Por Armando Tezucún

Este año la alianza oficialista en el Congreso de la República no esperó mucho tiempo para poner en marcha el proceso de elección para la nueva Junta Directiva del legislativo, que estará vigente en el próximo año 2022. La Ley Orgánica del Organismo Legislativo (LOOL), establece en su artículo 11 que cada año, al iniciar el período anual de sesiones (cada 14 de enero), o dentro de los noventa días anteriores a la sesión convocada al efecto, el Congreso de la República elegirá su Junta Directiva, la cual constituye la Comisión de Régimen Interior. Por tanto, el 14 de octubre ya había vía libre para proceder a la elección.

El presidente Alejandro Giammattei y sus bancadas aliadas en el legislativo se dieron prisa en promover la realización de la votación, dado el creciente desgaste de la coalición oficialista, que se expresó en el rechazo del pleno del Congreso a dos Estados de Calamidad propuestos consecutivamente por la presidencia del Poder Ejecutivo, con varios partidos de derecha distanciándose del oficialismo. La importancia de la nueva directiva radica en que 2022 es un año preelectoral, y el control del Congreso es de vital importancia para el reacomodo de las fuerzas políticas en la perspectiva de las elecciones generales de 2023. Además de ello, en 2022 habrá elección de nuevo(a) fiscal general, o jefe del Ministerio Público, elección del Procurador de los Derechos Humanos, del Contralor General de Cuentas y del Rector de la Universidad de San Carlos de Guatemala, todos cargos de poder en los que influye la decisión del Congreso de la República.

Maniobras de último minuto

La elección se llevó a cabo el lunes 18 de octubre, y previamente el actual presidente del Congreso, Allan Rodríguez, del oficialista partido Vamos, había convocado a toda prisa una reunión de jefes de bloques parlamentarios el domingo 17 a las 11 am, para tomar la decisión de realizar elección el día mencionado. Según la Ley Orgánica del Congreso, la elección de la Junta Directiva debe ser previamente programada, y no puede ser incluida en agenda como una moción; de allí la importancia de la reunión del 17, donde se decidió la realización de la votación. Ese día varios jefes de bloques de partidos que se han distanciado del oficialismo se encontraban fuera de la capital. Pero, además, Rodríguez había convocado a las 9:30 de la mañana a la Junta Directiva, para tratar el tema del cambio de la jefatura de bloque del partido Visión con Valores (Viva), uno de los disidentes de la alianza oficialista; el jefe y subjefe de la bancada de Viva fueron removidos a solicitud de cinco diputados afines al oficialismo, quedando Hellen Ajcip como jefa de bloque y Aníbal Rojas como subjefe. Con ello, el bloque de partidos aliados del presidente Giammattei se aseguró los votos de los diputados de Viva.

Diputados de la oposición, en especial de la Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), desde hacía días venían denunciando que los agentes del bloque pro-gobierno estaban ofreciendo a los diputados Q 250 mil a cambio de su voto. Pero, además, las negociaciones incluían cambios a la Ley Electoral y de Partidos Políticos (Leep), que permitirían el transfuguismo, o cambio de partidos, algo que fue prohibido por los cambios a la Leep introducidos en 2016. Según el diputado de la UNE Orlando Blanco, “Andan todavía en la cacería de votos, comprando votos, ofreciendo una serie de movimientos incluso hasta para cambiarse de partido, ya no es solo para la elección. El presidente se desbocó y anda desbordado a tal punto que andan ofreciendo dinero para que los diputados se cambien de partido político” (Prensa Libre 16/10/2021).

Por otro lado, estamos a las puertas de la discusión del presupuesto general de gastos del Estado 2022, que siempre ha sido moneda de cambio para comprar voluntades en el Congreso de la República; en especial la inversión en obra pública de infraestructura siempre ha sido fuente de jugosos negocios para alcaldes y diputados que tienen acuerdos con empresas constructoras o ellos mismos son dueños de estas empresas. Sin duda las ofertas de inclusión de presupuesto para obras salieron a relucir en la compra de votos para elección de la Junta Directiva.

Al final, la alianza oficialista logró el respaldo de los jefes de bloque de 10 bancadas de las 19 representadas en el Congreso, para realizar la elección el lunes 18. Los bloques son Vamos, Unión del Cambio Nacional (UCN), Partido de Avanzada Nacional (PAN), Prosperidad Ciudadana, Bienestar Nacional (Bien), Podemos, Todos, FCN-Nación, Valor y Visión con Valores (VIVA).

Los jefes de bloque de los partidos de oposición y los disidentes del oficialismo (autodenominados “derecha digna”), no se hicieron presentes en la reunión. Estos partidos son Unidad Nacional de la Esperanza (UNE), Movimiento Semilla, Winaq, Urng Maíz, MLP, Victoria, Compromiso Renovación y Orden (Creo), Partido Humanista y Partido Unionista.

