Internacionales

indignados

Por Nicolás Le Brun

Lejos de terminar, la crisis de la zona euro se extiende como una nube radioactiva. Cada vez más el efecto de la crisis de un país hace estremecer otro y algunos que no habían entrado en escena de la crisis lo hacen ahora.

Sin embargo el sello distintivo de toda esta crisis es el acento en las medidas de recorte, de planes de austeridad cada vez más atroces en contra de los trabajadores y el pueblo.

Esto ha despertado una resistencia muy diversa en la mayor parte de los países más afectados. Sin embargo estas protestas han sido insuficientes, no porque los trabajadores hayan echado marcha atrás, sino porque la ofensiva es dura y la organización insuficiente. En un marco donde las decisiones las toman los gobiernos burgueses de la zona en conjunto, liderados por Francia y Alemania, las luchas son atomizadas en las fronteras nacionales, salvo algunos valiosos intentos por unificar como los realizados por el movimiento de Indignados y algunas organizaciones de la izquierda.

Desgraciadamente los llamados no han sido hasta el momento tomados por el conjunto de la clase. Las organizaciones sindicales han dejado en el aire las amenazas y los discursos encendidos en contra de la austeridad quedan en eso, discursos. Esto le permite evidentemente a los patronos y los banqueros tomar más aire y golpear de nuevo.

Los vientos de la crisis se extienden a velocidad meteórica

La crisis de la deuda pública está aumentando en Europa. Después Grecia le toca el turno a Italia estar en el ojo de la tormenta. La semana pasada, las tasas de interés (diez años) de la deuda italiana saltó del 5 al 7%, más del doble de lo requerido por los mercados financieros de la deuda alemana. En el proceso, el Parlamento italiano votó, el 15 de julio, un plan de austeridad de 48 millones de euros, incluyendo un plan de privatización, congelamiento de salarios y de contratación de empleados públicos y el aumento gradual de la edad de jubilación.

En la zona del euro, la crisis se ha agravado en los países más débiles por la introducción de la moneda única, un banco central al servicio de los mercados financieros. Durante diez años, después de no poder devaluar sus monedas, han sido capaces de limitar el crecimiento de los salarios y el déficit.

La deuda externa de los países más pobres ha seguido creciendo, antes de explotar en el año 2007. Mientras tanto, las reducciones de impuestos para los ricos también ha hecho que el peso de la deuda recaigo sobre la espalda de los ciudadanos de a pie.

Por lo tanto hoy los planes de austeridad son de una dureza extrema en estos países una violencia sin precedentes para poder seguir pagando los acreedores, principalmente bancos privados que engordan a través de los déficits creados por ellos y su juego especulativo.

Esto se traduce en un menor nivel de vida de los trabajadores y la liquidación de las restantes empresas públicas, en un claro proceso de expropiación del salario social para ser servido en bandeja de plata a las transnacionales, como en el caso de Grecia.

Estos planes también tienen en la mira países de los denominados fuertes como Francia. Un estudio de Natixis1 12 de julio, Francia comparte con Grecia y Portugal, la punta de los países europeos, cuya dinámica de la deuda pública es el más explosiva. En esto, los gobiernos denominados de izquierda, como los de los partidos socialistas, no hacen mucha diferencia con los partidos de derecha a la hora de aplicar a rajatabla la austeridad. En el caso de España y el “socialista” de Zapatero, Papandreu en Grecia, Di Ruppo en Bélgica son ejemplos de lo que hace o pretenden hacer los socialistas.

La pre candidata presidencial del PS Medeleine Aubry prometió la semana pasada para honrar el compromiso de Francia para reducir su déficit público del 3% del PIB en 2013 (frente al 7% en 2010) aunque se manifiesta en relación a la imposición de medidas contra los especuladores y las transacciones financieras que dejan enormes fortunas en las manos de los bancos y sus socios.

Cumbre Europea

Los líderes europeos se reunieron el 21 de julio para una cumbre extraordinaria sobre la crisis de la deuda pública.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) por su parte, anunció que su nuevo director, el francés, Christine Lagarde, asistirá a la cumbre de la UE.

