Revista 1857

 

Active Image

 

Para leer o bajar el archivo PDF, haz click en la imagen.

 

EDITORIAL:

Chávez, el petróleo y los revolucionarios centroamericanos

Después de más de quince años de ofensiva neoliberal y de derrota de la revolución, el capitalismo centroamericano vive momentos de gloria. Todos los países registran crecimiento promedio de más del 5% en sus economías en los últimos tres o cuatro años, lo que se ha traducido en una larga coyuntura de relativa estabilidad económica y social, con lagunas luchas esporádicas que no amenazan al sistema neocolonial. La ratificación del CAFTA por parte de Costa Rica, a través de la bien aceitada trampa del referéndum, cerró un ciclo de resistencia popular a los planes imperialistas cuyo objetivo primordial es la recolonización de nuestros países.

Esta relativa estabilidad en la economía ha tenido sus efectos en la superestructura política. Se han desarrollado sentimientos de cambio en el movimiento de masas, pero ya no por medio de la lucha revolucionaria, sino a través de los procesos electorales. Así hemos visto surgir gobiernos burgueses de “izquierda” como el de Daniel Ortega en Nicaragua, el gobierno de Mel Zelaya en Honduras, quien sorpresivamente maneja un discurso populista de izquierda (a favor del “poder ciudadano”) y el reciente triunfo del socialdemócrata Álvaro Colom en Guatemala. Un poco más hacia la derecha, pero que también forma parte del mismo fenómeno, encontramos al gobierno de Martin Torrijos en Panamá, cuya economía vive una verdadera bonanza.

 

La excepción a estos cambios en la superestructura política sigue siendo el gobierno derechista de ARENA en El Salvador, y en menor medida el gobierno del socialdemócrata Oscar Arias en Costa Rica, quien terminó imponiendo su agenda económica de ratificación del CAFTA. De confirmarse nuestra apreciación, producto del proceso económico detallado anteriormente, con el viraje a la derecha de la dirección del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), esta organización tiene serias posibilidades de ascender al gobierno en el año 2009. El desgaste de ARENA durante 18 años de gobierno continuo, puede permitir el recambio del otro pilar del sistema bipartidista creado en El Salvador al finalizar la guerra civil, con ello el FMLN podría administrar el Estado burgués. Pero esta sigue siendo solo una posibilidad, solo una posibilidad.

Estos gobiernos burgueses de izquierda del área centroamericana aplican a fondo las condiciones impuestas por el imperialismo norteamericano: libre comercio para las transnacionales a través del CAFTA y mantener un régimen de libertades políticas y garantías para las empresas extranjeras. En el fondo, son gobiernos neoliberales de izquierda, lo que se ha denominado “neoliberalismo social” porque mantienen las condiciones del capitalismo salvaje, pero centran sus esfuerzos en combatir la extrema pobreza con programas de asistencia social.

En estas condiciones se produjo la reciente visita del presidente Hugo Chávez a Centroamérica. En esta ocasión, no solo visito a Nicaragua, país con el que tiene profundos acuerdos comerciales, sino también Honduras y Guatemala. El crecimiento y la relativa estabilidad de las economías centroaméricanas están en grave peligro por el alza de los precios internacionales del petróleo. Desde abril del 2006, el vicepresidente guatemalteco Eduardo Stein no descartó la posibilidad de un acuerdo energético con Venezuela, a través de la instalación en Guatemala de estaciones de servicio subsidiarias de la empresa estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), lo que podría “repercutir en una baja sensible en los precios de los combustibles que se registran en los expendios de gasolina y diesel (…) la alternativa depende de los esfuerzos que puedan lograrse con el gobierno de Caracas” (Notimex). Estos planes de la oligarquía guatemalteca se han acelerado, ante el fracaso de la construcción de una refinería regional con ayuda mexicana, dentro del plan Puebla-Panamá.

