Por Armando Tezucún

Durante la última semana de agosto los maestros trabajadores del Ministerio de Educación tomaron las calles de la ciudad capital en dos ocasiones. En la edición anterior de El Socialista Centroamericano hicimos comentarios sobre la polémica entre la dirigencia del sindicato magisterial más grande (Sindicato de Trabajadores de la Educación de Guatemala –STEG) y nuevos grupos sindicales del magisterio que adversan su política colaboracionista y oportunista. Ambas corrientes salieron a manifestar en diferentes días de la mencionada semana.

El miércoles 28 unos 10 mil maestros (según cálculos de la prensa escrita) de la capital y del interior pertenecientes al STEG marcharon exigiendo un incremento del gasto en educación presupuestado para el próximo año, para que alcance los Q 15 mil millones (este año es de Q 13 mil millones); los docentes denunciaron atrasos en los programas de alimentación y refacción escolar; demandaron el cumplimiento del pacto colectivo y que se agilice la creación de plazas para maestros en el interior del país; además rechazaron el incremento de los precios de la canasta básica.

El secretario del STEG, Joviel Acevedo, había anunciado que reuniría a 30,000 docentes, lo cual no sucedió. La movilización siguió la pauta de otras realizadas por el STEG durante el actual gobierno, una demostración de fuerza para presionar suavemente, un recordatorio amistoso al gobierno, para que asuma los compromisos firmados. Así hay que entender las amenazas de paro de Acevedo, “Si el próximo año no se cumple al cien por ciento, no vamos a empezar el ciclo lectivo” (El Periódico 28/08/13). Esta bravuconada se reveló como pura demagogia cuando el presidente Pérez Molina y la vicepresidenta Baldetti salieron bajo la lluvia a saludar a la marcha en las afueras de Casa Presidencial, como viejos amigos. Antes, la manifestación se había detenido en el Ministerio de Educación, donde fueron recibidos por uno de los viceministros y en el Congreso de la República, donde los atendieron diputados de la Junta Directiva; en ambas instituciones los dirigentes del STEG entregaron sus peticiones.

Con esta movilización Acevedo quiso también hacer un alarde de fuerza ante las nuevas corrientes sindicales que se están nutriendo con el creciente rechazo de los maestros al STEG. Ante los medios dio variadas declaraciones en ese sentido: "Les vamos a demostrar que con ellos o sin ellos el STEG y la Asamblea Nacional del Magisterio son lo mismo o mejor”… “El sindicato no tiene necesidad de más gente, el que no quiera ser del STEG que no lo sea”…”ellos pueden organizarse como quieran” (El Periódico 28/08/13).

Estas nuevas corrientes, organizadas ahora en la Coordinadora Magisterial en Resistencia (CMR), se movilizaron el viernes 30. Unos dos mil docentes procedentes de varios departamentos marcharon para expresar su rechazo a Joviel Acevedo y su intención de renunciar al STEG, al que fueron afiliados fraudulentamente sin su consentimiento. Inicialmente se encaminaron a la sede del sindicato para presentar sus cartas de renuncia, pero estaba cerrada; luego se dirigieron al Congreso de la República y al Ministerio del Trabajo.

La prensa burguesa, con su sensacionalismo habitual, hace énfasis solamente en la aversión al STEG y la división en el magisterio, buscando en el fondo desprestigiar a los sindicatos. Lo que no menciona en relación a la CMR es su política de enfrentar al gobierno en los temas candentes de la educación: rechazo al Acuerdo 1505 2013, que impone la represión contra los estudiantes en los institutos públicos; su rechazo a la reforma de la carrera magisterial; su reclamos sobre las condiciones de contratación de los maestros.

Creemos que el amplio movimiento de desafiliación al STEG no es reflejo de apatía y rechazo al sindicalismo en los compañeros maestros, sino que significa el rechazo a la línea de colaboración con el gobierno de Acevedo y su camarilla; es un síntoma de que sectores de vanguardia están ganando influencia en el movimiento magisterial. Esta influencia se debe manifestar: a) en el fortalecimiento de una organización que coordine a la gran cantidad de pequeños sindicatos que proliferan en el interior; b) en el cuestionamiento de Acevedo y sus secuaces al interior del mismo STEG, apelando a las bases para sacarlos de la dirigencia; c) en la formulación de un programa de lucha consecuente y combativo que enfrente las problemáticas urgentes de la educación en Guatemala y se vincule solidariamente con las luchas de los campesinos, indígenas, estudiantes y el resto de trabajadores del país.