Los acontecimientos se han desarrollado con rapidez en Honduras, a raíz de la realización de los comicios generales, el pasado 26 de noviembre del año 2017. De pronto, de una situación de retroceso y apatía en el movimiento de masas, tenemos una situación completamente diferente, caracterizada por una enorme polarización política, y una dinámica de manifestaciones y contra manifestaciones, que tiene al país en vilo.

El fenómeno Nasralla

No habían concluido las votaciones, cuando los dos principales candidatos, Salvador Nasralla, postulado por la Alianza de Oposición contra la Dictadura, (LIBRE y PINU) y el presidente Juan Orlando Hernández (JOH), candidato del Partido Nacional (PN) que busca imponer su reelección, estaban brindado declaraciones encontradas, proclamándose ambos como ganadores de los comicios.

Las declaraciones entusiastas de Salvador Nasralla coincidieron con el primer informe parcial brindado por el Tribunal Supremo de Electoral (TSE), en el que aparecía con el 42% de los votos de un total de 57,19% de las Mesas Electorales Receptoras (MER), mientras que el candidato oficialista Juan Orlando Hernández aparecía con el 40,21%, y el candidato Luis Zelaya, del Partido Liberal (PL), estaba relegado a un tercer lugar con apenas el 13,77% de los votos.

Había sobradas razones para estar alegres. La estrategia del Partido Nacional para imponer la reelección de su candidato, estaba basado en dos ejes importantes: una alta abstención y la división del liberalismo en fuerzas equidistantes.

Pero en estas elecciones la abstención disminuyó. Los centros de votación estaban abarrotados de gente. A diferencia de las elecciones del año 2013 y anteriores, en esta ocasión fue notorio un incremento en la participación de los votantes, especialmente de sectores juveniles que han manifestado abiertamente su repudio al continuismo de JOH. Todo indica que este nuevo sector de votantes se inclinó a favor de Nasralla, quien desde el año 2013 que irrumpió a la arena política, ha mantenido una denuncia constante y vigorosa contra el gobierno de JOH.

El derrumbe del Partido Liberal

Paralelo al fenómeno de Nasralla que logra cautivar a los sectores en contra del continuismo, se produjo otro fenómeno: el desplome de la votación del Partido Liberal. En las ultimas tres elecciones, el PL ha mostrado una tendencia hacia el suelo. Cuando fue electo Mel Zelaya como presidente, el PL obtuvo 999,006 votos, en 2009, después del golpe de Estado, y ya dividido, el PL obtuvo 817, 524 votos, en la elección del 2013 bajó a 632,320. En esta ultimo votación influyó, sin lugar a dudas, la irrupción de LIBRE como un nuevo partido.

Pero en esta elección del año 2017, el PL redujo su votación a mínimos a nivel presidencial: Hasta el momento tiene el 15% de los votos. Una parte importante de los votos tradicionales del PL, migraron hacia Nasralla, muy probablemente por considerar que el candidato que podía detener la reelección de JOH, debido a que en los últimos 8 años la cúpula del PL se ha dedicado a negociar cuotas de poder y no a luchar contra el gobierno nacionalista.

Aunque a nivel de diputaciones y de alcaldías, el PL mantuvo una parte de su caudal electoral, colocándose en segundo lugar a nivel nacional, por encima del partido LIBRE, lo que relativiza un poco su derrumbe electoral.

Los fraudulentos informe del TSE

De manera sospechosa, el TSE retrasó los informes preliminares argumentando que no habían llegado todas las actas, especialmente de provincia, en donde se supone que el PN tiene gran influencia. Un halo de misterio rodeó el edificio del TSE. Los observadores internacionales guardaron silencio, hubo declaraciones a favor y en contra de los datos preliminares, mientras el entusiasmo de las bases de la Alianza de Oposición contra la Dictadura, comenzaron a salir a las calles protestando contra el fraude electoral.

El segundo informe parcial, del día martes 28, abarcó el 67,93% de las MER a nivel presidencial, y las cifras oficiales comenzaron a revertir lentamente la ventaja del 5% de que tenía Nasralla sobre JOH, quien logró subir a un 40,96% de los votos, mientras Nasralla comenzó a descender lentamente hasta 43,66% de los votos.

A partir de la tarde del día miércoles 29, cada informe parcial fue acortando la ventaja iniciar de Nasralla, hasta el punto que el TSE, con las actas del 80.79% de las MER, reconoció que JOH había obtenido el 42,21% de los votos (1,157,083) , mientras Nasralla quedaba atrás con el 42,11% de los votos (1,154,172)

Para el día jueves 30 de noviembre,  con casi el 90% de las actas de las MER, el TSE dio prácticamente como ganador a JOH, con un 42,48% de los votos, un escaso margen en relación a Nasralla que quedó con 41.71% de los votos.

El antidemocrático sistema electoral de Honduras esta basado en el principio de mayoría simple, es decir, con un solo voto cualquier candidato puede ganar las elecciones. Esta es la razón de fondo por la cual el PN nunca quiso cambiar la legislación Electoral. Todo está fríamente planificado.

