Opinión Libre

 

Por Fernando de la Serna

*Docente y Periodista

La democracia constitucional plebiscitaria, en nuestro país, ha tenido un inusual desarrollo, los partidos políticos y el sistema de partidos han consolidado la partidocracia, misma que no ha podido resolver los males estructurales e históricos de la gestión política.

En ese sentido la credibilidad en los partidos políticos se ha derrumbado así como el sistema de partidos, que se han convertido en un poder autoritario, dictatorial y explotador; sin un rumbo ideológico doctrinario, su objetivo ha sido el poder político y económico así como vivir a expensas del erario público a tal grado que los partidos políticos salvadoreños han degenerado el sistema político en nuestro país.

El desprestigio de los partidos y la política misma en el país, tiene también que ver con la autonomía del mercado; el modelo económico neoliberal globalizado; el achicamiento del Estado y la pérdida de institucionalidad de sus entidades gubernamentales, la privatización de los bienes estratégicos del Estado y de la Banca, aunado a los frecuentes casos de corrupción con el aumento de privilegios, sueldos altísimos en cargos políticos, bonos para diputados, etc.

Es la consolidación de este sistema político partidocrático, donde se han liquidado o debilitado las organizaciones sindicales, populares, sociales, gremiales y profesionales, llegamos a un desierto político donde se alza la partidocracia con un Estado todopoderoso e insaciable que engulle todos los últimos reductos sociales y políticos que expresan posiciones críticas o tan solo diferentes.

La partidocracia, es simple y llanamente la causa de los males en el país: sus alianzas sospechosas, sus arreglos, sus abandonos ideológicos, sus prácticas incompetentes o inmorales, les ha creado una imagen negativa hasta el punto que muchísimos ciudadanos, con conciencia social o de clase, se inhiben deliberadamente de actuar en política partidaria y, más aún, de vincularse a un partido de los existentes en el país.

La sociedad civil salvadoreña, siempre ha sido el blanco de los políticos y de sus Partidos, ha sido objeto de explotación salvaje, los pobres y las clases más humildes son siempre los primeros en caer, pero ahora cuando la carrera por el control del poder político y la dominación de los pocos bienes estratégicos del Estado que nos quedan, los partidos políticos se han desbocado, se han apoderado completamente del Estado y lo han puesto al servicio de ellos, han convertido a nuestra nación en un pastel que se reparten en minoritarias élite que se consideran Clase Política, un grupo de políticos esquizofrénicos y de funcionarios prepotentes.  

En ese sentido, las escasas organizaciones sociales conscientes que aún quedan, así como la ciudadanía con conciencia de clase, debemos educar al pueblo de acuerdo a nuestro alcance, y seguir con este afán después de las elecciones, logrando mayor seriedad popular para que sea desmontada por el pueblo mismo, la partidocracia imperante.

Todos sabemos, que para desmontar la partidocracia, según nuestro marco constitucional es necesaria una estructura política, que llegue por medio de elecciones, para ser la vía del modo de generar los cambios políticos necesarios.

Por eso se hace urgente, como prioridad construir el Sujeto Histórico Social de Cambio, es decir esa organización del pueblo, que asuma directamente las riendas del proceso de transformaciones sociales, en términos concretos en la participación directa y protagónica en el diseño, ejecución y control social de las políticas públicas presupuestos, planes de nación, leyes, etc.

Esa organización popular ejerciendo soberanía y participando en las decisiones del Estado y en los distintos espacios y ámbitos de la vida nacional, en donde el argumento más inmediato, en el que debemos actuar en primer lugar es a nivel local, a través de comités de barrios, colonias, comunidades, en aquél lugar donde viven y desarrollan su vida social, en el ámbito personal y familiar que está condicionado por los factores económicos, sociales y políticos.

