Por Horacio Villegas

Desde que el Partido Nacional llegó al poder mediante las fraudulentas elecciones de noviembre del 2017, en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) se ha venido dando un periodo de silencio, que da por entendido el momento de crisis por el que atraviesa hoy el movimiento estudiantil universitario.

Pugnas a lo interno del MEU

Una batalla de comunicados ha surgido luego de darse por finalizado el proceso de elaboración del reglamento estudiantil, mismo reglamento que regirá las próximas elecciones en la Universidad. Diferentes sectores como los movimientos independientes y varias asociaciones de carreras, que conformaron activamente la estructura del MEU en su momento, han venido cuestionando el papel de varios de los supuestos líderes que hoy encabezan esta organización estudiantil.

En un comunicado emitido el pasado 18 de junio, varias asociaciones de carreras y movimientos independientes, tomaron la decisión de expulsar a cinco miembros del MEU, por su “falta de ética” y “atribución de facultades” sin consentimiento asambleario.

“3. Luego de reunirse en pleno, valorar prácticas, hechos y situaciones que comprometen a nuestro movimiento, se tomó la decisión de ratificar el acuerdo de separación de los estudiantes Héctor Estrada, Diego Valdés, Héctor Ulloa, Marcos Rubí y Rudbel Barahona del movimiento estudiantil Universitario, en Ciudad Universitaria, debido a su falta de ética y actitudes que no comulgan con los principios del movimiento estudiantil, atribuyéndose facultades sin consultarse a la asamblea del MEU.” (Comunicado MEU-CU, 18 de junio de 2018)

Las réplicas a este comunicado no se hicieron esperar. El Consejo Nacional Universitario (CNU) –una instancia aglutinadora de los Centros Regionales y Ciudad Universitaria que surgió en la plenitud de la lucha estudiantil, y que en lo que va del año no ha dado señales de vida–, lanzó un comunicado el 30 de junio desvirtuando el documento que contemplaba las expulsiones de estos cinco compañeros.

“1. Dicha resolución no responde a ningún procedimiento válido o legítimo, y constituye una acción unilateral ya que no existe parámetro alguno a seguir en casos similares al presente. Por esta razón, este espacio considera sin valor o efectos tales acciones y, hacemos un llamado a que se sigan los parámetros establecidos por este CNU, discutidos y aprobados en la presente sesión.” (Pronunciamiento del CNU, 30 de junio de 2018)

Volver a las asambleas

Mientras las elecciones estudiantiles tienen fecha tentativa de realizarse este año, el movimiento estudiantil no ha podido resolver sus crisis internas. Todo apunta a que, dada la fragilidad del MEU en vísperas de un proceso eleccionario, el panorama sea más favorable a los sectores históricamente ligados al Partido Nacional (el FUUD principalmente), y a los que recientemente se han mostrado proclives a las autoridades universitarias (el BAU y el FUR).

Una de las propuestas que se tiene que llevar al plano de la discusión es el regreso al trabajo político por aula, escuchar a los estudiantes universitarios. Llegar a las fuerzas vivas de cada carrera. A pesar de que los “líderes” que encabezan hoy la dirección del MEU han dejado en la mayoría de estudiantes un mal sabor de boca, es necesario considerar que una expulsión no es la salida a esta crisis interna del movimiento.

Las consignas abandonas por la dirección del MEU debido a las ilusiones puestas en el proceso eleccionario: como la lucha por la construcción de normas académicas, y el derecho a la educación pública, que ha sido menoscabado gradualmente por exámenes de admisión como la PAA; deben ser recuperadas y puestas dentro de más exigencias actuales de los estudiantes universitarios.

¿Cómo hacerle frente a la dictadura Juan Orlandista?

Los efectos violentos de la crisis post-electoral han dejado en claro que los nacionalistas utilizarán todos los medios posibles para defender el continuismo de su vil representante Juan Orlando. Las élites que se mueven en los distintos ámbitos económicos del país han dado su ferviente apoyo a la dictadura; tanto los más reconocidos empresarios del país (familias árabes y palestinas que controlan a su gusto la economía), como los terratenientes dueños de miles de manzanas de tierras ociosas, así como el grupo de nacionalistas corruptos saqueadores de instituciones públicas, están sosteniendo a muerte este régimen que les da prebendas y privilegios. Bajo ninguna pueril negociación dejarán a un lado estas circunstancias que los favorece.

El movimiento estudiantil tiene bajo su responsabilidad evidenciar a los auténticos artífices de la desigualdad en el país, que sostenidos en regímenes antidemocráticos pretenden seguir enriqueciéndose a costa de fraudulentos procesos electorales. La tarea de los jóvenes universitarios comprometidos con el cambio radical de nuestro país es encausar el descontento, darle contenido político claro, y definir alianzas con sectores como la clase obrera, movimientos sociales, partidos políticos emergentes, etcétera. En definitiva, estar a la altura de nuestro tiempo. Desde el Partido Socialista Centroamericano incitamos a los compañeros entendidos de todo este compromiso, a luchar por RECUPERAR EL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL, para hacerle frente de una vez por todas, a la dictadura nacionalista.