Los máximos dirigentes de la zona del euro, a mediodía del jueves, se proponen completar el segundo nivel de préstamos prometidos a Grecia con el fin de evitar la quiebra. Se llegará a una cantidad similar en la primera decidió en la primavera de 2010 (110 millones de euros).

La mayoría provendrá de los nuevos préstamos de Europa y quizá en el FMI, quese puede utilizar como una toma de control de los mercados de deuda griega con el fin de disminuir el volumen (unos 350 millones de euros en total). Un impuesto sobre los bancos y una reestructuración de la deuda también están previstas.

Sin embargo las expectativas para los trabajadores y el pueblo son muy poco favorables. Este plan se puede resumir en un tira y encoje entre las grandes potencias que buscan proteger las inversiones de sus bancos en el país. Por lo tanto Grecia se convierte en un laboratorio de ensayo de los planes de ajuste que se irán extendiendo en el resto de los países europeos.

La crisis ni deja de ser preocupante para el resto de los países imperialistas. El jefe de las finanzas de los Estados Unidos, el secretario del Tesoro Timothy Geithner exhortó a la zona euro de “contener el riesgo de una escalada de la crisis”. El FMI criticó a los jefes de Estado reunidos en Bruselas de “no tener un plan coherente” para salir de la crisis.

El mismo Obama habló por teléfono con la canciller alemana. "Estuvieron de acuerdo en el hecho de que era importante para hacer frente a esta crisis de manera eficaz para apoyar la recuperación económica en Europa y la economía mundial", aseguró la Casa Blanca, en una señal de impaciencia creciente en Washington.

Asimismo el presidente del ejecutivo de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, ayudó a poner un acento más fuerte en la gravedad de la situación al afirmar que “nadie debe hacerse ilusiones, la situación es muy grave”

Es decir que todavía no llega lo más duro, que sería la propuesta de tener un sistema presupuestario unificado, que controlara a todos los países, bajo la lupa de los más poderosos y sus organizaciones financieras.

La canciller alemana Angela Merkel ha sido clara en los objetivos del gran capital y aduce que la crisis puede ser superada “bajando el endeudamiento y mejorando la competitividad de los países en dificultad” Es decir que los planes de austeridad deben todavía recortar más las garantías y derechos laborales para “aumentar la competitividad” en los términos eufemísticos de los grandes capitalistas. Y mientras todo esto pasa, los bonos de la deuda de los países en problemas siguen en ascenso especulativo.

Sólo la movilización democrática puede garantizar la derrota de la austeridad

Los capitalistas solo tiene un lenguaje: austeridad y más austeridad. Los tiempos de salarios buenos y una gran cantidad de garantías y subsidios a la clase trabajadora y el pueblo, están tocando a su fin desde su óptica.

Pero para esto necesitamos un plan político con puntos claros y que pueda ser defendido en las calles, mediante la movilización unificada de los trabajadores, desempleados, estudiantes y en general todo el pueblo.

Los trabajadores centroamericanos vemos con preocupación este recorte de los derechos porque representan una amenaza también a nuestras conquistas. Vemos con simpatía y externamos nuestra solidaridad con los que luchan porque creemos que es el camino correcto para defenderlos.

Desde el PSOCA proponemos los siguientes puntos para que sean discutidos en un debate movilizador para defender los derechos de la clase trabajadora europea.

1.         No al pago de la deuda: que los gobiernos de los países afectados por los planes de austeridad como el caso de Grecia declare un moratoria indefinida del pago de la deuda.

2.         No a la disminución ni congelamiento de los salarios. Que los salarios crezcan de acuerdo a la inflación. Por un salario mínimo digno! No a los empleos interinos precarios.

3.         No al recorte en los sectores sociales como subsidios de desempleo, subsidios de alquiler y otros. Que se graven las transacciones bancarias de los grandes capitales para mantener los planes sociales.

4.         Por la defensa de la educación pública. No al recorte presupuestario ni al aumento de los costos de la educación.

5.         Por una huelga general de todos los países de la Eurozona. Que las centrales sindicales, las organizaciones de base como los Indignados y las organizaciones de luchadores y la izquierda convoquen a un encuentro para definir la fecha de esta importante movilización.

Hemeroteca

Archivo