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Por Eduardo Villalobos

El pasado 10 de setiembre, la presidenta de la República Laura Chinchilla, designó como nuevo vice ministro de seguridad a Wálter Navarro. Este hecho por sí solo podría parecer intrascendente pero a la luz de una política de seguridad nacional de corte represivo es más que relevante.

Este personaje salido de las fuerzas de seguridad del Estado costarricense fue anteriormente director de la Fuerza Pública (organismo policial) hasta que partió a recibir una preparación por cuatro años a la Escuela de las Américas. Sin embargo esta escuela tiene un historial negro en el pasado reciente como escuela de asesinos y torturadores de las dictaduras latinoamericanas.

Escuela de tortura y de terror de Estado

Como parte de los planes de contrainsurgencia y de represión contra el movimiento obrero campesino y popular, la burguesía imperialista elaboró una política en el plano ideológico y en el plano militar para enfrentar cualquier amenaza que pusiera en peligro sus intereses económicos en el área.

En el plano ideológico, los Estados Unidos y el imperialismo propagaron la ideología que los conflictos sociales en el mundo eran el producto de una guerra entre el Este, la antigua Unión Soviética y el Oeste, los países llamados por ellos democráticos capitalistas.

Entonces la represión en contra del comunismo y los supuestos comunistas se legitimaba, para ellos,  por este hecho.

Sin embargo, todo aquel que luchaba o reclamaba por sus derechos fue enseguida catalogado de comunista, por lo tanto sujeto de represión. Así fue como muchos luchadores fueron desaparecidos, torturados y ejecutados por las fuerzas militares de la casi totalidad de los países del área. En unos casos, el dramatismo que alcanzaron estos hechos fue mayúsculo, al producirse golpes de Estado perpetrados por las fuerzas aramdas que le costó la vida a miles de miles de luchadores o bien personas ligadas a la defensa de los derechos humanos.- Es el caso de las dictaduras del Cono Sur de los años setentas o bien las víctimas de la guerra contrainsurgente en América Central de los años ochentas

Este plan macabro no se dio por reproducción espontánea sino por  dos tristemente famosos manuales con el que eran entrenados los perpetradores de estos genocidios. Los manuales denominados “KUBARK Counterintelligence Interrogation de 1963 y Manual de entrenamiento de la explotación de los recursos humanos de 1983,  fueron preparados por la CIA como base del entrenamiento “básico” de la Escuela de las Américas.

Esta escuela, a pesar de cambiar de nombre en la actualidad, sigue bajo los mismos principios de violación de los derechos humanos. En el fuerte Benning en Atlanta, Georgia, Estados Unidos es todos estos personajes son preparados. Ya vemos entonces de donde provienen los “estudios” del nuevo viceministro de seguridad.

Retenes, marines y represión

En los últimos meses, varios hechos álgidos e han presentado en materia de seguridad y represión. Los estudiantes del Liceo Vargas Calvo reprimidos por la policía antimotines, la invasión del campus universitario, el patrullaje con los marines del ejército yanqui, los retenes en las calles del país  son parte de una política de conjunto.

El discurso de la presidenta el 15 de setiembre es sólo la confirmación de la voluntad de la administración Chinchilla de dar un viraje más represivo a los problemas del país. Es decir, que a la falta de seguridad causada por la pobreza, la receta va a ser policías armados para acabar con los pobres.

En definitiva, el objetivo del gobierno gira en dos ejes, la contingencia ante la posibilidad de estallidos sociales producto de la nueva crisis económica y la  nueva situación del país ante el pan estratégico del imperialismo en el área.

Los retenes son en parte simbólicos de las dos cosas, es parte de la política de un ejército de ocupación al estilo de los retenes en Irak y de los patrullajes conjuntos con los soldados de los Estados Unidos de América.

Ante esta situación, desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a todas las organizaciones sindicales, partidos de izquierda y grupos de derechos humanos a realizar una campaña de denuncia internacional sobre el nombramiento de este personaje en una esfera de la seguridad pública. Así mismo condenar la violación a las libertades fundamentales por parte de la fuerza pública al realizar estos retenes.

Debemos por lo tanto movilizarnos para lograr este objetivo.