Managua, Nicaragua, 16 de Junio de 2018

I.- En primer lugar, la Articulación de Movimientos Sociales y Organizaciones de la Sociedad Civil pone de manifiesto la prolongada y valiente resistencia de la población en la defensa de sus tranques y barricadas, pese a la brutal y criminal represión ejercida por el des-gobierno Ortega Murillo a través de sus caravanas y escuadrones de la muerte en contra de la población en varios lugares del país donde se ejerce el derecho legítimo a la protesta cívica y pacífica. En especial nos solidarizamos con las victimasen el Barrio Carlos Marx donde dos niños fallecieron producto del incendio provocado por estos grupos.

II.- Por otro lado, esta Articulación celebra el impacto del paro nacional de 24 horas convocado por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, y en particular aplaude la participación de los gremios empresariales al paro ciudadano previamente convocado y realizado por el pueblo de Nicaragua a través de tranques y barricadas.

De acuerdo a los intereses del pueblo nicaragüense expresamos que si bien el paro nacional de 24 horas concluyó, el paro ciudadano continúa. ¡La salida del régimen es inminente! Y estamos convencidos que dicha salida sólo puede ser ocasionada por el protagonismo de una movilización social unida y organizada. El liderazgo de las calles y las comunidades es incuestionable.

Para conseguir nuestro objetivo, se deben continuar y reforzar las diferentes formas de resistencia popular no violenta y desobediencia civil, y por ello, exhortamos a la población a lo siguiente:

  1. Reforzar y levantar más tranques en las carreteras;
  2. Consolidar y hacer nuevas barricadas en todos los municipios del país,
  3. Efectuar rápidos plantones y movilizaciones,
  4. Fortalecer la organización conformando los comités Azul y Blanco en cada barrio y comunidad del país
  5. En general, a continuar cualquier acción de naturaleza no violenta, que evidencie el repudio al régimen y socave los pilares bajo el cual este se sostiene.

Del mismo modo, animamos al sector privado a que continúe apoyando la lucha ciudadana a través de diversos medios. En particular, alentamos a los grandes, medianos y pequeños contribuyentes a organizar una masiva desobediencia tributaria, tal y como han recomendado la Academia de Ciencias y los expertos en derecho tributario del país.

III. Por otro lado, transcurridas pocas horas desde la reanudación del Diálogo Nacional, reiteramos nuestro apoyo a los esfuerzos realizados por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, a la vez enérgicamente les exhortamos a tener siempre presente el mandato conferido por el clamor popular, exigiendo la salida de Ortega-Murillo, el desarme de los escuadrones de la muerte, y las garantías de seguridad, justicia y democracia para todos los nicaragüenses. En línea con lo (pie fue acordado ayer en el Diálogo, exigimos de manera urgente e inmediata la presencia del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, la CIDH y de la Unión Europea. Especialmente tomando en cuenta que desde ayer, y en este mismo momento, el régimen está incumpliendo los acuerdos, ordenando matanzas a lo largo del país, cuyas consecuencias alcanzan a niños y los más indefensos de nuestro pueblo.

Con este mandato en mente, la Articulación hace pública una propuesta de ruta para la democratización del país, construida con la participación de los movimientos sociales, representantes de los territorios y organizaciones de la sociedad civil.

Llevamos esta “Ruta hacia la democratización” a la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia hace dos días, y hoy hacemos la entrega oficial al pueblo de Nicaragua. Esta es una propuesta abierta, en constante construcción, que busca incentivar el debate y el encuentro de elementos en torno a una salida del régimen Ortega- Murillo, sumando voluntades en la medida que tengan un objetivo común. Esta propuesta será distribuida y debatido y que cada tranque y comunidad del país.

Para la construcción de esta propuesta se tuvieron en cuenta diversos escenarios y rutas de salida. En este sentido, consideramos que las opciones planteadas por algunos actores (como la CEA) de elecciones anticipadas con Ortega o sus allegados al mando, no responden al contexto actual de Nicaragua. Esta opción sólo da oxígeno al régimen, no dan garantías de seguridad a la población y no se encuentran alineadas con el clamor popular de justicia y democracia.

La posibilidad de garantizar la seguridad a las familias nicaragüenses, el fin de la violencia y la democratización del país comienza por cumplir una pre-condición inexpugnable: la salida del régimen Ortega - Murillo del poder. Esta salida se basa y se basará en el derecho soberano del pueblo de Nicaragua de elegir y deponer a sus gobernantes, ya sea por los medios constitucionales, cuando estos verdaderamente puedan ser aplicables, o bien por otra vía cívica no violenta que incluya establecer unos términos específicos de salida.

El segundo paso es la Conformación de un Gobierno de Transición.

Como tercer paso es Elecciones a Asamblea Constituyente y

El cuarto, elecciones generales adelantadas una vez que se tenga la nueva constitución.

El liderazgo de este Gobierno de Transición también tendrá las siguientes características:

  1. Apartidario
  2. Laico
  3. Sin posibilidad alguna de que los miembros opten a cargos de elección popular en el siguiente proceso electoral.
  4. Duración hasta la elección del nuevo gobierno democrático.

Estos puntos también aplican para los gobiernos municipales.

El mandato del Gobierno de Transición se constituye en los siguientes .5 puntos:

  1. Disolver la Asamblea Nacional.
  2. Garantizar la realización de elecciones presidenciales, municipales y de Asamblea Constituyente, que sean libres, transparentes e incluyentes.
  3. Ejercer provisionalmente la administración ordinaria del gobierno, hasta la elección del nuevo ejecutivo.
  4. Garantizar la seguridad ciudadana y
  5. Garantizar el acceso a la justicia por la masacre iniciada en abril.

El movimiento autoconvocado, que ahora incluye distintos sectores de la sociedad nicaragüense, inició como una expresión de repudio en contra del abuso de poder de los gobernantes de este país y la violencia que generan.

Por tanto, a través de esta propuesta para la paz y democratización, la Articulación impulsa una visión de democracia en la que todos los y las nicaragüenses participemos de manera activa en la toma de decisiones de nuestro país, a través de la elección de representantes legítimos, que garanticen las consultas a la población, la fiscalización, pero también a través de otros mecanismos de participación ciudadana en la que las demandas y solicitudes de la población sean escuchadas y solucionadas. Como Articulación creemos firmemente que este tipo de democracia participativa propicia la justicia social y la prosperidad que queremos para nuestro país. Por consiguiente, lo que comenzó como una expresión de rechazo a la represión, hoy lo transformamos en una propuesta de cambio.

La ruta democrática que desde la Articulación presentamos hoy es una oportunidad histórica para lograr cambios significativos dentro de nuestro sistema, pero esta es posible si y solo sí todos y todas formamos parte activa de la misma.

Muchas gracias y ¡que viva Nicaragua Libre!