La nueva presidenta de la Junta Directiva

Gran parte del desgaste de la alianza pro-gobiernista en el Congreso recae sobre el actual presidente del legislativo el “mastodonte” Allan Rodríguez. Por ello el oficialismo le negó un tercer período, y lanzó para la presidencia a Shirley Joanna Rivera Zaldaña, diputada del partido de gobierno, Vamos. La planilla 1, encabezada por Rivera, obtuvo 101 votos a favor.

La nueva Junta Directiva está integrada por la presidenta Rivera, de Vamos; Carlos López Maldonado, primer vicepresidente, de la facción de la UNE afín a Sandra Torres; Carolina Orellana, segunda vicepresidenta, de la UCN; Afraín Menéndez, tercer vicepresidente, del partido Valor; Mynor Mejía, primer secretario, del partido Vamos; Julio César Longo, segundo secretario, de FCN-Nación; Carlos Santiago Nájera, tercer secretario, de la UNE pro Torres; Aníbal Rojas, cuarto secretario, de Viva; y Marvin Alvarado, quinto secretario, de Bien;

En su alocución de aceptación del nuevo cargo, la diputada Rivera sorprendió a todos lanzando una tremenda perorata religiosa, citando la biblia y utilizando el argumento retrógrado medieval del gobierno por derecho divino. “El respeto a nuestras autoridades va a hacer la diferencia, porque respetando nuestras autoridades, estamos respetando a nuestro dios, que es el que pone reyes y quita reyes…Sométase toda persona a las autoridades superiores; porque no hay autoridad sino de parte de dios, y las que existen, por dios han sido establecidas…quien se resiste a la autoridad, a lo establecido por dios resiste; y los que se han opuesto, sobre sí recibirán condenación. Porque los gobernantes no son motivo de temor para la buena conducta, sino para los que hacen el mal” (La Hora 18/10/2021). En el olvido quedó la separación entre Estado e iglesia. El discurso de Rivera es una muestra de la tenebrosa alianza entre los poderes corruptos, oligárquicos, militares y del crimen organizado, con las iglesias cristianas fundamentalistas ultraconservadoras, que les proporcionan el ropaje ideológico para adormecer a amplias capas de la población.

La diputada Rivera ha sido una de las personas de más confianza en el círculo de poder del partido en el gobierno, Vamos, siendo subjefa de la bancada. Hasta ahora ha firmado dos iniciativas de ley: la ley para la protección integral de la niñez y adolescencia contra los trastornos de identidad de género, y la Ley de libertad de religión y creencias de culto. La primera pretende prohibir que los niños y adolescentes expresen libremente su identidad de género, prohíbe la educación sexual integral y la difusión a menores de edad de información relacionada con orientación sexual e identidad de género; la segunda abre las puertas a operaciones de lavado de dinero al amparo de las libertades que otorga a las iglesias en el manejo de recursos financieros. Afortunadamente ninguna de las dos iniciativas ha sido aprobada por el pleno del Congreso.

Una alianza vergonzosa

Los partidos que dieron sus votos a la planilla oficialista están todos manchados por acusaciones de corrupción y sancionados por el gobierno de Estados Unidos. El jefe de bloque del partido Bien, Fidel Reyes, ha sido acusado por falsedad material usurpación de atribuciones y falsificación de documentos públicos. La jefa de bloque de FCN-Nación ha sido relacionada con actividades vinculadas al narcotráfico, a través de su exesposo y una hermanastra. El jefe de bloque del PAN, Manuel Conde, integró una Comisión de la Verdad, dedicada a investigar supuestos abusos cometidos por la Cicig. La nueva jefa de bancada de Viva, Hellen Ajcip, está señalada por tráfico de influencias en el caso Comisiones Paralelas 2020, y el diputado Rudy González enfrenta un proceso de antejuicio por tráfico de influencias, cobro ilegal de comisiones y asociación ilícita. El bloque de la UNE afín a Sandra Torres fue clave en la elección tras ser beneficiada por el Tribunal Supremo Electoral con la recuperación de la secretaría general del partido. Y por el estilo son las joyas que dirigen los otros partidos aliados, Podemos, Prosperidad Ciudadana, Todos, Unión del Cambio Nacional (cuyo excandidato presidencial fue condenado por narcotráfico en Estados Unidos), y Valor.

La continuación del control de la dirección del Congreso por la alianza de extrema derecha reafirma la poca capacidad de maniobra que tienen en su interior las bancadas de izquierda reformista. Por ello enfatizamos que las trabajadoras y trabajadores, campesinos, estudiantes, mujeres y demás sectores populares deben contar con sus propias fuerzas para luchar por sus demandas, movilizándose en las calles y centros de trabajo por sus derechos; a este respecto es esencial elaborar un plan unitario de lucha, con la participación de las organizaciones sindicales, indígenas, campesinas y populares.