En su visita a Guatemala, el presidente Chávez elogió el ascenso de Colon al poder y dijo que se inicia “una época maravillosa para Guatemala (…) En Guatemala debe haber petróleo en su subsuelo. Pero hay que invertir, y nosotros estamos dispuestos a invertir”. (EFE 15/01/08) "Las presiones sobre el petróleo van a continuar. Venezuela ha diseñado un mecanismo. Ojalá Guatemala se incorpore a Petrocaribe” (AP 15/01/08)

Por su parte, Colom respondió que "Vamos a estudiar la posibilidad de crear una empresa estatal de petróleos en los próximos días, pero en cualquier caso se buscará que no afecte los mecanismos de comercialización establecidos". (La Nación, 15/01/08) En la actualidad, la explotación, distribución y comercialización del petróleo y sus derivados en Guatemala son operadas por empresas privadas.

En su visita a Honduras, Chávez declaró que "el pueblo de Honduras no debe preocuparse por los combustibles porque el petróleo que ocupa está en Venezuela, estamos dispuestos a cooperar (…) Vengo a ayudar para que Honduras siga apuntalando su crecimiento económico y la lucha contra la pobreza”. (La Prensa 15/01/08) La factura petrolera es “una carga pesada. Venezuela no puede venir a decirle a Honduras como capitalista: si no me paga, no hay petróleo. Vamos a ver cómo nos arreglamos". (Colatino 16/01/08).

La factura petrolera de Honduras alcanza unos 1.250 millones anuales. Honduras comprará a Venezuela entre 750 y 800 millones de dólares al año, mediante un acuerdo que permitirá a Honduras comprar durante dos años a Venezuela el 100% del búnker que consume y el 30% de diesel y gasolina. El 60% de esta deuda se pagará contra entrega, en efectivo o con leche y productos agrícolas, y el 40% restante en dos décadas con un interés del 1% anual.

El acuerdo firmado debe ser ratificado por el Congreso Nacional, controlado por el ala del liberalismo encabezada por Roberto Micheletti, quien tiene una fuerte pugna con el Presidente Zelaya por el control del Partido Liberal y la sucesión presidencial. Óscar Galeano, presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), declaró “Nos preocupa siempre el aspecto político porque éste es un financiamiento demasiado atractivo para pagar en 25 años al 1 por ciento y como dicen: no ‘hay almuerzo gratis’. Queremos estar seguros de que es una operación puramente financiera de suministro". (La prensa 15/01/08)

La cavernaria burguesía hondureña no deja de tener razón, quiere petróleo barato pero teme que esta operación ayude a consolidar el poder de Mel Zelaya y su corriente populista dentro del Partido Liberal. La renegociación de la ganancia petrolera con las transnacionales, le permite a Chávez tener un margen de maniobra para crear una red de gobiernos amigos en el continente, especialmente en el área de Centroamérica y el Caribe, y apuntalar específicamente a los gobiernos de Daniel Ortega, Mel Zelaya, Álvaro Colom y a las alcaldías en manos del FMLN.

La propuesta de cambiar petróleo por alimentos refleja las enormes privaciones que sufren las masas venezolanas y la bancarrota económica del “socialismo del siglo XXI”. Con la iniciativa de PETROCARIBE, Chávez esta socorriendo a las economías centroamericanas que son extremadamente vulnerables al alza del petróleo, sin necesidad que estos países se incorporen al ALBA, salvo el caso de Nicaragua que ya suscribió el tratado.

Casi todas las organizaciones de izquierda, sindicatos y organizaciones populares en Centroamérica se declaran simpatizantes de Chávez, pero éste vino a la región, no a apoyar las luchas obreras y populares, sino a elogiar los gobiernos de Daniel Ortega, Mel Zelaya y Álvaro Colon. Las organizaciones de izquierda en Guatemala y Honduras tienen ahora una gran disyuntiva: ¿van a apoyar a sus gobiernos como lo hizo Chávez? ¿van a organizar las luchas obreras y populares contra los planes económicos de estos gobiernos?

Ya no tenemos que pelar contra dictaduras militares, ahora nos toca pelear contra gobiernos burgueses de “izquierda”, que son electos democráticamente, pero que son igualmente mortíferos que las dictaduras, porque continúan imponiendo las políticas neoliberales que tantos estragos causan entre los trabajadores. Llamamos a las organizaciones de izquierda, sindicatos y organismos populares del área centroamericana, a organizar la lucha contra sus respectivos gobiernos, a pesar del apoyo político de Hugo Chávez. Los llamamos también a discutir la encrucijada en la que se encuentra la llamada “revolución bolivariana”.

Hemeroteca

Archivo