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Por Antonio Trejos

Costa Rica tiene el más alto índice de desarrollo humano de Centroamérica, una verdadera excepción en una zona geográfica marcada por el desempleo y la pobreza. La democracia burguesa costarricense siempre se ha jactado de su sistema educativo, pero este orgullo comienza a ser parte de su glorioso pasado. Bajo el segundo gobierno de Oscar Arias se produjo el más serio ataque contra el Fondo  Especial para la Educación Superior (FEES) cuando a inicios de 2009 anunció el recorte de 7 mil millones de colones.

El ataque de Arias se produjo cuando faltaba poco tiempo para vencerse el convenio presupuestario entre el gobierno y las universidades, y no era más que el preludio de una nueva ofensiva neoliberal contra la educación superior. Lo que está en juego actualmente es el presupuesto del quinquenio 2011-2015, es decir, el futuro de la educación publica.

Ofensiva neoliberal contra la educación superior

Desde hace un año y medio, las universidades publicas vienen librando una sórdida batalla contra el gobierno. La transición entre la finalización del gobierno de Arias y el inicio del gobierno de Laura Chinchilla, creo un tenso compás de espera. Mientras tanto, la comunidad universitaria comenzó a tensionar sus fuerzas.

En los hechos se formó un frente universitario, para exigir el 13% de aumento anual para el FEES, conformado por autoridades, profesores, trabajadores y estudiantes. Esta alianza por la defensa del presupuesto para el FEES, terminó siendo dirigida en la práctica por el Consejo Nacional de Rectores (CONARE) conformado por Yamileth González  rectora de la Universidad de Costa Rica (UCR), Sandra León Coto  rectora de la Universidad Nacional (UNA), Eugenio Trejos rector del Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR) y Luis Guillermo Carpio rector de la Universidad Estatal a Distancia (UNED).

Los sindicatos de profesores y trabajadores, así como las organizaciones estudiantiles que participan en la lucha, han perdido autonomía en la medida en que han dejado el proceso de negociación exclusivamente en manos del CONARE

Una prueba de ello es que las Universidades públicas forcejearon inicialmente por el 13% para el FEES, pero ante las presiones del gobierno de Chinchilla el CONARE redujo su propuesta de 13% a 11%, como si una “pequeña” concesión en si misma facilitaría obtener más presupuesto  para las universidades.

El gobierno de Chinchilla ofreció apenas un 4.5% más un préstamo de 200 millones de dólares que endeudaría a las Universidades, algo que no tiene precedentes en los 70 años de existencia de la educación superior pública. En los años siguientes, el presupuesto del FEES se reduciría hasta el 4%, una verdadera contrarrevolución a nivel de la educación superior. En cambio, la propuesta del CONARE implica pasar de ¢226 mil millones a ¢400 mil millones de colones para 2015.

El Gobierno de Chinchilla ha concebido un financiamiento decreciente de la educación superior, pues baja del 10% en 2009 al 4% en 2010.

El ataque de Garnier

Leonardo Garnier, ministro de educación, ha estado al frente del equipo negociador del gobierno de Chinchilla, en conjunto con los ministros de Hacienda, Planificación y Ciencia y Tecnología, y es quien más ha criticado el presupuesto de las universidades: “Es muy difícil para la sociedad que le pidan esta cantidad de plata, cuando ni siquiera presentan los documentos de planes estratégicos que indiquen cómo se va a gastar este dinero. Una parte del aumento se va en nada, eso de aumentar los estudiantes en un 3% y el presupuesto creciendo un 11%, no es muy defendible”. (Extra, 04/08/2010)

Los ministros acusan a las universidades públicas de tragarse 2/3 del presupuesto educativo. El gobierno también ha criticado el aumento automático del 8% en los salarios del personal universitario.

Ruptura y restablecimiento de la negociación

En el proceso de negociación en la Comisión de Enlace, los ministros presionaron y rompieron las negociaciones con el CONARE. El conflicto se trasladó entonces a los medios de comunicación. En un comunicado, el CONARE denunció que "los Ministros afirman demagógicamente que la propuesta del Gobierno ofrece el mayor financiamiento para las universidades en su historia cuando en realidad lo que pretenden es bajar ese financiamiento de un 17% a un 4% a partir del 2011 y solo incrementar medio punto porcentual para los años siguientes". (Informatico, 09/08/2010)

Inicialmente, la Federación de Estudiantes de la Universidad de Costa Rica (FEUCR), el Sindicato de Empleados de la Universidad de Costa Rica (SINDEU) y otras organizaciones estudiantiles y amenazaron con un “paro activo” a partir del 17 de agosto, para defender el 13% para el FEES, pero el paro no se produjo

Debido a la ruptura de la negociación, el CONARE se vio forzado a llamar a la movilización, para presionar al gobierno que restableciera la negociación y solicitaron la presencia de Laura Chinchilla en las mismas.

