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Por Eduardo Villalobos

El modelo democrático burgués de Costa Rica ha venido experimentando en los últimos años una recomposición de las instituciones del régimen, luego que durante varias administraciones habían permanecido en una parálisis.

Esto ha sido posible por una serie de factores, empezando por la decisión de la Sala Constitucional que falló, en forma muy cuestionada, a favor de la reelección presidencial. Se produjo un cambio constitucional sin consultar al pueblo ni a los diputados. Esto fue la primera muestra de la voluntad de este sector de la burguesía en recurrir a diferentes medios para, desde su óptica, hacer al país más gobernable.

Del Combo del ICE al Referéndum

Hace 9 años, el gobierno del ex presidente Miguel Ángel Rodríguez trató de aprobar un proyecto de varias leyes que buscaban la apertura del negocio de las telecomunicaciones y de la electricidad. Dicho proyecto fue bautizado por el movimiento popular como “Combo del ICE”.

Este proyecto se unió con un problema de los agricultores que fueron los primeros en salir a pelear a las calles, bloqueando carreteras. El movimiento levantó la simpatía popular y empalmó con la lucha contra el Combo del ICE.

Las movilizaciones se profundizaron y se extendieron a lo largo y ancho del país. El movimiento estudiantil fue parte de la vanguardia que surgió en esta coyuntura, jugando un papel destacado en las marchas y bloqueos en el centro de la capital y otras ciudades como Heredia y Cartago.

El amplio movimiento social fue finalmente desmontado poco a poco por las dirigencias sindicales y burguesas que coparon las movilizaciones llevándolas al ruedo de la institucionalidad, dentro de la Asamblea Legislativa y la Sala Constitucional.

La lucha contra el TLC tuvo varias etapas. La primera empezó con la dinámica de movilizaciones, más espaciadas, convocadas principalmente por el movimiento sindical.

Estas con una participación menor de instituciones que fueron la vanguardia en el sector en la lucha anterior como los trabajadores de las telecomunicaciones y electricidad. A estos el gobierno les fue dando una serie de pluses salariales que fueron minando su incorporación.

A la par de esto, dirigentes del Magisterio contuvieron la movilización, debido a que algunos de ellos como el ex presidente de la ANDE, Eduardo Rojas, manifestaba abiertamente su apoyo al proyecto y luego de ser reemplazado como presidente de la organización, pasó a formar parte de una  pro TLC.

Las marchas de nuevo se extendieron a lo largo del país en medio de paros de uno o dos días sin hacer llamado a huelga general. Cuando eso llegaba a la disyuntiva de la huelga general o seguir por el camino de los paros aislados, el gobierno de Arias sacó la propuesta del Referendo.

Este mecanismo del régimen democrático burgués, fue avalado por todas las direcciones y apuntan a poner todas sus energías en la trampa electoral establecida por el régimen.

Se formaron los Comités Patrióticos en todas las comunidades del país y la dirección del proceso pasó de los sectores sindicales a partidos burgueses como el Partido de Acción Ciudadana (PAC), dirigido por Ottón Solís, un ex liberacionista, exministro del primer gobierno de Arias. En esta carreta se montaron también otras figuras de la burguesía y de la academia como Mariano Figueres, hermano del expresidentes José María Figueres.

Estos comités se llenaron de activistas con la consigna de contrarrestar la campaña del gobierno y la Alianza pro TLC de las cámaras patronales y del gobierno. Sin embargo la movilización desapareció del panorama de la lucha, lo cual dejó a la clase trabajadora y el movimiento popular sin un arma propia.

El resultado esperado fue la derrota del “NO” lo que conllevó a la desaparición de muchos de esos comités y la desmoralización de cientos de activistas que sembraron sus esperanzas en el triunfo en el Referendo.

La gobernabilidad

Luego de este proceso, el fantasma de la ingobernabilidad empieza a desaparecer del panorama del gobierno. Las leyes de implementación del TLC son votadas una a una con la venia del PAC, que como ellos dijeron, acatan la voluntad popular expresada en las urnas.

Esto no implica que las contradicciones entre los diferentes sectores de la burguesía desaparecieron, sino que se expresaron de distintas formas. Los sonados caso de corrupción denunciados por la prensa de la burguesía sobre el manejo de fondos y la renuncia de ministros y figuras del gobierno, marcaron la tónica después del Referendo.

Sin embargo, esto no detuvo la recomposición del gobernante Partido de Liberación Nacional (PLN), después de estar envuelto en crisis internas. Varias de sus figuras salen y se mueven alrededor de proyectos electorales como la Alianza Patriótica, el partido político que reúne a los comités patrióticos y las mencionadas figuras encabezadas por Rolando Araya Monge, el ex candidato del PLN. Por su parte el PLN en su convención interna logró elegir a Laura Chinchilla, ex vicepresidenta y delfín de Arias.

En su discurso de aceptación de la candidatura,  Laura Chinchilla manifestó lo siguiente: “Don Oscar Arias, hace ya casi cuatro años, emprendió la tarea titánica de poner a caminar de nuevo a un país que estaba postrado. Es nuestro deber completar el trabajo que el inició y vamos a cumplir ese deber. Y vamos a emprender también tareas en las que el obstruccionismo de una oposición irresponsable y de un sinnúmero de trabajas burocráticas primero, y una crisis económica sin precedentes después, nos han impedido avanzar como hubiéramos querido hacerlo. En las próximas semanas y meses vamos a conversar muy intensamente sobre nuestros planes para el futuro, sobre todas y cada una de las tareas que vamos a emprender a partir del 1 de mayo de 2010 ” (Discurso de Laura Chinchilla en la Asamblea Nacional y Plenaria del PLN 26/07/09)

La continuidad tiene rostro de mujer, aún más con los candidatos a los principales puestos de diputaciones por San José como los ex ministros del actual gobierno: Viviana Martín, Guillermo Zúñiga de Hacienda y el negociador del TLC con los Estados Unidos Francisco Chacón.

Estas figuras claves en el actual gobierno, pasarán al Parlamento con el fin de tratar de  aprobar las leyes que hacen falta para culminar el proceso de la aprobación del TLC, como la flexibilización laboral, la municipalización de la educación y otros más que garanticen aumentar la explotación del pueblo costarricense.

Nuestra propuesta: superar la dispersión de la izquierda

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) vemos necesaria la constitución de una opción de izquierda clasista, que logre reunir a los mejores luchadores contra el TLC y las políticas del gobierno. Esta opción electoral es sólo un paso en la perspectiva de recomponer el movimiento sindical y popular para enfrentar los embates de la crisis económica.

Por eso llamamos que todas las organizaciones de izquierda clasista, a realizar una Asamblea para empezar a discutir democráticamente la necesidad de unir fuerzas dentro de un marco programático común. Estamos a tiempo para lograrlo.