Por Ramón Sibaja

El lunes 5 de Mayo, en la víspera de la asunción del nuevo gobierno del Partido de Acción Ciudadana (PAC), estalló una poderosa “huelga indefinida” del magisterio, demandado el pago íntegro de los salarios del mes de abril. Los primeros afectados fueron los profesores de reciente nombramiento, pero después el problema se generalizó, perjudicando a unos 6.000 maestros.

Unidad sindical del magisterio

Esta huelga estalló por la enorme presión de las bases y ha sido un éxito por la unidad de acción entre el Sindicato de Trabajadores de la Educación Costarricense (SEC), la Asociación Nacional de Educadores (ANDE), y la Asociación de Profesores de Segunda Enseñanza (APSE).

A manera de despedida del gobierno de Laura Chinchilla, los sindicatos magisteriales organizaron una multitudinaria marcha nacional de protesta que reunió a más de 30,000 docentes, en San José, el día miércoles 7 de Mayo, un día antes de que Luis Guillermo Solís asumiera la presidencia de Costa Rica.

Ante la ausencia del pago completo del salario, los maestros se han endeudado todavía más, provocando un hondo malestar en el conjunto del magisterio. La situación obligó a la Defensoría de los Habitantes a exigir al MEP una rápida salida al problema de la falta de pago de los docentes.

Maniobras para desmovilizar

Ante la enorme presión del magisterio en las calles, el propio Luis Guillermo Solís dijo que se unía “solidariamente a la huelga de educadores de Costa Rica. Lo que ha ocurrido con los maestros de este país, en el marco de aplicación defectuosa del sistema de pagos Integra-Dos, es inadmisible” (Extra, 6/5/2014).

Evidentemente, Solís estaba maniobrando para ver si lograba desmontar la huelga magisterial desde adentro. Para ello, delegó a Sonia Marta Mora, la nueva ministra de educación, para que se reuniera con la dirigencia sindical del magisterio, quien reconoció la gravedad del problema, justificó los atrasos y llamó a los maestros a paciencia y confianza en el nuevo gobierno.

La huelga del magisterio enturbió el panorama al nuevo presidente Solís. Si por la víspera se saca el día, las cosas no parecen marchar a favor del nuevo gobierno del PAC.

¿Cuál es el origen del problema?

Los ministros del saliente gobierno de Laura Chinchilla brindaron explicaciones diferentes y hasta contradictorias sobre los orígenes del problema.

Leonardo Garnier, entonces Ministro de Educación, justificó los pagos incompletos por la implementación del nuevo sistema informático del Ministerio de Hacienda conocido como “Integra-dos”. Incluso, prometió que el problema se solucionaría el 13 de Mayo, pero no fue así.

En realidad, no estamos ante una falla del software, sino ante una política de reducción salarial, camuflada en el programa “Integra-dos”. Uno de los objetivos de este nuevo sistema informático, es que el pago del impuesto sobre la renta se concentra o aumenta en la segunda quincena de cada mes, lo que provoca un aumento artificial del salario durante el pago de la primera quincena, que tiene efecto en el cobro del impuesto sobre la renta en la segunda quincena, aumentando relativamente el cobro de impuestos. Este es un nuevo subterfugio para cobrar más impuestos y de esta manera mitigar la crisis fiscal que agobia al Estado.

Edgar Ayales, entonces Ministro de Hacienda, se acercó más a la verdad: defendió el nuevo sistema de pagos porque supuestamente el MEP cancelaba pago de incapacidades que no se debían, o contabilizaba mal el pago de los pluses. El resultado ha sido que con el nuevo programa  “Integra-Dos” el gobierno se ahorrará la cantidad de 8 mil millones de colones.

Entonces, como se puede apreciar, no es un error de programa informático, sino una política consciente, destinada a recortar conquistas salariales y laborales del magisterio. En ese sentido, el gobierno de Chinchilla ha dejado una olla de agua hirviendo en manos de Luis Guillermo Solís, obligando al mismo tiempo a que el magisterio libre una intensa batalla en las calles.

Con el agua hasta el cuello

El problema de los pagos incompletos en el magisterio es la punta del iceberg de la crisis fiscal. Como en el resto de Centroamérica, el Estado en Costa Rica comienza a tener problemas cada vez más para garantizar el pago de los salarios de los empleados públicos. Los funcionarios le echan la culpa al programa informático “Integra-Dos”, pero el verdadero problema está en la agudización de la crisis fiscal.

En un reciente informe, la Contraloría General de la República ha alertado al nuevo gobierno del PAC sobre la gravedad de la crisis. “El déficit del sector público alcanzó en el 2013 un 5,8% del Producto Interno Bruto (PIB). De ese porcentaje, un 5,4% es el faltante de dinero en las arcas del Gobierno Central (…) Para cubrir el faltante, el Gobierno ha debido endeudarse, y el monto de sus obligaciones cerró el 2013 en ¢13,6 billones. Los pasivos del Gobierno representan el 36% de la producción, porcentaje que crece al 54,7% si se toma en cuenta a todo el sector público”. (El Financiero, 5/5/2014)

Esta es la dramática situación financiera del gobierno costarricense, que afecta directamente a los empleados públicos, y de manera específica al magisterio.

