Por Leonardo Ixim

Con el compromiso de homologar el Pacto Colectivo entre el Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala (STEG) y el Ministerio de Educación (MINEDUC), con la intermediación del procurador de los derechos humanos Jordán Rodas, se desmontó el paro que este sindicato realizó por más de 22 días, reduciendo labores en 18 departamentos y tomando las direcciones departamentales del Mineduc.

El pacto en cuestión en todo momento permaneció oculto tanto a las bases del STEG, como a los trabajadores de educación y a la población en general, conociéndolo solo una parte de la dirigencia de ese sindicato, el ministro y sus asesores. Lo que se conoce es que exige un ajuste del 5% anual durante tres años al salario para todos los renglones presupuestarios, los 011 trabajadores con contratos permanentes y los 021, 022, 031, etc., con contratos temporales. Este ajuste es universalmente aplicado sin importar el escalafón, lo cual implica que los maestros con mayor escalafón recibirán más dinero en concepto de aumento con respecto a los que inician en éste; recordemos que el escalafón se aplica según el tiempo laborado.

Dentro de esto aparece una lucha que el STEG y su dirección usan oportunistamente, que es la conversión de todas las plazas a 011 y que al inicio del gobierno actual el denominado Magisterio en Resistencia levantó, pero después se vino abajo ante la poca capacidad de movilización de estos sindicatos.

Como sea, consideramos progresivo que se esté exigiendo un ajuste al salario base, medida beneficiosa para todo el magisterio. Al ser esta la propuesta más progresiva y al no haber públicamente ningún compromiso para realizarla, la suspensión el paro deja dudas sobre qué se negoció bajo la mesa entre el dirigente magisterial Joviel Acevedo y el gobierno de Morales, asediado por su poca capacidad de gobernar y por el objetivo de sacar a la CICIG del país.

En ese punto una serie de rumores se han desatado sobre que la acción del Steg tendría finalidades politiqueras en función de defender a Morales en un ambiente de discusión sobre leyes regresivas en el Congreso. Fuentes confiables mencionan que la toma de las instalaciones del Ministerio de Educación por 48 horas tuvo la venia de las autoridades y de los directores de áreas y dependencias de ese ministerio.

Se desató una serie de campañas en contra de la acción del STEG, que no logró una movilización general de sus bases por el desprestigio de su dirigencia, logrando el repudio de la población y de los padres de familia, que exigían el regreso de clases, al grado de que pobladores de Retalhuleu bloquearon por unas horas la carretera del Pacífico. Sin embargo, esto, que responde a un accionar erróneo pues no se entabla diálogos con los padres, fue retomado patéticamente por el Sindicato Autónomo Magisterial de Guatemala (SAMGUA) exigiendo que se aplique medidas administrativas contra los maestros en paro, tal cual esquiroles sin pensar consecuencias a luchas similares. De igual forma otra matriz desatada por la burguesía y sus medios, es que se viola el derecho a la educación de los niños; pero si las condiciones salariales y materiales de la educación no existen, no se puede garantizar ese derecho.

Otro de los elementos que se conoce de ese pacto laboral son los bonos anuales. Uno es de Q2,500 para todos los empleados y otro de Q 500 es para los maestros que cursan en la Universidad de San Carlos el Programa Académico de Desarrollo Profesional Docente (PADEP); este programa, a tono con las iniciativas neoliberales de la profesionalización -que prioriza lo cuantitativo- sustituyó la carrera del magisterio, cambio que Acevedo y la dirigencia del STEG apoyaron durante la gestión de Cinthya del Águila en el Mineduc.

Todo esto mientras que, en el Congreso, pese a los acuerdos con el gobierno, el partido gobernante no ha calendarizado la discusión de una ampliación presupuestaria para sufragar el pacto, ni la dirigencia del STEG ha hecho solicitudes, lo cual genera también dudas sobre las negociaciones ente Acevedo y Morales.

Consideramos que toda discusión del pacto y las negociaciones entre el STEG y el Mineduc-gobierno deben ser públicas, sobre todo en el seno de la comunidad magisterial en general y los padres de familia sobre temas como: el escalafón, las bonificaciones, el PADEP, los métodos de lucha, etc., en función de hacer cumplir demandas como el ajuste al salario base y la incorporación de todos los maestros al renglón 011. De igual forma es importante que la ampliación presupuestaria no sea con más endeudamiento, sino sobre partidas destinadas al ejército y gastos superfluos; se debe considerar también una reforma a la Ley de Extinción de Dominio para dotar de recursos al Mineduc con los bienes incautados a los corruptos y a los miembros del crimen organizado.