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HONDURAS.- LLAMAMOS A VOTAR NULO EN LAS ELECCIONES INTERNAS DEL 12 DE MARZO

Honduras es el único país de Centroamérica—recientemente El Salvador ha incorporado una legislación similar, pero no igual-- que ha instituido elecciones internas simultaneas a nivel nacional, para escoger los candidatos de los partidos políticos que se disputan el poder en las elecciones generales.

Esta es una elemental práctica democrática saludable, copiada de Estados Unidos, que pretende evitar las perpetuas camarillas que siempre escogen a dedo a los candidatos presidenciales, diputados, alcaldes y regidores. Pero una cosa son las intenciones y otras las realidades. Esta práctica democrática está siendo desvirtuada por el gobernante Partido Nacional (PN).

Desde el control del Tribunal Supremo de Elecciones (TSE), controlado por el PN, se ejerce control y se termina influenciando el resultado de las elecciones internas, sea por la vía de la manipulación o del fraude electoral. Debido a las anomalías ocurridas en las elecciones del año 2013, en las que salió ganador el actual presidente Juan Orlando Hernández (JOH), organismos internacionales como la OEA y la ONU hicieron recomendaciones para democratizar el sistema electoral.

Estas recomendaciones fueron retomadas por el Partido Libertad y Refundación (LIBRE) y al Partido Anti Corrupción (PAC), los cuales recientemente formaron la Alianza de la Oposición, para demandar un paquete de reformas al sistema electoral, que incluyera, entre otros aspectos, la inclusión de magistrados dentro de las estructuras del TSE y directores dentro del Registro Nacional de las Personas (RNP).

A pesar de los justos reclamos de la oposición, el gobernante PN ha logrado construir una mayoría de diputados dentro del Congreso Nacional con la colaboración, por acciones u omisiones, del viejo y anquilosado Partido Liberal.

Pese al pataleo de la oposición de LIBRE-PAC y otras fuerzas minoritarias, la maquinaria del PN se ha impuesto en todos los campos, al grado que, desde el control que tiene sobre la Corte Suprema de Justicia (CSJ) lograron derogar, mediante sentencias de los años 2015 y 2016, los artículos pétreos que prohibían tajantemente la reelección presidencial en Honduras. De esta manera, el presidente Hernández ha logrado postularse como precandidato presidencial del PN, para las elecciones presidenciales de este año, pero antes debe cumplir con la formalidad de someterse a las elecciones internas.

Honduras es un país que se desangra por la violencia, la masiva migración que busca desesperadamente trabajo en Estados Unidos o Europa, y la actividad del narcotráfico y el crimen organizado. La corrupción campea en las más altas esferas del poder, al grado que el expresidente Porfirio Lobo (su hijo está preso en Estados Unidos por traficar droga) ha sido mencionado por los capos del cartel de los “cachiros”, que fueron extraditados a Estados Unidos, donde están siendo procesados penalmente. Las cúpulas del decadente bipartidismo son las responsables de las desgracias que debe soportar el pueblo de Honduras.

En estas condiciones, JOH se ha postulado como el gran salvador de Honduras, el único que puede poner el orden y para ello necesita la reelección presidencial. La oposición burguesa ha sido incapaz de frenar las intenciones reeleccionistas, a pesar del enorme descontento social existente.

En Honduras no hay opciones electorales de izquierda. Muchos luchadores le claudicaron a Mel Zelaya, ingresaron al partido LIBRE y fueron neutralizados. Otros, como Berta Cáceres, que si han sido consecuentes, han sido asesinados.

No debemos legitimar la pantomima electoral montado por el PN desde el control del TSE. No hay seguridad de una elección democrática. Todo ya está previamente escrito. JOH necesita salir de las elecciones internas como el gran ganador, para poder reelegirse. No lo permitamos.

Desde el Partido Socialista Centroamericano (PSOCA), tomando en cuenta que no hay condiciones democráticas y no hay alternativas de izquierda en el plano electoral, llamamos a repudiar el actual sistema electoral antidemocrático controlado por el PN, votando nulo en las elecciones internas del 12 de marzo. Nuestra resistencia debe ser activa, no pasiva.

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