El acuerdo con la OEA para frenar las movilizaciones

A pesar que Nasralla, llamó al pueblo a defender el voto, es decir, su victoria electoral, en las calles, casi al mismo tiempo que el TSE daba a conocer que JOH había superado a Nasralla en la votación, los medios de comunicación dieron a conocer la insólita noticia que JOH y Nasralla, por presiones de la Organización de Estados Americanos (OEA), habían firmado un acuerdo de tres puntos, para “esperar en calma y en paz el escrutinio de la elección del pasado 26 de noviembre”, al mismo tiempo que ambos candidatos se comprometían a “aceptar los resultados del escrutinio general definitivo del TSE (Tribunal Supremo Electoral) siempre que se hayan sumado todos los votos en todas las actas”.

En pocas palabras, si Nasralla se comprometió a aceptar los resultados oficiales del TSE, en el fondo estaba aceptando el fraude electoral que había denunciado en las calles, y perdía peso la denuncia de fraude electoral, y con ello estaba desmovilizando a las masas que habían dado un paso al frente cuando el llamó a defender el voto.

El silencio de Mel Zelaya y el partido LIBRE

Un dato importante de las elecciones del 26 de noviembre es que el partido LIBRE también perdió votos en relación a la elección del 2013, cuando Xiomara Castro, esposa de Mel Zelaya fue la candidata. En el año 2013, el partido LIBRE, en su inauguración como partido político electoral, ganó 896.498  votos, el 28,78% del total.

En las votaciones del 2017, el repunte de la votación se produjo con la candidatura de Nasralla, que llegó a ser un fenómeno político, pero a nivel de diputados y alcaldías, el partido LIBRE ha quedado en tercer lugar, como señalamos anteriormente.

Igual que en el año 2013, cuando el partido LIBRE hizo un tímido llamado contra el fraude electoral, en esta ocasión ha guardado silencio y no se ha desligado de la firma del acuerdo con la OEA, firmado por Nasralla.

El partido LIBRE tiene capacidad de convocar a grandes movilizaciones, en el contexto de la ebullición popular, pero se niega a hacerlo, permitiendo que se imponga en los hechos el plan de reelección de JOH.

¿Porqué llamamos votar nulo?

El fraude electoral lo viene montando el PN en los últimos 8 años, copando las instituciones del Estado, implementando programas de asistencia social a los sectores mas pobres, engrosando con ello la clientela electoral, fortaleciendo su aparato electoral, cerrando espacios a los partidos de oposición.

Por omisión, el partido LIBRE y el PL fueron incapaces de frenar a JOH en el Congreso Nacional, se limitaron a la oposición parlamentaria, se negaron a llamar a la movilización conjunta en las calles.

Bajo estas difíciles condiciones, y con un sistema electoral antidemocrático, se convocaron a las elecciones generales del 26 de noviembre, donde el oficialismo llevaba extrema ventaja y alevosía, con altas posibilidades de imponerse, manipulando a su clientela electoral.

En especial, alertamos que la candidatura de Nasralla no representaba los intereses de los trabajadores y los pobres de Honduras, y que en esas condiciones no quedaba otra opción que votar nulo. A pesar de nuestro llamado al voto nulo, un sector importante de la población votó por Nasralla, por considerar que podía vencer a JOH.

No obstante, nuestros recelos se han confirmado, porque el Acuerdo con la OEA, es un compromiso para desmovilizar, de la misma manera que Mel Zelaya lo hizo cuando regresó a Honduras, y con ello lamentablemente JOH terminará imponiendo su reelección.

Para luchar consecuentemente contra el continuismo de JOH se debe convocar a un Paro Cívico Nacional

A estas alturas solo falta que el TSE proclame a JOH como ganador, con el aval de los observadores internacionales. Esto equivaldría a una especie de golpe de Estado contra la voluntad popular. Pero todavía estamos a tiempo de detenerlo, no todo está perdido, todavía podemos derrotar el continuismo de JOH. No basta que ahora Nasralla reconozca que la firma del Acuerdo con la OEA fue un grave error político. No basta convocar a pequeños plantones que dispersan la fuerza de las masas, necesitamos manifestaciones de protesta a nivel nacional y departamental.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) exige a Nasralla y al partido LIBRE que convoquen a un Paro Cívico Nacional de 48 horas, como mínimo, para evitar que el TSE proclame a JOH como el nuevo presidente, y que este logre imponer su reelección.

Si se niegan a hacerlo, entonces el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a los sindicatos, centrales obreras y campesinas, el movimiento campesino y popular, a ponerse a la cabeza de la indignación nacional contra la imposición de JOH. Llamamos a los médicos eh huelga nacional a sumarse a este amplio movimiento contra la reelección de JOH.

Si las elecciones fracasan en el intento de frenar la reelección de JOH, solo queda la lucha revolucionaria, la movilización de los trabajadores y el pueblo bajo una solo consigna: Fuera JOH!! No queremos reelección!!.

Este Paro Cívico Nacional debe ser el preludio de la anulación de las elecciones del 26 de noviembre, y de la convocatoria inmediata a una Asamblea Nacional Constituyente.

 

Centroamérica, 30 de Noviembre del 2017

 

Secretariado Ejecutivo Centroamericano (SECA)

Partido Socialista Centroamericano (PSOCA)