Historia

  Abraham Lincoln visita a sus tropas en el frente de batalla
Por Victoriano Sánchez
El  asesinato del presidente Abraham Lincoln en 1865 es un acontecimiento trágico de la historia. La película de Steven Spielberg sobre el asesinato de Lincoln es una magnifica recreación sobre el rol de la persona del presidente Lincoln, pero no analiza los intereses que representaban los diferentes grupos durante la guerra civil norteamericana.
La revolución e independencia de Estados Unidos
En 4 de julio de 1776, después de muchas luchas y enfrentamientos contra las tropas coloniales, se produjo la independencia de las 13 colonias inglesas en Norteamérica, dando origen a lo que se conoció como la Revolución de los Estados Unidos.
Influenciados por las luchas contra el poder absoluto de la monarquías, los colonos recién independizados adoptaron formas de gobierno basados en conceptos de la democracia liberal, donde se hacía muchos énfasis en la libertad y unión de los individuos.
11 años después, el 17 de septiembre de 1787, las 13 colonias rescataron de la antigüedad, específicamente de las ciudades-estado griegas, la forma de un gobierno federal, y adoptaron el documento que se conoce actualmente como la Constitución de los Estados Unidos de América.
Mientras Europa era dominada por monarquías absolutas, y el conjunto de América era colonizada y saqueada por España, Portugal, Francia e Inglaterra, en los Estados Unidos se vivía la segunda gran revolución democrática burguesa a nivel mundial.
La primera fue la revolución (1642-1689) que debilitó enormemente el absolutismo de los monarcas ingleses. La segunda fue la revolución de la independencia de las 13 colonias que conformaron los Estados Unidos (1776-1787). Y la tercera revolución fue la francesa (1789-1799). Estas dos revoluciones ejercieron una influencia directa en el territorio de América Latina.
La forma de gobierno de los Estados Unidos fue revolucionaria en su momento, estaba basada en el voto de los ciudadanos varones, que poseían bienes materiales, y que se atrevieron a prescindir de la institución de la monarquía. En cambio, crearon la figura del presidente, una especie de monarca electivo, con poderes limitados, que ahora es común en casi todos los países, pero que en su momento era un profundo cambio revolucionario.
El problema de la esclavitud
Indudablemente que el aspecto progresivo de la revolución democrático burguesa en los Estados Unidos ha sido sacado de su contexto histórico, y ahora los historiadores han elevado la democracia burguesa actual a un supra paradigma.
Mientras los ciudadanos varones norteamericanos votaban a sus gobiernos locales, estatales y federales, una enorme masa de esclavos negros, secuestrados de las llanuras de África y traídos a la fuerza para levantar las cosechas, era relegada a la oscuridad sin ningún tipo de derechos.
Existió una enorme contradicción entre los postulados teóricos de la revolución norteamericana, con la realidad de la esclavitud. Esto se puede apreciar en uno de los párrafos de la Declaración de Independencia de las 13 colonias, que contenía lo siguiente: “(…)Sostenemos como evidentes por sí mismas dichas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables; que entre estos están la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad; que para garantizar estos derechos se instituyen entre los hombres los gobiernos, que derivan sus poderes legítimos del consentimiento de los gobernados; que cuando quiera que una forma de gobierno se vuelva destructora de estos principios, el pueblo tiene derecho a reformarla o abolirla, e instituir un nuevo gobierno que base sus cimientos en dichos principios, y que organice sus poderes en forma tal que a ellos les parezca más probable que genere su seguridad y felicidad (…)”
Pero estos principios de libertad, justicia y felicidad no eran aplicables a los esclavos negros, a quienes los colonos les negaban la libertad individual.
El tema de la esclavitud fue ampliamente debatido en los círculos de poder de los Estados Unidos pero pocos se atrevían a plantear la liberación de los negros. El boom de la industria textil inglesa necesitaba de materias primas, de algodón, que era cultivado por los negros esclavos en el sur de los Estados Unidos.
La debilidad del Estado federal
La independencia de los Estados Unidos dio paso a dos formas sucesivas de Estado. Primero surgió el Congreso de la Confederación (1774-1789) que promovió la unidad de las 13 colonias en el periodo de lucha por la independencia, y después de ésta mantuvo unidos a los Estados en la lucha contra el enemigo exterior, especialmente Inglaterra, hasta que se adoptó la forma de un Estado federal, otra novedad revolucionaria.
La Constitución fue adoptada en 1787 pero tardó mucho en constituirse un gobierno de la Federación. Al inicio este fue muy débil, porque los Estados eran muy celosos de la autonomía conquistada.
Industrialización versus esclavismo
El siglo XIX fue de esplendor para los Estados Unidos. Mientras los Estados y ciudades del noreste, crecían económicamente y se industrializaban rápidamente, sosteniendo un intenso intercambio de mercancías con Europa. Esta industrialización necesitaba mano de obra que vendiera libremente su fuerza de trabajo en las nacientes industrias.