Yamileth González, rectora de la UCR declaró que “en la Comisión de Enlace ya no hay nada que discutir, el diálogo se tiene que dar con la Presidencia de la República y en su defecto con la Asamblea Legislativa, no ha habido diálogo, sino una posición impositiva y descalificadora de los ministros”. (Extra 11/08/2010)

El gobierno intentó reunir el consenso necesario entre los diputados la Asamblea Legislativa para aprobar el recorte al FEES, sin necesidad de negociar con el CONARE, pero los diferentes partidos se mostraron reacios a adoptar semejante recorte a las universidades publica, ya que en diciembre del 2010 se realizarán elecciones municipales. Además, los diputados del Partido Accesibilidad Sin Exclusión (PASE), del Partido Acción Ciudadana (PAC) y del Frente Amplio (FA) apoyan el reclamo de las universidades.

El lunes 9 de agosto Chinchilla declaró: “No se ha roto el diálogo. Confío en que se pueda restablecer ese espacio de conversación”. (La Nación 12/08/2010)

El Gobierno convocó al CONARE a una cita el viernes 13, pero los rectores no asistieron. Ese mismo día, como una demostración de fuerza, se produjo una marcha de los estudiantes y profesores de la Universidad Nacional (UNA).

La marcha del 17

Leonardo Garnier, es quien ha encabezado los ataques públicos contra el CONARE: “Si lo que piden los rectores se proyecta a cinco años le pone una enorme presión al presupuesto, serían ¢15 mil millones el año entrante, ¢30 mil millones en 2012, más de ¢60 mil millones en 2013, más de ¢120 mil millones el año siguiente”(Extra 16/08/2010)

Presionando para regresar a la mesa de negociación, se produjo la gigantesca marcha del 17 de agosto, que salió del pretil de la UCR hasta Casa Presidencial, reuniendo a más de 10,000 personas, una de las marchas universitarias más grandes en los últimos años. Al día siguiente, la Presidenta Chinchilla se con el CONARE. Al final de la reunión, Chinchilla declaró: “Confiamos plenamente en llegar a un acuerdo en el que se defiendan las necesidades de las universidades públicas, pero en el que también se entiendan las restricciones de naturaleza fiscal que nos ha tocado vivir en los últimos meses”. (Extra, 19/08/2010)

En esa reunión “amistosa” se estableció el plazo de 10 días para llegar a un acuerdo sobre el presupuesto, el cual debe estar a más tardar el 1 de Septiembre en la Asamblea Legislativa. Esta reunión presagia una nueva claudicación del CONARE, ya que es muy poco probable, por los apuros fiscales del gobierno, que este ceda el 11% de aumento real por cada año, más la inflación. El gobierno solo está dispuesto a dar un 4% de incremento real para el próximo año (más la inflación), y a partir del 2012 un alza del 4,5% real anual.

No parar la movilización

Producto de la reunión con Chinchilla, comienza a flotar en el ambiente una propuesta salomónica, es decir, un punto intermedio entre el 4% propuesto por el gobierno y el 11% rebajado por el CONARE. Si esta propuesta toma forma, estaríamos ante una abierta traición del CONARE a la lucha por más presupuesto para la educación superior pública. De por si la rebaja del 13 al 11% fue adoptada por el CONARE sin consultar a profesores, trabajadores y estudiantes, que son quienes se movilizan en la calle contra la política neoliberal de Laura Chinchilla.

Mientras continúan las negociaciones en un ambiente amistoso, ha disminuido la movilización, lo que constituye un grave peligro para la lucha universitaria. El gobierno, por su parte, no para los ataques y Garnier, en una maniobra para ganarse a la opinión pública, solicita a las universidades que abran más cupos para nuevos ingresos. El CONARE ha respondido que de 82.000 estudiantes piensan pasar a 100,000 y nuevamente suplican al gobierno que aumente el presupuesto a las universidades.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llamamos a profesores, trabajadores y estudiantes a luchar unidos por el 13% de aumento para el FEES, pero al mismo tiempo llamamos a desconfiar del CONARE, por sus actitudes claudicantes, y llamamos a mantener la movilización en las calles y no aceptar ninguna propuesta que no sea el 13% para el FEES. Todas las decisiones deben ser tomadas en asambleas generales democráticas, solo así se garantiza que la opinión de las bases sea tomada en cuenta. Si el gobierno de Chinchilla tiene problemas fiscales, es hora de clavarle un impuesto especial a las grandes empresas para financiar la educación pública.