La lucha de los empleados públicos, especialmente de los sectores de salud y educación, iniciada a finales de abril del presente año, y que todavía continúan, ha provocado un abrupto cambio de la situación política en Honduras.

Superando una oscura década de derrotas

Después de la desmovilización de la lucha contra el golpe de Estado del año 2009, se instauraron los gobiernos de Porfirio Lobo (2010-2014) y Juan Orlando Hernández (JOH), (2014-2019), bajo los cuales se perdieron las más importantes e históricas conquistas de los trabajadores: los convenios colectivos fueron eliminados: no se produjeron nuevos conquistas laborales; los Estatutos de los diferentes gremios fueron anulados en los hechos, especialmente el Estatuto del Docente, que permitía la indexación salarial, etc.

La última década (2009-2019) registra las más importantes derrotas de los sindicatos y colegios profesionales, especialmente en los sectores salud y educación, donde se impusieron duros planes de ajuste neoliberal. Las burocracias sindicales, para conservar sus miserables privilegios, lejos de dar la pelea contra las políticas económicas de los gobiernos nacionalistas, prefirieron convertirse en correas de transmisión de las políticas neoliberales. El sistema educativo y la salud publicas fueron degradados como nunca antes, por los constantes recortes presupuestarios.

Pero la paciencia y el estoicismo de los trabajadores tuvo un límite. Imponentes movilizaciones en las principales ciudades y pueblos, así como combativos bloqueos de carreteras, sacuden Honduras por los cuatro puntos cardinales. Los trabajadores o empleados públicos son, por el momento, la vanguardia de la lucha por la defensa de la salud y la educación pública.

Continuas explosiones sociales

Como un volcán en erupción, en Honduras se producen continuas explosiones sociales, producto del desempleo, los bajos salarios y la pobreza general.

El régimen dictatorial que ha construido JOH bajo el continuismo, no solo restringe las libertades democráticas, sino que es además una pesada loza sobre la sociedad, que hace que se acumule una tremenda presión social, que al final genera, como ríos de lava, pequeños pero constantes estallidos sociales.

El más importante estallido social del último periodo han sido las caravanas migrantes de miles de trabajadores, en harapos y casi descalzos, caminando con desesperación por las carreteras de Centroamérica rumbo a la frontera de Estados Unidos. Esta forma particular de estallido social tiene mayor repercusión en el extranjero, y poca incidencia a lo interno de Honduras. La migración se ha convertido en un desahogo social.

Y es que en la ultima década, los permanentes planes de ajuste neoliberales, han conducido a la quiebra planificada de las empresas del Estado, como la ENEE y HONDUTEL, con el objetivo de justificar su remate y privatización. Pero lo mas dramático, es que el ajuste neoliberal permanente no produce riquezas, como nos dicen en la propaganda gubernamental, sino que al contrario ha traído una pobreza generalizada que afecta incluso a las clases medias.

Los niveles de endeudamiento de la población trabajadora son alarmantes. Como no hay nuevos convenios colectivos, ni aumentos de salarios, ni indexación de los mismos, entonces los trabajadores recurren a los bancos y tarjetas de crédito, creando una espiral de endeudamiento. De la misma forma que cada año sube la deuda del Estado en Honduras, de igual forma se endeudan las masas trabajadoras, en un verdadero callejón sin salida.

Los trabajadores dijeron: “Basta”

De manera sorpresiva, aprovechando la mayoría parlamentaria que ha creado con sus aliados, JOH introdujo en el Congreso Nacional, el proyecto de Ley de Reestructuración y Transformación del Sistema Nacional de Salud y Educación, que fue aprobada como Ley de Reestructuración y Transformación Presupuestaria de la Secretaría de Estado en el Despacho de Educación, el pasado 25 de abril, provocando una rebelión masiva en los gremios de salud y educación.

El articulo 2 del dictamen final pretendía facultar a la “Secretaría de Estado en el Despacho de Finanzas para que pueda realizar la modificación y reasignación presupuestaria necesaria a fin de lograr los objetivos contenidos en el artículo precedente”. Lo anterior denota que la intención principal era reducir drásticamente el presupuesto nacional en educación, después que el gobierno se vio obligado, al menos formalmente, a tocar el presupuesto de salud.

