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portada-esca-117¡Es hora de convocar a la primera gran huelga del magisterio centroamericano!

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En las últimas semanas se ha producido un repunte de las luchas de los trabajadores en casi todos los países que conformamos la nación centroamericana. Nuevamente el destacamento de los empleados públicos se encuentra en la primera fila de la lucha por derrota los planes neoliberales.

Como hemos explicado en anteriores ocasiones, la aplicación de los planes de ajustes, el desmantelamiento de la industria manufacturera --creada a raíz el Mercado Común Centroamericano (MCCA)--, ha producido una reducción numérica de la clase obrera industrial, con el consabido debilitamiento de las centrales obreras y de los sindicatos. En estas condiciones, el único sector que se mantiene todavía unificado, por trabajar para el mismo empleador, pero siempre amenazados por la reducción de las funciones del Estado, son los empleados públicos: los trabajadores del sector salud y de la educación. Los maestros centroamericanos enfrentan los mismos problemas, porque todos somos víctimas de las mismas políticas neoliberales impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI).

En Guatemala, el 28 de Junio se produjeron sendas movilizaciones de los maestros frente al Congreso, protestando por los recortes de 3 mil 200 millones de quetzales al presupuesto general, lo que afectaría a la educación, y exigiendo que el gobierno cumpla con la promesa de reajustar los salarios en un 10%. El magisterio guatemalteco ha logrado crear una poderosa organización sindical, la Asociación Nacional del Magisterio (ANM) dirigida por Joviel Acevedo, la cual permanentemente debe enfrentarse a la amenaza de recortes y la falta de pago a los maestros.

En el Salvador, está ocurriendo algo similar. Bajo la presión de las movilizaciones del magisterio, que ha producido dirigentes de la talla de la difunta Mélida Anaya Montes, o del actual vicepresidente Salvador Sánchez Céren, lograron que la Asamblea Legislativa aprobara el pasado 23 de Junio el Decreto No 770 por medio del cual el gobierno del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) se obligaba aumentar entre el 6 y 10%, dependiendo del escalafón, a cerca de 50,000 maestros salvadoreños. Sin embargo, a pesar de no cubrir las necesidades básicas de los maestros, el gobierno de Mauricio Funes se ha lavado las manos, no ha cumplido con el Decreto No 770, argumentando la falta de fondos en el presupuesto. Lo anterior ha desatado innumerables movilizaciones a todos los niveles, por parte de los sindicatos magisteriales más importantes, quienes demandan el cumplimiento de los acuerdos.

En Costa Rica, la impuntualidad de los pagos a los maestros ya se ha vuelto una constante. Esto ha provocado una enorme cantidad de protestas locales, paros y hasta movilizaciones nacionales para obligar al gobierno a entregar el salario completo. La crisis fiscal del gobierno de Laura Chinchilla está asfixiando a los destacamentos más numerosos de los empleados públicos: a los maestros y trabajadores hospitalarios. Recientemente, el mismo 28 de Junio los sindicatos APSE, SEC, ANDE y otros más, desarrollaron una marcha nacional en San José, contra los planes de imponer la trimestralización en los cursos lectivos. El gobierno tuvo que retroceder ante la unidad en la lucha y la movilización.

Y para finalizar, debemos destacar las enormes luchas de los maestros de Honduras, que han luchado en soledad contra el gobierno golpista. El único país en donde no se han producido grandes movilizaciones de los maestros es Nicaragua, aunque el malestar persiste por los bajísimos salarios.

Es hora de convocar a la primera gran huelga del magisterio centroamericano, bajo las banderas del aumento de salarios y la nivelación salarial, tomando como base el salario más alto de la región. Las federaciones del magisterio centroamericano deben romper el inmovilismo y pasar a la lucha conjunta. Este es el único camino para derrotar los planes neoliberales, defender la educación pública y las conquistas laborales del magisterio centroamericano.

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