Por Cuauhtémoc Tit   

En el caso del territorio de Cuzcatan, hoy El Salvador, el proceso de invasión inició en 1524. Así, el 6 de junio 1524 Pedro de Alvarado llega a Mochizalco, poblado en el cual es recibido en paz; el 7 de junio llega a Acatepeque, pero ya sus moradores habían abandonado el lugar. El 8 de junio de 1524 en Acaxual (Acajutla) los guerreros de Mochizalco, Acatepeque y Acajutla ofrecieron una férrea resistencia a los españoles, incluso Pedro de Alvarado recibió un flechazo en el muslo de la pierna izquierda que lo dejo cojo para toda su vida. Han pasado 490 años después de esta sangrienta batalla en donde los pueblos originarios de Cuzcatan lucharon contra los invasores y sus aliados.

La invasión española, antecedente de todos los males

La invasión de España a los pueblos originarios hace 490 es el antecedente de la crítica situación económica y social por la cual atraviesa el pueblo centroamericano. Mediante la invasión introdujeron el modelo de explotación del hombre por el por el hombre. Siendo derrotados militarmente, los pueblos originarios fueron sometidos en el aspecto económico, con lo cual fueron obligados a pagar tributo, despojados de las tierras, sometidos a la esclavitud y luego a la servidumbre. Al ser despojado de la tierra, el cual no era solo el principal medio de producción si no que guardaba una estrecha relación con la misma cosmovisión y espiritualidad los pueblos originarios, fueron obligados a perder su identidad desde esos tiempos hasta la actualidad y aquellos pueblos que se resistieron hasta la fecha han sido condenados a la pobreza y marginación social.

En el aspecto ideológico-religioso, los invasores hicieron uso de la evangelización en donde la iglesia jugó un papel importante. Sometieron a través del miedo e introdujeron el pecado y según fundamentos de la Iglesia Católica, los territorios habitados por los pueblos originarios pasarían a ser propiedad de la Corona española. A nivel político introdujeron concepciones e instituciones que les aseguraran la dominación.

Los pueblos originarios se han mantenido en constante resistencia y lucha

A partir de la invasión pasando por la colonia, la independencia, hasta la conformación del Estado salvadoreño la dominación, el sometimiento, explotación y miseria y represión se han mantenido hasta llegar al actual estado capitalista. A manera de ejemplo se pueden citar la promulgación entre 1881-1882 bajo el gobierno de Rafael Zaldívar, de una serie de leyes de extinción de ejidos y tierras comunales que permitieron la expropiación de las tierras de las comunidades indígenas, el etnocidio cometido en 1932 bajo el gobierno del General Martínez en el cual tuvieron participación también progenitores de miembros de la actual derecha arenera.

Desde hace 490 años los pueblos originarios de El Salvador se han mantenido en resistencia, pero el Estado salvadoreño y las clases dominantes han negado la existencia de los pueblos originarios. En los últimos años la lucha de los pueblos originarios ha mostrado un acrecentamiento; parte de ello ha sido exigir del Estado el reconocimiento a nivel constitucional.

Después del reconocimiento debemos luchar por la garantía de los derechos de los pueblos indígenas

En el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), la participación política de los pueblos indígenas ha sido un elemento fundamental en la construcción, por lo cual consideramos que independientemente del reconocimiento del Estado burgués los pueblos originarios existimos, estamos vivos. Consideramos una victoria el hecho de que el día 12 de junio de 2014 los diputados de las diferentes fracciones legislativas, después de rasgarse las vestiduras por fin acordaran reconocer nuestra existencia legal como pueblos originarios ratificando la Reforma del Artículo 63 de la Constitución de la República que agrega un inciso según el cual : “El Salvador reconoce a los Pueblos Indígenas y adoptará políticas a fin de mantener y desarrollar su identidad étnica y cultural, cosmovisión, valores y espiritualidad”. Esto representa un gran avance, pero debemos continuar luchando hasta lograr mejores condiciones materiales de vida. Este logro alcanzado es producto de la lucha de todas las personas pertenecientes a muchas organizaciones de pueblos indígenas.