Por Armando Tezucún

La incapacidad del gobierno de Jimmy Morales para atender la emergencia provocada por la erupción del Volcán de Fuego y dar respuestas rápidas y pertinentes a las necesidades de la población afectada, provocó una nueva ola de protestas contra el presidente y sus ministros. El descontento se enfiló también contra los diputados que defienden el statu quo de la política corrupta, los cuales, aprovechando la emergencia causada por el desastre, pretenden hacer avanzar leyes o reformas de leyes regresivas que protegen a los funcionarios acusados de diversos delitos. Otro motivo importante de protesta fue el asesinato de siete dirigentes campesinos en menos de un mes.

El 3 de junio por la noche se realizó una marcha de antorchas, convocada por grupos universitarios y de la sociedad civil. Con la asistencia de unas tres mil personas, esta protesta salió del Paraninfo Universitario, pasando por la sede del Congreso y finalizando en Casa Presidencial. Los manifestantes pidieron la renuncia de los funcionarios que no supieron responder de forma inmediata a las necesidades de la emergencia, como el jefe de la Coordinadora Nacional Para la Reducción de Desastres (CONRED), la ministra de Relaciones Exteriores y del mismo presidente Morales.

El martes 12 se dio una confluencia de varias movilizaciones. La Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), de la Universidad de San Carlos, convocó una marcha de protesta contra la agenda reaccionaria que está planteando un grupo de diputados de extrema derecha. Esta marcha se unió a la masiva movilización del Comité de Desarrollo Campesino (CODECA) que salió de cuatro puntos de la capital para confluir en el Centro Histórico; los miembros de CODECA salieron a las calles a rechazar los recientes asesinatos de dirigentes campesinos y a reclamar justicia. Una tercera actividad fue un plantón de la Asamblea Ciudadana Contra la Corrupción y la Impunidad, frente al Congreso de la República. 

Miles de campesinos del interior del país se tomaron las calles de la capital reclamando justicia y la renuncia del presidente Jimmy Morales. Representantes de CODECA fueron recibidos por la nueva jefa del Ministerio Público, María Consuelo Porras, quien se comprometió a dar seguimiento a las investigaciones de los asesinatos, a cargo de la Fiscalía de Derechos Humanos, y a tener con ellos una siguiente reunión en un mes.

El plantón frente al Congreso permaneció aún el día 13, con la presencia del Comité de Unidad Campesina (CUC), la Unión Sindical de Trabajadores de Guatemala (UNSITRAGUA), la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU), el Comité Campesino del Altiplano (CCDA) y otras organizaciones, en rechazo a las iniciativas de ley que protegen a los corruptos.

Una protesta poco común se dio el día 20 frente al Ministerio de Gobernación. La asociación “Orgulloso de mi PNC” (Policía Nacional Civil), que agrupa a exagentes, agentes activos y familiares de agentes de la PNC, se juntaron para rechazar la disposición del viceministro de Gobernación Kamilo Rivera, quien ordenó al director de la PNC disponer de los fondos destinados a un proyecto de dignificación policial, consistente en agregar el bono de Q 1,800 al salario de los agentes, para recibir las prestaciones no de acuerdo a un salario base de Q 2,500, sino por el total recibido, Q 4,300; además pedían incrementar un bono de antigüedad de Q 40 a Q 200 cada dos años. Los miembros de la asociación pedían una mesa de diálogo con el ministro Degenhart y el viceministro Rivera para encontrar una salida a la situación. Los agentes policiales, a pesar de los malos elementos que caen en prácticas corruptas, merecen un salario digno, y es un verdadero abuso que el viceministro Rivera haya utilizado los fondos del proyecto de mejoras salariales aprobado en la administración anterior, para otros fines.

La cruel política migratoria de la administración Trump, que ha llegado al punto de separar niños de sus familias y mantenerlos recluidos en verdaderas jaulas, provocó protestas frente a la embajada de Estados Unidos, con la participación de al menos 13 organizaciones, entre ellas el Partido Socialista Centroamericano.

En estos momentos se hace cada vez más necesaria la construcción de la unidad en la acción de todas las organizaciones campesinas, sindicales, estudiantiles, de mujeres y populares. Existen ya algunas instancias de coordinación, pero, por ejemplo, CODECA marcha por separado del CUC y el CCDA. Es importante aglutinar a todas las organizaciones alrededor de un plan de lucha que incluya el rechazo a la represión, a las maniobras de los diputados corruptos, a la ineptitud del gobierno y que se plantee una verdadera democratización del país que incluya sistemas de salud y educación gratuitos y de calidad, vivienda digna, reforma agraria, respeto a los territorios de las comunidades indígenas, incremento de salarios, libertad de organización sindical, etc.