Por Sebastián Ernesto González

Los levantamientos populares en el país ya son varios, desde que se asestó el golpe de Estado del 2009, el pueblo prácticamente ha estado insurreccionado: los 7 meses del régimen de Michelleti, los 4 años de Porfirio Lobo y los ya casi 6 años que lleva Juan Orlando. Ningún gobierno antes, había tenido tanta movilización en contra. Entonces no hay ninguna duda que a este régimen lo mantienen fuerzas externas e internas.

Miseria y hambre en la población

Internamente, crearon una estructura destinada a saquear las arcas del Estado y vender a pedazos el país, se confabularon con la empresa privada -principalmente con la banca-, se agenciaron la bendición de la confraternidad evangélica y líderes católicos, cooptaron a la sociedad civil, a casi toda la prensa y analistas diversos. La forma de hacerlo fue muy sencilla; compras al mejor postor, así lograron el apoyo incondicional de todos estos corruptos y delincuentes, con los dineros saqueados del pueblo y el dinero obtenido del narcotráfico, lograron repartir a manos llenas, mientras los trabajadores nos hundíamos en la miseria.

Aunque fuera cierto que los índices macroeconómicos mejoraron, lo cierto es que el índice de inflación se chupó los salarios de la población, se crearon leyes para favorecer a las empresas en detrimento de los empleados, como ser el “empleo por hora”, para mencionar un caso. El precio de la energía eléctrica se disparó y toda la canasta básica se elevó. La falta de empleo obligó a miles de compatriotas a emigrar solo con una bolsa de sueños y en algunos casos familias completas integraron las enormes caravanas que sacaron de sus casillas a Trump, y que en varios casos sufrieron la muerte, secuestros y vejámenes. La clase media prácticamente fue llevada al límite de la pobreza o por debajo de la línea de miseria. Con tanta familia afectada, que obviamente manifiesta su rechazo al régimen, cómo es posible que el pueblo no exterioriza todo ese malestar para salir a las calles y exigir la caída de JOH.

Son 10 años los que van de lucha, una gran parte de la población militante se ha decepcionado de no obtener la victoria, primero fue el acuerdo de Cartagena, luego las elecciones del 2013, luego las movilizaciones de las antorchas en el 2015, luego las elecciones del 2017, y este año las convocatorias de la PLATAFORMA. En todas esas grandes movilizaciones, el régimen siempre logró imponerse, ya fuera mediante el diálogo o por la fuerza militar.

Ya nadie desconoce, que Honduras se volvió una región importante en la geopolítica internacional, el golpe de Estado del 2009, fue avalado y apoyado por el gobierno de los Estados Unidos para encarrilar al país al sendero del que Manuel Zelaya se había alejado. También el régimen post golpista fue apoyado por las naciones europeas, tanto el imperio norteamericano como las naciones europeas han financiado a la dictadura y la han mantenido avalando los fraudes electorales.

El estira y encoje de la oposición

Nadie duda que JOH, supo crear una base que le sigue, le apoya y le defiende, sin importar que les llamen cincuentapeseros o mostaceros, también conoce bien las debilidades de la oposición, sabe cómo atraerlos y como contentarlos. Con el golpe de Estado, el FNRP fue la organización más potente y beligerante de las últimas décadas, quizás la mayor, no se pudo revertir el golpe y más bien, el FNRP se convirtió en el partido LIBRE, y todo fue encausado a los procesos electorales, sacando la lucha de las calles y llevándola al congreso nacional.

Cuando ya parecía que el régimen se caía en los meses de mayo y junio, nuevamente logró atrapar a dirigentes traidores y aunado a la decisión de la PLATAFORMA de no movilizar con objetivos políticos, el dictador logró sortear nuevamente el peligro. Pero no ha pasado mucho tiempo cuando esta semana, ha sido un fiscal de New York el que ha agitado el calor popular del país y nuevamente se genera la idea en el imaginario colectivo que la dictadura puede caer.

No se vislumbra la unidad en los líderes de la oposición para convocar al ¡FUERA JOH!. Como un guion aprendido, todos siguen diciendo lo necesario para no unificar, mientras parte del pueblo se moviliza a las calles, principalmente del magisterio. Autodirigido a una decepción más, solo con la remota esperanza, que un juez de New York termine aceptando las pruebas contra el sospechoso de traficante de drogas al más alto nivel.

¡SOLO LA HUELGA GENERAL INDEFENIDA PUEDE TUMBAR AL NARCODICTADOR!