Normal 0 21 false false false ES X-NONE X-NONE MicrosoftInternetExplorer4

 

Active Image

Chávez saluda efusivamente a Alvaro Colom, represor de los movimientos populares

COLOM SE UNE AL PROYECTO "PETROCARIBE".

Por Armando Tezucún

El pasado 13 de julio el presidente Álvaro Colom firmó el acuerdo de adhesión del país a la iniciativa Petrocaribe. La firma se dio en el marco de la quinta cumbre de estados que pertenecen a Petrocaribe celebrada en Maracaibo, Venezuela.

El gobierno de Guatemala tomó la decisión de unirse al proyecto después de un período de vacilaciones. Inicialmente la propuesta de Colom era que Venezuela vendiera al país los combustibles a precios más favorables, por debajo de los precios internacionales, y que abasteciera la casi totalidad de las necesidades de búnker y diésel. Pero Venezuela, como miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo no puede dar precios más bajos que los determinados por el mercado internacional. Hacia el 11 de junio todo indicaba que el gobierno de Colom no se uniría al proyecto de Chávez, pero el 3 de julio hizo el anuncio oficial de que se incorporaría formalmente al sistema de Petrocaribe, argumentando que el país se garantizaría el suministro diario de 20 mil barriles diarios de búnker y diesel.

Normal 0 21 false false false ES X-NONE X-NONE MicrosoftInternetExplorer4

La firma del acuerdo coincidió con la decisión de la cumbre de flexibilizar las condiciones de crédito otorgadas por Venezuela, en vista del continuo incremento en el precio del petróleo. El 40% del monto de la compra de combustible será cancelado en un plazo de 90 días, y el restante 60% será financiado a 25 años plazo con un 1% de interés y 2 años de gracia. Además está la posibilidad de cancelar la deuda con alimentos o servicios. El acuerdo se suscribió por un año y puede ser renovado en forma automática. El dinero que queda disponible gracias al crédito blando deberá ser usado en inversión social.

¿Qué obtiene el gobierno con el acuerdo de Petrocaribe?

Para Colom y la UNE la firma del convenio significa principalmente la posibilidad de disponer de Q 400.00 millones mensuales (casi Q 5 mil millones anuales) para fortalecer su presupuesto, más allá del abastecimiento de combustible. Por eso el presidente se siente como niño en su día de cumpleaños, y no cabe en sí al momento de decidir en qué gastar tantos millones.

El dinero que se obtendrá con el acuerdo cae como anillo al dedo al gobierno y el convenio coincide con los ejes que, a nuestro criterio, impulsan la actuación del mismo.

Estos ejes son: 1. Para cumplir con su línea socialdemócrata (aliviar la pobreza provocada por la economía de mercado, sin cambiar nada), el gobierno impulsa programas asistencialistas controlados férreamente por el Estado (remesas condicionadas, entrega de bolsas de alimentos, de fertilizantes y los planes del Consejo de Cohesión Social). Estos programas están siendo financiados mediante la contratación de deuda externa, con el Banco Mundial, el BID, el BCIE y otros organismos financieros imperialistas. La ampliación presupuestaria que actualmente negocia el gobierno en el Congreso también será financiada con deuda externa. El dinero que se obtendrá con el acuerdo Petrocaribe forma parte de esta política de endeudarse para realizar programas asistencialistas.

2. La razón por la que el gobierno de Colom recurre a la deuda externa es porque no desea ni le conviene tocar los intereses de la burguesía. La actuación del ejecutivo en sus primeros seis meses de gestión ha sido un constante retroceder ante el freno que le ponen los empresarios y los organismos financieros imperialistas. Este fue el caso con la intención de poner precios tope a los artículos de la canasta básica. Lo mismo sucedió con el anuncio de revivir el decreto 40-74 para obligar a los terratenientes a cultivar granos básicos. La línea de Colom es tratar con pinzas a los grupos corporativos de la burguesía: no aumentar impuestos, no precios topes, no afectar la propiedad privada, no hacer nada que moleste a los poderosos.

3. Para garantizar el funcionamiento de los dos primeros ejes, el gobierno impulsa una política represiva hacia cualquier intento de las clases oprimidas por defender sus intereses de forma independiente. Ha recurrido dos veces a imponer el estado de prevención, ha criminalizado las luchas populares, ha sacado al ejército a las calles, etc. El “gobierno a favor de los pobres” de Colom ha resultado ser más represivo que el anterior “gobierno empresarial” de Berger. Todo esto sucede con el beneplácito y contento de los finqueros, la burguesía y el imperialismo.