La situación había llegado el límite: no cabía la menor duda que la reducción del raquítico presupuesto en salud y educación, significaría despidos masivos, y la creación de condiciones para privatizar total o parcialmente los servicios de salud y educación.

El embrión de una nueva dirección: Plataforma de Defensa de la Salud y Educación

La repuesta de los trabajadores no se hizo esperar. Comenzaron las movilizaciones y el proceso de unidad en la acción de los gremios medico y de maestros dio origen a la Plataforma de Defensa de la Salud y Educación (PDSE), conformada por el Colegio Medico de Honduras (CMH) y diversas organizaciones y colegios magisteriales. La población percibió correctamente el peligro y las movilizaciones aumentaron en todo Honduras, en numero y cantidad de personas. Se sumaron el gremio de enfermeras, estudiantes universitarios y sectores populares

Aunque en la PDSE participaron las viejas burocracias sindicales del magisterio, también hubo una enorme participación de delegados de base, electos en asambleas que proliferaron en todos los departamentos de Honduras. Una participación destacada ha tenido el CMH, a través de la doctora Suyapa Figueroa, quien se ha destacado como dirigente nacional de esta lucha tan decisiva.

Primera victoria parcial: el engavetamiento del proyecto de ley

Las primeras movilizaciones fueron a protestar en los bajos del Congreso Nacional, obligando a retroceder a los diputados, primero sacando al sector salud (como una maniobra para dividir) y después archivando el proyecto de ley.

Es la primera gran victoria en diez años. La movilización popular hizo retroceder la prepotencia de los diputados del Congreso Nacional, los trabajadores en las calles le doblaron el brazo a JOH y al propio Congreso Nacional

Segunda victoria parcial: derogación de los decretos ejecutivos PCM

La primera victoria obtenida no desmovilizó a los trabajadores de la salud y educación, al contrario, se mantuvieron los paros escalonados, las asambleas informativas, la convocatoria a paro nacional y la movilización en las calles, las que fueron acompañadas por tomas de puentes y carreteras.

La PDSE exigió inmediatamente la derogación de los decretos ejecutivos de agosto del año 2018 que le permitieron a JOH intervenir de manera extraordinaria en salud y educación, a través de los Decreto PCM-026 y Decreto PCM-027, que le permitieron crear comisiones de Transformación en Salud y en Educación, respectivamente, cuyo objetivo era el mismo: reducir los gastos del presupuesto en ambos rubros, siguiendo las orientaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI).

Estas comisiones ya habían hecho su labor, pero la reducción presupuestaria solo podía hacerla el Congreso Nacional. Esta es la relación existente entre los Decreto PCM-026 y Decreto PCM-027 y el frustrado proyecto de Ley de Reestructuración y Transformación Presupuestaria de la Secretaría de Estado en el Despacho de Educación

No obstante, aunque la ley fue archivada, los decretos ejecutivos estaban vivos, y era necesario derogarlos. Durante todo el mes de mayo las movilizaciones giraron en torno a la exigencia de la PDSE de derogar los decretos ejecutivos.

La movilización adquirió dimensiones inimaginadas. La sociedad en su conjunto apoyaba la lucha de médicos y maestros, junto a otros sectores sociales. Los empresarios del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), preocupados por la dinámica de la movilización, ofrecieron sus servicios para mediar en el conflicto, haciendo llamados al dialogo, criticando veladamente la intransigencia de JOH. El presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC) se pronunció a favor de la derogación de los decretos ejecutivos PCM. La cúpula empresarial mostró sus fisuras y sus diferencias con JOH, un verdadero acontecimiento político, que no ha logrado la lucha de los partidos de la oposición burguesa.

Las maniobras de JOH para desvirtuar el triunfo de los trabajadores

La movilización y los paros nacionales del mes de mayo obligaron a JOH a derogar los Decreto PCM-026 y Decreto PCM-027, decisión que fue publicada en La Gaceta No 34,960 del 3 de junio del año en curso. Fue un triunfo total de la PDSE.

