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Después de la derrota del NO:

¡Organizar la resistencia contra los efectos cotidianos del CAFTA!

El telón finalmente ha caído. Como era de esperarse, las fracciones dominantes de la burguesía costarricense, apoyadas por el imperialismo norteamericano, se anotaron un triunfo político al ganar el SI con escasos 50.000 votos en el referendo del pasado 7 de Octubre. Fue un triunfo apretado, que presagia nuevos conflictos que inevitablemente surgirán cuando comience a aplicarse el CAFTA, cuando se apruebe la agenda complementaria, y los trabajadores sientan en carne propia los efectos del libre comercio.

La burguesía costarricense ganó esta pelea por que la dirigencia sindical renunció a la lucha revolucionaria, y prefirió aliarse con dirigentes de la oposición burguesa, como el ex presidente Rodrigo Carazo Odio, Otton Solis y otros personajes, y por que aceptó el traicionero juego de la democracia burguesa. En marzo del 2000, los sindicatos del ICE paralizaron el país ante la intentona de aprobar el “combo” energético. Miles de personas salieron a las calles a protestar, a bloquear calles y puentes, obligando al gobierno a retroceder. Ese era el mejor antecedente y ejemplo inmediato para derrotar la ratificación del CAFTA.

Ya no podemos llorar sobre la leche derramada. El Partido de Acción Ciudadana (PAC) fue quien mas se opuso a la ratificación del CAFTA dentro de la Asamblea Legislativa, pero en el transcurso de la campaña electoral demostró que Otton Solis aspiraba a renegociar el tratado bajo una nueva administración demócrata. Una vez que el NO fue derrotado en las urnas, los dirigentes del PAC se apresuraron a negociar con Arias la llamada agenda complementaria. El PAC ha dicho que no va a votar a favor, pero va a garantizar el quórum para que la mayoría parlamentaria de 38 votos a favor de Arias imponga su voluntad. En realidad, con la creación de los Comités Patrióticos el PAC aprovechó la coyuntura del referendo para crear una red nacional, territorial, de cara a la próxima campaña electoral.

Ahora vienen las luchas de resistencia contra la aplicación del CAFTA. Lo primero es evitar que la agenda complementaria afecte la estabilidad laboral y el salario de los trabajadores. En esta nueva pelea, la burguesía opositora no tiene cabida. Esta es una pelea que los sindicatos deben librar de manera unitaria y democrática.

Para librar esta dura pelea la izquierda costarricense debe hacer un balance de todo lo ocurrido. Salvo raras y honrosas excepciones, la mayoría de los sindicalistas y de los grupos de izquierda la claudicó a la burguesía opositora. Algunos se plegaron al gran movimiento por el NO, y no alertaron a los trabajadores de que si no había lucha en las calles, huelga general, el movimiento por el NO sufriría una dura derrota, tal como ocurrió.

La votación a favor del NO es muy significativa. Todavía la mitad de Costa Rica se opone al CAFTA, y la gran tarea es canalizar ese descontento y frustración, no por medio de elecciones, sino a través de la lucha revolucionaria. De las derrotas debemos sacar las enseñanzas y preparar las nuevas victorias. Los trabajadores centroamericanos debemos aprender la lección.

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