Marta Acosta, Contralora General de la República, mandó un mensaje directo al nuevo presidente Luis Guillermo Solís: “Se espera que para el 2014 esa deuda ronde el 39% del PIB, es decir estamos alcanzando niveles de insostenibilidad y se tiene previsto que para el 2015 vamos a rondar un 40%. Un 40% de deuda es insostenible y eso lo había dicho el Banco Central por allá del 2002-2004, cuando tuvimos esos niveles de deuda”. (Extra, 6/5/2014)

El gobierno de Solís trabaja para derrotar pacíficamente la huelga

Una vez que le fue colocada la banda presidencial, Luis Guillermo Solís abandonó el discurso solidario a favor de la lucha magisterial, y comenzó a promover reuniones con la dirigencia sindical y a solicitar a los maestros depongan la lucha: apelamos “al sentido de responsabilidad y patriotismo, y pedirle que en un acto de confianza y responsabilidad con el país, no con este gobierno, entendiendo que queremos resolver el problema hasta sus últimas consecuencias”. (Extra, 14/05/2014)

Los funcionarios entrantes y salientes se comprometieron a realizar los pagos atrasaos antes del 14 de Mayo, creando falsas expectativas, pero en realidad el problema se complicó aún más, porque los depósitos fueron mucho menores, provocando la justa indignación del magisterio en huelga.Las propuestas conciliadoras y engañosas del nuevo gobierno no cuajan, porque la situación lejos de mejorar ha empeorado.

Ante los reclamos por el nuevo incumplimiento, la ministra Mora aclaró que “(…) El problema no es del dinero, el dinero está correctamente presupuestado, es un asunto de incorporar la información correcta de la persona para pagarle correctamente y a tiempo” (Extra 14/5/2014)

Este es un nuevo y peligroso argumento para justificar el retraso en los pagos, ya que indican que el MEP está revisando con lupa no el salario ordinario sino los diferentes pluses, con el objetivo de recortarlos o restringirlos al máximo, utilizando cualquier pretexto.

La huelga ha entrado en la segunda semana, y si no hay solución al pago de los salarios, la lucha tiende a prolongarse, y la estrategia del gobierno parece ser el cansancio, y la rendición por hambre.

Romper el impasse

El gobierno utiliza tácticas dilatorias. Quiere aprovechar el caudal electoral a favor del PAC y las altas ilusiones y expectativas de cambio en el conjunto de la población, para echar a los padres de familia contra el magisterio en lucha.

Si el gobierno del PAC no brinda soluciones rápidas, el magisterio debe solicitar el apoyo solidario de otros gremios. El Frente Interno de Trabajadores del ICE (FIT-ICE) dio un paso al frente, emitiendo un comunicado anunciando que “de parte del FIT estaremos solo a la espera que la dirección del movimiento de huelga del Magisterio Nacional nos lo haga saber para expresar en las calles, con casco y coraje, nuestra solidaridad con las y los trabajadores de la educación”, (Extra 14/5/2014)

Se requiere profundizar la realización de asambleas democráticas, con participación de los padres de familia, a los que también hay que incorporar a la lucha, de igual manera se requiere la realización de paros parciales y escalonados de los otros gremios del sector público, para obligar al pago puntual de los salarios. Con la comida de nuestros hijos no se juega!

Solo la generalización de la lucha magisterial a otros sectores, la unidad sindical de los diferentes gremios, obligará al gobierno a pagar los salarios puntualmente y a respetar los pluses y conquistas laborales existentes.

¡Ojo con las pensiones!

Mientras se produce este histórica huelga del magisterio, la fracción legislativa del PAC con el apoyo del Frente Amplio, dentro de la Asamblea Legislativa impulsa un proyecto de ley para autorizar a la Junta de Pensiones del Magisterio Nacional (Jupema) a que invierta el dinero de las pensiones en fideicomisos, con el objetivo de financiar obras públicas como la vía a San Ramón o el mantenimiento de la carretera a puerto Limón.

A simple vista suena bien que el dinero de las pensiones se multiplique, pero este tipo de inversiones son sumamente riesgosas. Después los fideicomisos se declaran en quiebra, y el dinero de las pensiones se esfuma. Hay miles de caso en América Latina

De esta manera, el gobierno del PAC quiere hacerle frente a la falta de liquidez de dinero para invertir en obras públicas. Los sindicatos magisteriales deben estar alertas a este proyecto de ley que, como canto de sirena, promete más ganancias pero en el fondo puede ser la ruina del sistema de pensiones del magisterio.