Sin embargo, JOH hizo una nueva maniobra para desvirtuar el triunfo popular.

Se reunión con la vieja dirigencia del Colegio Profesional Superación Magisterial Hondureño (COLPROSUMAH), del Colegio Profesional Unión Magisterial de Honduras (COPRUMH), del Primer Colegio Profesional Hondureño de Maestros (PRICPHMA) y del Sindicato Profesional de Docentes Hondureños (SINPRODOH), y con ellos firmó un acuerdo de derogación de los decretos ejecutivos PCM.

El objetivo de JOH era no reconocer a la PDSE como la organización que dirigió la lucha, y que había logrado la derogación de los decretos ejecutivos. Con esta maniobra JOH logró arrastrar a una parte de la PDSE, especialmente a la vieja burocracia sindical, que ha sido acusado de corrupción y manejos burocráticos. Las bases de estos colegios y organizaciones magisteriales se dividieron, pero un sector muy importante se mantiene en la lucha, realizando asambleas que incluso se han planteado la tarea inmediata de destituir a los dirigentes que se prestaron para que JOH no reconociera a la PDSE como verdadera representación de los trabajadores en lucha.

El Colegio de Profesores de Educación Media de Honduras (COPEMH) y el Colegio de Pedagogos de Honduras (COLPEDAGOGOSH) mantuvieron una posición digna y no se prestaron a la sucia maniobra de JOH. Debido a que los nuevos decretos ejecutivos llaman a la formación de mesas de negociación sobre los problemas en salud y educación, para JOH colocar a burocracias corruptas que terminarán aceptando las propuestas del gobierno, que en el fondo serán las mismas.

El régimen dictatorial está herido gravemente

Todo el aparato represivo y dictatorial que JOH ha construido, ha sufrido un golpe mortal. Los trabajadores se han levantado y han demostrado su fuerza. Las declaraciones del COHEP y de diversos grupos empresariales muestran las fracturas o fisuras de la clase dominantes y la enorme preocupación por la dinámica de la movilización de masas.

La transnacional Standar Fruir Company, como parte del grupo Dole Food Compañy, ha solicitado suspender los contratos laborales y ha amenazado con retirarse de Honduras, ante la quema de 62 camiones por parte de trabajadores enardecidos por las condiciones de superexplotación en las bananeras.

La lucha contra la privatización apenas está comenzando

Aunque los trabajadores de Honduras han obtenido dos triunfos importantes, al doblarle el brazo a JOH y al Congreso Nacional, en realidad estamos a mitad del camino. La lucha contra la privatización apenas está comenzando.

JOH intentará por todos los medios reducir los gastos presupuestarios en salud y educación, para crear condiciones para la privatización parcial o total de estos vitales servicios públicos: la derogación de los decretos ejecutivos PCM fue apenas un primer paso, porque en la mesa de negociaciones el gobierno intentará imponer su agenda neoliberal.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a los trabajadores de Honduras a mantener la unidad en la lucha, fortaleciendo y ampliando la actual PDSE hasta convertirla en una nueva dirección gremial y sindical, que sea democrática y que refleje la voluntad de las bases.

En asambleas informativas los trabajadores deben realizar un balance de la lucha, y decidir los pasos a seguir ante la propuesta de conformar las mesas de negociación. Cualquier negociación debe ser publica, de cara al pueblo, y cualquier resolución que se tome debe contar primero con la aprobación de las bases.

La situación en Honduras ha cambiado radicalmente, los trabajadores deben presentar al resto de la nación su propuesta de modelo del sistema de salud y educación, que debe ser una ruptura total con el ajuste neoliberal.

Desde ya alertamos que JOH intentara revertir estos dos triunfos, logrados con la movilización, y que la única manera de defenderlos y ampliarlos es incorporando nuevos sectores sociales a la lucha que recién apenas empieza.

Centroamérica, 4 de junio del 2019

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)