Así pues, el acuerdo con Petrocaribe pondrá a disposición del gobierno una enorme cantidad de dinero que podrá invertir en sus planes de poner parches a la situación de miseria sin atacar sus causas que son las injustas estructuras en la propiedad de la tierra, las empresas y los recursos naturales del país.

Chávez apoya a un gobierno represivo

Algunos sectores de la izquierda guatemalteca han respaldado con entusiasmo el ingreso de nuestro país a Petrocaribe, entre ellos los diputados de URNG. Estos sectores están acostumbrados a aceptar de forma acrítica todo lo que ha hecho el gobierno de Chávez. No reparan en que el acuerdo firmado significa el respaldo del régimen venezolano a un gobierno que está reprimiendo las luchas populares y que en última instancia a quien defiende es a la burguesía y los sectores oligárquicos. El dinero que estará disponible para inversión social gracias al ingreso en Petrocaribe quedará en manos de este gobierno represivo y corrupto, jamás en manos de las organizaciones campesinas, indígenas, populares o sindicales.

La aceptación por parte de Chávez del gobierno de Colom coincide con el viraje hacia la derecha que aquél ha efectuado durante este año: acercamiento y acuerdos con el empresariado venezolano, aconsejar a las FARC que abandonen la lucha armada, reconciliación con el gobierno pro-imperialista de Uribe. Sin duda el próximo paso será suavizar o abandonar la retórica antiimperialista cuando el candidato demócrata Obama gane las elecciones en EE.UU. el próximo noviembre.

No es de extrañar que a Chávez le importen un pepino las masas oprimidas guatemaltecas y se alíe con un gobierno represor, como lo hizo con el gobierno de Mel Zelaya en Honduras. Los nacionalistas pequeño-burgueses como él, a lo largo de la historia latinoamericana, siempre han traicionado los procesos revolucionarios, o los han dejado estancados, o los revierten cuando crece la movilización independiente de las masas campesinas y trabajadoras. Los más honestos de ellos han confiado tanto en la institucionalidad del Estado burgués, que no han hecho más que preparar terribles derrotas para los oprimidos (Allende en Chile, Arbenz en Guatemala).

El acuerdo todavía debe ser aprobado

Debido a que el convenio con Petrocaribe implica deuda externa, debe ser aprobado por el Congreso de la República. Esto quiere decir que Colom tendrá que convencer a los diputados de oposición para que voten a favor, pues se necesitan 80 votos para ratificar el tratado, y el partido oficial sólo tiene 51.

El gobierno se ha lanzado al cabildeo entre los secretarios generales de los partidos políticos y los jefes de bancadas, para exponer las bondades del acuerdo con Petrocaribe y el plan de inversión que planea con el dinero de que dispondrá. El 10 de julio Colom en la asamblea anual de alcaldes ofreció destinar parte de ese dinero a pagar las deudas de las municipalidades. También se propone pagar parte de la deuda interna contratada con altos intereses y sustituirla por la deuda con Petrocaribe al 1% de interés. Otro proyecto es dar solución al problema del transporte urbano, al menos en la capital y en Quetzaltenango, ampliando el sistema de Transmetro. También ofrece continuar los trabajos en la Franja Transversal del Norte, construir ferrocarriles, invertir en infraestructura y desarrollo energético y en los programas del Consejo de Cohesión Social.

Hasta la fecha sólo los dos diputados de la URNG han dado su apoyo abierto al gobierno. El Partido Patriota ha manifestado su oposición al acuerdo, pues significará endeudar al país y puede generar corrupción en el gobierno; además el PP duda que Venezuela esté en capacidad de suministrar el combustible ofrecido. Los demás partidos dicen que necesitan más información para tomar una decisión. El proyecto entrará al Congreso en agosto próximo.

Que la crisis y la inversión social la paguen los ricos

Los socialistas revolucionarios estamos en contra que Colom endeude más al país para realizar sus planes de asistencia social. Este dinero tiene que salir de los bolsillos de lo oligarcas y burgueses, a quienes Colom teme más que a la muerte. Exigimos un plan de impuestos a los empresarios y terratenientes para financiar la inversión social. El dinero recaudado no debe quedar en manos del gobierno blandengue de Colom, sino que debe ser administrado por las organizaciones de campesinos, indígenas y trabajadores. ¡No más endeudamiento! ¡Mano dura contra los explotadores dueños de las riquezas del país! ¡Control popular del presupuesto del Estado!