Medio Oriente

palestinos

Por Humberto Noguera

El pasado 31 de mayo, los navíos sionistas atacaron un convoy humanitario que llevaba materiales de primera necesidad para los habitantes de Gaza, bloqueada por el sionismo luego de la invasión de hace un año. Tenemos que recordar que este hecho no tuvo mayor objetivo que provocar una nueva masacre en contra de la nación palestina, luego de casi 60 años de ocupación por parte de las fuerzas del Estado Sionista de Israel y su esfuerzo por borrar toda traza de existencia de los palestinos.

Bloqueo criminal contra Gaza

Este nuevo hecho sangriento ha provocado la condena por millones de personas, organizaciones y activistas alrededor del mundo, lo que pone de nuevo en el tapete de la discusión el asunto palestino.

La “nueva” administración imperialista de los Estados Unidos, encabezada por el presidente Obama no ha podido más que poner notas al pie de página. Su vicepresidente Biden se ha limitado a justificar la acción israelí para “garantizar” la inspección de los buques” por posible entrada de armamento.

Es decir no condena la acción y  le otorga el “derecho” al estado sionista de cometer sus crímenes. Todo esto porque tanto los Estados Unidos y el Estado de Israel coinciden en la política de “prevención”, con lo cual pueden atacar a otros países o bien cometer hechos como el mencionado.

El ataque ha sido uno de los tantos perpetrados por el sionismo a lo largo de su historia. Durante este ataque se ha comprobado que los asesinatos fueron premeditados debido a que todos los disparos se dieron a la cabeza y en sitios vitales. No fue el producto de un tiroteo, tal y como lo tratan de presentar las autoridades sionistas, sino más bien de una ejecución para intimidar a los que pretenden romper el bloqueo que lleva la Franja de Gaza desde hace varios años y que se endureció a raíz del ataque realizado por el ejército israelí hace un año y medio aproximadamente.

Luego de esta invasión, el bloqueo por parte de Israel hacia la población de la Franja de Gaza ha sido despiadado. Los productos de primera necesidad no han podido entrar, condenando a la población a la existencia dentro de un gueto. Este gueto es muy similar en los alcances y consecuencias con el gueto de Varsovia, implantado por los nazis a la población judeo-polaca.

Conspiración contra Hamas

El acceso a alimentos, medicinas y otros productos básicos es imposible para una población de casi un millón y medio de habitantes hacinados en 360 kilómetros cuadrados. Según la ONU, más del 60 por ciento de las familias padecen actualmente "inseguridad alimentaria".

Este “castigo” a la población de la Franja no es novedoso, es parte de un plan genocida que las autoridades militares han llevado a cabo desde muchos años atrás.

Luego del triunfo electoral del grupo Hamas en el año 2007, grupo islamista que se niega a reconocer al Estado Sionista de Israel, las acciones por parte de la armada sionista han sido más frecuentes y brutales. Todo esto culminó con la ofensiva denominada “Plomo Fundido” a partir de diciembre del 2008 hasta enero del año siguiente. Las bajas en la población civil fueron cuantiosas, debido a que el objetivo era establecer de nuevo un castigo a la misma por elegir a este grupo como su gobierno. Sin embargo los ataques contra la población civil y los bombardeos no han cesado. Desde el fin de las operaciones militares y el retiro de las tropas sionistas, cerca de 70 palestinos han muerto y 130 han sido heridos como producto de incursiones periódicas, bombardeos, hundimientos de túneles que permiten el abastecimiento de productos por medio de contrabando. Además los materiales de construcción también han sido prohibidos, es decir la política de “tierra arrasada” es literal en el caso de la franja de Gaza

Este aislamiento también ha tenido la complicidad de los denominados gobiernos árabes “moderados” como el gobierno de Egipto, que desde el año 1979 firmó en Camp David un tratado de paz con Israel.  Una vez que Hamas llega al poder, el gobierno pro imperialista de Egipto, decide eliminar el paso a través del único puesto  fronterizo, el puesto de Rafah, con las consecuencias para la población.