Este Sujeto Histórico Social, después de quitar los vicios que manchan al ejercicio de la política por parte de los partidos existentes, debe ir procurando un Pensamiento Político- es decir una corriente o movimiento de pensamiento político revolucionario y socialista, que coadyuve a la ciudadanía a participar y hacer política- actualmente sólo utilizan a la ciudadanía a participar en política y luego se olvidan de ella.

Hasta la vez no ha emergido, esa entidad política que sea confiable y decidida a crearse al lado del pueblo, confiamos que el bien y la justicia prevalezcan a pesar de la farsa electorera y la falsa democracia, que tenemos el deber ineludible de desmontar.

En Aquí y Ahora, sugiero humildemente, las primeras acciones que debemos como sociedad civil exigir en el presente año para ir desmontando la partidocracia:

1.- Reducir el salario, las dietas y los bonos a todos los diputados y funcionarios públicos y que únicamente reciban un salario acorde a los aranceles de lo que gana un profesional común y corriente.

2.-Rebajar a 14 diputados propietarios y 14 suplentes, debido a lo oneroso de estar manteniendo con nuestros impuestos a los 84 diputados actuales y no se mira con transparencia, cuál es el costo beneficio de esa manutención y despilfarro de nuestros impuestos ni que trabajen en beneficio al pueblo que representan.

3.- Que los candidatos a cualquier cargo de elección popular, sean escogidos por el pueblo que va a representar y no por las dirigencias partidarias.

4.-Derogar las listas cerradas de votación para que el votante muestre sus preferencias, incluso por fotografía del candidato; y cambie el orden de las listas de candidatos impuestas por los partidos políticos.

5.-Derogar la inmunidad de los diputados y funcionarios públicos, ya que ésta se convierte en impunidad.

6.- Regular y controlar, eficazmente el financiamiento de los partidos políticos, en especial lo que invierten en las campañas electorales, publicando con transparencia lo que perciben tanto de fuentes privadas, como de la deuda política y lo que invierten en propaganda. Hay que poner controles efectivos, por parte del Ministerio de Hacienda, Fiscalía General de la República, lógicamente también a través de una contraloría social ejercida por la ciudadanía, por medio de una denuncia ciudadana y así controlar las fuentes de financiamiento de los partidos políticos, evitando que el crimen organizado y la narcoactividad les esté financiando.

7.- Establecer otras herramientas de participación ciudadana, tales como el referéndum y el plebiscito.

8.- Quitar las barreras impuestas por la partidocracia, es decir esas regulaciones irracionales para que un ciudadano común y corriente pueda inscribirse como candidato a cargos de elección popular, ya sean para comicios presidenciales, para diputados y gobiernos municipales.

9.- Reformar la Constitución de la República, para que ésta sea más viable en lo humano, político, ético y económico social.

10.- Limitar la duración de espacios propagandísticos en las campañas electorales.

11.- Derogar lo referente a que diputados lleguen por residuos, ya que esto atenta con la voluntad del pueblo, y se presta al ejercicio de diputados bisagras de conciencia talla única, amantes de la corrupción.

12.- Que todos los funcionarios de elección popular, sean sometidos a una fiscalización a priori y posteriori, de sus bienes con el objetivo de evitar enriquecimientos ilícitos a costa del patrimonio estatal.

Tengo una fe henchida e inquebrantable en la construcción de la patria libre y socialista, por la que lucharon nuestros mártires entre ellos: El Comandante Marcial, Clara Elizabeth Ramírez, Rafael Arce Zablah, , Enrique Álvarez Córdova, Juan Chacón, Enrique Barrera Escobar, Manuel de Jesús Franco, Humberto Mendoza, Doroteo Hernández, así como los compañeros y compañeras que ofrendaron sus vidas por legarnos los espacios de libertad que hoy tenemos y que gracias a ellos; hoy puedo escribir abiertamente estas cuartillas, tratando de orientar de cara al pueblo, siendo incorregiblemente fiel a mis principios socialistas y a mi misión de Docente, estoy presente junto a mi pueblo.