En cambio, los Estados y ciudades del sur, también crecían económicamente vendiendo materias primas, principalmente algodón, a bajo precio a la industria textil de Inglaterra. A pesar del atraso de sus fuerzas Las ganancias del sur eran fabulosas, porque no pagaban salarios a sus esclavos.
Entonces, se produjeron dos polos económicos: uno, en el norte, basado en la industria, que requería cada vez más mano de obra libre, para vender su fuerza de trabajo en cualquier fábrica. La constante migración de trabajadores provenientes de Europa, que huían de la represión de las monarquías, de las revoluciones fracasadas, no era suficiente para alimentar la industria.
Y en el sur, que era fundamentalmente agrícola, y cuyas ganancias provenían de la súper explotación de los esclavos, en el fondo su base económica era muy débil
Emerge la figura de Abraham Lincoln
No hay duda que las necesidades históricas crean a los personajes. Abraham Lincoln proviene de una clásica familia de “cuáqueros” o pequeños propietarios campesinos, que eran la base social de la democracia burguesa norteamericana en sus inicios.
Fue sargento del ejército de Estados Unidos y participó en la guerra de exterminio de la población aborigen. Su carrera política comenzó cuando fue electo representante ante la Asamblea del Estado de Illinois (1834-42), después fue electo como congresista en la Cámara de Representantes del Estado Federal (1847-49). En este periodo tuvo un arrebato de dignidad y se retiró de su silla en el Congreso, en protesta por la invasión norteamericana sobre México (1846-1848), que arrancó a este país los territorios de California y Texas, que le permitieron a Estados Unidos ampliar su territorio hasta la costa del pacifico, y con ello tener puertos hacia el oriente. Era el surgimiento del imperialismo norteamericano.
Era miembro del partido Whig y formaba parte del ala abolicionista. En esa época, había debate sobre el atraso económico que representaba la esclavitud en los Estados del Sur de los Estados Unidos, pero este debate era entre las elites políticas.
En 1854 se produjo un gran acontecimiento. Hasta esa fecha había una coexistencia entre los Estados industriales del Norte y los Estados esclavistas del sur. El Estado de Nebraska aprobó una ley que autorizaba la esclavitud, eso significaba un avance del modo de producción del sur sobre el Norte. El partido Whig se dividió en 1856 entre abolicionistas y antiabolicionistas. Una de sus facciones dio origen al Partido Republicano. En 1860 Lincoln fue candidato presidencial del Partido Republicano y, aprovechando las divisiones del Partido Demócrata, ganó las elecciones y se convirtió en el decimosexto presidente de los Estados Unidos, obteniendo 1.865.908 votos populares, equivalente al 39,82% del total de la votación y 180 votos de los Grande Electores del Colegio Electoral. Lincoln obtuvo el porcentaje de votos más bajos en una elección presidencial, hasta ese momento.
Inicio de la guerra civil
El ascenso de Lincoln a la presidencia provocó, en diciembre de 1860, una rebelión de los Estados de Carolina del Sur, Missisipi, Florida, Alabama, Georgia, Louisiana, y Texas, los que decidieron separarse y crear una nueva forma de Estado, que se conoció con los Estados Confederados de América, presidido por Jefeerson Davis. Si capital fue Richmond, Virginia. Esta secesión ponía en peligro el crecimiento de Estados Unidos y su rol como futura potencia.
La guerra comenzó al mismo tiempo que la presidencia de Lincoln. Sus discursos a favor de la libertad de los esclavos, permitió que decenas de miles de estos ingresaran el ejercito del Norte. La situación no fue fácil, pero al final se impuso el poderío industrial de los Estados de Norte que tenían como bandera política la unidad de la Federación y la abolición de la esclavitud. El 1 de enero de 1863 decretó la emancipación de los esclavos negros en todo el territorio de Estados Unidos.
El mensaje de La Primera Internacional
Carlos Marx, en nombre de la Asociación Internacional de los Trabajadores (AIT), en 1864, envió un mensaje de saludo a Lincoln, el que decía que “(…) Los obreros de Europa tienen la firme convicción de que, del mismo modo que la guerra de la Independencia en América ha dado comienzo a una nueva era de la dominación de la burguesía, la guerra americana contra el esclavismo inaugurará la era de la dominación de la clase obrera. Ellos ven el presagio de esa época venidera en que a Abraham Lincoln, hijo honrado de la clase obrera, le ha tocado la misión de llevar a su país a través de los combates sin precedente por la liberación de una raza esclavizada y la transformación del régimen social”.
El asesinato de Lincoln
Lincoln sufrió un primer atentado en Baltimore, Maryland y el 23 de febrero de 1861, pero salió ileso. No obstante, habiendo obtenido la reelección en 1864, y la rendición del ejército confederado el 9 de abril de 1865, el presidente Lincoln no vivió para disfrutar su victoria, ya que fue asesinado el 14 de abril de ese mismo año.

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