El objetivo es claro, la población de Gaza debe ser llevada al extremo para que decida sacar del gobierno a esta corriente que se niega a reconocer al Estado de Israel.

Sin embargo la resistencia de las masas ha sido heroica.  El gobierno de la Autoridad Nacional Palestina, liderado por la fracción que pactó la “Hoja de Ruta” y el consecuente establecimiento de un adefesio de Estado Palestino, Al Fatah se han convertido también en cómplice de este genocidio cortando el suministro de combustibles y otros productos.

La solidaridad internacional que se ha puesto en marcha por parte de diversas organizaciones humanitarias y de derechos humanos busca romper el bloqueo de manera efectiva.

Durante la historia de la creación del Estado de Israel por parte de las Naciones Unidas, la violación a las resoluciones de esta organización ha sido la constante. La cantidad llega hasta el momento a 26, empezando por las más elementales como la de definir sus fronteras, algo elemental para la incorporación de un estado en el seno de la ONU. Además de esta, las constantes violaciones al reconocimiento a la nación y Estado Palestino y el constante genocidio contra la población civil.

Todas las sanciones contra Israel, han sido vetadas por los Estados Unidos. Esta situación no es casual, debido a que los Estados Unidos, uno de los mayores socios militares y comerciales del Israel, promovió la creación de este estado artificial como un garante de sus intereses económicos y políticos dentro de la zona de Oriente Medio.

Por la creación de una Palestina Laica y Democrática

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) reivindica la posición de que la existencia del Estado de Israel, con el sionismo como ideología racista de apartheid, es incompatible con las aspiraciones de la existencia de un Estado Palestino.

Las negociaciones del año 2003 no le dan al pueblo palestino más que la creación de autonomías, que como ya hemos visto en la práctica, se terminan cuando el ejército israelí bloquea con su armamento todos los puntos de acceso, creando el caos humanitario que se da hasta el momento en la Franja de Gaza.

Al Fatah, la fracción dirigida por el extinto líder de la OLP Yasser Arafat, al mejor estilo de las direcciones guerrilleras centroamericanas, aceptó el reconocimiento del Estado de Israel a existir. Este punto de inflexión permitió que los sionistas pudieran pactar con esta dirección que renunció al punto máximo de la reivindicación del pueblo palestino: la devolución de los territorios despojados hace 60 años, que provocó el éxodo de millones de palestinos a naciones vecinas y otros lugares del planeta.  Este despojo de territorios se dio por la fuerza, aplicando métodos terroristas en contra de la población. Los sionistas armados y asesorados por los Estados Unidos, organizaron el Irgún y  la Hagana, que fueron catalogadas como organizaciones terroristas fascistas. Estas organizaciones criminales fueron la base del ejército sionista y sus principales dirigentes luego se transformaron en hombres de estado. Esto explica la continuidad de los métodos asesinos en el seno del estado sionista.

Por estos motivos, la única salida posible y real para el pueblo palestino es la destrucción del estado sionista. No es posible la existencia con ellos, con los que categorizan a los pobladores según su creencia religiosa para darle el estatus de ciudadano de primera o segunda categoría.

La clase obrera internacional, por medio de sus organizaciones debe de juzgar a estos criminales de guerra y castigarlos. La ONU, capitaneada por los Estados Unidos y los países imperialistas no es garante de nada.

Además se debe garantizar la protección de las otras flotillas de la libertad que se prestan a zarpar de otros puertos e intentar llevar suplementos para esta castigada población.

Ahora Israel ha “suavizado” el bloqueo, pero esto no es más que un eufemismo. El bloqueo debe cesar en su totalidad y de forma inmediata. Los alimentos y materiales a cuentagotas no es más que lo mismo que han hecho los sionistas durante años.

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