Por Mario Vladimir Carranza

Al hablar de régimen de disponibilidad, recientemente aprobado por los diputados, lamentablemente se estaría volviendo al pasado, pues en el pasado se tuvo despliegue de tropas por casi todos los rincones del país y disponibilidad de los terroríficos cuerpos de seguridad. Para no ir tan lejos, en la década de los setenta del recién pasado siglo hasta llegar al 16 de enero del 92, por presión del imperialismo norteamericano y de la comunidad internacional, se firmó el engañoso Acuerdo de Paz que de alguna manera puso fin al conflicto armado entre las partes en pugna, el Estado y la insurgencia guerrillera de 5 organizaciones aglutinadas al final en el fmln, actualmente en el gobierno.

Lo que a grandes rasgos eso implica

En primer lugar se recargará a los agentes la horas de trabajo y por ende los días, debido a que si trabajaban 24 adentro y 24 afuera significa que trabajaban 12 y así estaban de día o de noche; al final, al mes estarían trabajando 240 horas más 48 de 2 fines de semana adentro que sumarian casi 300 horas al mes. Eso sin régimen de disponibilidad, ya que al estar a disposición en una unidad, no importa si están clareados o trasnochados, en ese estado les pondrán a estudiar y si hay una emergencia, al que agarran primero a ese le toca seguir trabajando y no interesa si descansó o no.

En segundo lugar hablemos de salario. El salario de los agentes policiales no rebasa los 500 dólares, salvo los de aquellos que tienen cargos de nivel superior, lo que significa que con esta crisis fomentada por los paquetazos del gobierno eso no es suficiente para cubrir aun las necesidades más elementales de los agentes. La situación se agrava si tomamos en cuenta que en otras instituciones del estado se trabajan 160 horas al mes y los salarios son similares, lo que quiere decir que los policías trabajan más y ganan casi igual.

En tercer lugar hay que tomar en cuenta que si pasan más tiempo recluidos en las unidades, ello les significará mayor erogación en gasto de comida, o en pocas palabras, no les ajustará el sueldo. Por ello muchos están desertando o interponiendo su renuncia para irse en busca del mal llamado sueño americano, contribuyendo así al engrosamiento de las maras y pandillas debido a que sus hijos, al quedar al cuidado de la madre y sentirse inseguros, no les quedará otro camino que buscar refugio en estos grupos, repitiéndose el ciclo de la guerra civil anterior, donde la gente tuvo que huir viajando al país del norte y dejando a sus hijos.

En cuarto lugar, desde la firma del Acuerdo de Paz las condiciones materiales de alojamiento de los agentes no han sido las mejores. Eso ha implicado trabajar en casas alquiladas no aptas para alojamientos masivos, lo que les ha llevado a compartir catre, baños, duchas y otros servicios siempre de mala calidad y todo ello en régimen de no acuartelamiento o de no disponibilidad. Con el régimen aprobado por los diputados, esas condiciones se vuelven peores ya que pasarán 8, 12, o hasta 14 días sin salir de licencia, y como ya lo expresaron en algunos medios, sus familias y sus hogares estarán descuidados a partir de esa absurda decisión parlamentaria.

Derogar el decreto

Ante esta terrible realidad que afecta de manera directa a los millares de agentes, que sin duda forman parte de la población en general y de la clase trabajadora, y tomando en cuenta sus derechos, desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) condenamos esa innecesaria decisión y exhortamos a los miembros de la corporación a insistir en la derogatoria de dicho decreto. Al mismo tiempo les hacemos un llamado para que juntos en unidad de acción continúen luchando y exigiendo la reforma constitucional para que no se les niegue su derecho a sindicalización.

Invitamos a los agentes de policía a buscar la cohesión con las organizaciones sociales de lucha, para que juntos, la fuerza y la presión sean contundentes para el legítimo logro de sus peticiones. Deben tomar en cuenta que desde que venden su fuerza de trabajo cuantificada como un servicio a la ciudadanía, no son más que otros en el gran ejército de explotados, resultado de las políticas neoliberales hijas del sistema capitalista globalizante. Al mismo tiempo como Partido Socialista Centroamericano sostenemos que los problemas de inseguridad no se arreglaran con acuartelamientos; así, llamamos a oponernos a toda injerencia del imperialismo que ayuda y colabora con los planes represivos del gobierno.