Por Max Luján

Ante los elevados niveles de inseguridad que flagelan sin piedad a la gran mayoría de la población hondureña, el gobierno de Juan Orlando Hernández ha sido incapaz de frenar un problema que mantiene angustiados a todos los habitantes del país. Honduras todavía no se desprende del calificativo indecoroso del país más violento del mundo. El gobierno no responde aún a la enorme necesidad del pueblo hondureño de tener seguridad, tranquilidad y un ambiente libre de asaltos, secuestros, asesinatos y todo acto que vaya en perjuicio de la ciudadanía. Los asesinatos en Honduras han llegado a niveles extremos, a tal punto de llegar a sectores menos pensados como aldeas, caseríos, barrios y colonias que tradicionalmente se les ha considerado zonas pacíficas. De igual forma no se respeta la vida de infantes, adolescentes, ancianos y sobre todo las mujeres, que últimamente están siendo víctimas de la criminalidad que impera en el país, lo cual está elevando las cifras y estadísticas de femicidios de manera alarmante en toda la nación.

Cifras escalofriantes

Un total de 3,430 niños perdieron la vida de manera violenta en los últimos cinco años, según el Boletín Sobre Violencia Contra Niñas y Niños del Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH) y el Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad (IUDPAS). Según el informe, solo en el 2013 se contabilizaron 722 homicidios de menores de 18 años, de estos, 502 se produjeron utilizando arma de fuego (El heraldo 13/11/2014).

De acuerdo a las cifras de este mismo Observatorio de la Violencia, la tasa de homicidios parcial del primer semestre de 2014 es de 35.6 muertos por cada 100 mil habitantes, producto de 3,109 muertes violentas. Esto implicaría que Honduras cerraría con una tasa de homicidios del 65.55 muertos por cada 100,000 habitantes (5,719 muertes en total) en este 2014, según lo proyectado por el Observatorio de la UNAH (El heraldo 10/11/2014).                                                                                                                  

En el caso de los femicidios es más cruda la realidad, cada 20 horas una mujer es asesinada en Honduras. Así lo revela un informe hecho público por el titular del Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), Roberto Herrera Cáceres. Un informe del organismo humanitario establece que en los últimos 12 años con diez meses, al menos 4,283 mujeres han perdido la vida de forma violenta (El heraldo 21/11/2014).

El gobierno de Juan Orlando Hernández de rodillas                                                        

El gobierno, por más que se empeñe en manipular cifras y controlar los medios de comunicación con el propósito de mantener una ilusión pacifista que disminuya los ánimos del pueblo para que no se levante, por más que se empeñe en la creación de cuerpos de seguridad como Fusina, Tigres y Policía Militar, que no es más que un enmascaramiento de interés político y económico que pretende beneficiar a una élite, no así al mismo pueblo que es el único que pone los muertos a diario, por más que se empeñe, no logra solventar la crisis. Así lo demuestran las cifras de 328 mujeres asesinadas en el transcurso de este 2014.

Uno de los casos que ha estremecido a la sociedad hondureña e internacional es la muerte de la Miss Honduras Mundo María José Alvarado y su hermana Sofía Alvarado. Este caso ha desnudado una vez más al gobierno ante la opinión internacional, sobre la vulnerabilidad en la que nos encontramos todos los hondureños. El caso de las hermanas Alvarado, al igual que miles más, deja en evidencia la situación de violencia femicida generalizada y la inexistente respuesta del Estado de Honduras para prevenir, investigar y sancionar los femicidios. Muchos casos han quedado en la impunidad y nunca se esclarecen, como el caso de compañeras campesinas y de las dirigentes populares que han sido asesinadas por sicarios de manera cobarde. Estos casos el gobierno los invisibiliza y no tienen la misma cobertura en los medios de comunicación.

Ante el incremento de los femicidios en el país y la falta de judicialización de los mismos, el Partido Socialista Centroamericano llama a que nos movilicemos en contra de los asesinatos y femicidios. Condenamos al régimen que todo el tiempo trata de ligar estos casos una supuesta conducta indebida de las víctimas.