció el proceso de organización, el anterior Director Departamental desintegró la Junta Departamental de Selección de Francisco Morazán en los últimos dos años, apenas integrándola nuevamente a mitad de este año. Pretendiendo el departamental anterior, conformar una Junta con tinte político, situación que llevó a la toma de la departamental.
Lo anterior dio un margen muy corto para organizar el concurso, donde los dirigentes de los seis colegios magisteriales fueron simplemente veedores del proceso. Aun desconozco la temática que se dio para estudiar y que se supone evaluarían en el concurso, a mi juicio, para responder preguntas simples en una gama de contenidos muy extensa, se vuelve muy complicado para asimilar en una semana. Principalmente si las áreas son diferentes. 
Lo que se debe hacer
Aparentemente, la dirigencia ha tomado como resolución se respete la legalidad del concurso, respetando los que ya aprobaron, el resto, los 19,700 reprobados tienen el derecho al pataleo. Y los que se mueven en un rango del 64% al 69% sean sometidos a un proceso de inducción en el primer semestre del 2020 para someterse a un nuevo concurso en el segundo semestre del mismo año.
Esta medida es totalmente excluyente, y deja a un alto porcentaje indefenso y destinado a no obtener una plaza. Una postura que deben exigir y luchar los maestros concursantes es que a todos se les aplique esta medida, y no al pequeño número que se mueve en estos porcentajes.
Los docentes no tienen más medida que organizarse y luchar para hacer prevalecer el derecho que les corresponde, son los menos culpables de la reprobación y si hay que culpar a alguien, es a las nefastas medidas sectarias y políticas tomadas por el Ministerio de Educación y las Direcciones Departamentales, independientemente de quién elaboró las pruebas. Y lamentablemente, en esta ocasión las direcciones del magisterio se bañan en santidad y se lavan las manos al igual que Poncio Pilato.
Si usted tiene acceso a los ítems de las diferentes áreas, puede hacérmelas llegar a mi correo: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. con el propósito de hacer un análisis de los ítems.