Por Emilio Young

Panamá acaba de vivir una semana de intensa lucha política en las alturas y en las calles. En un contexto de crecientes luchas de los trabajadores (luchas indígenas, sector salud, magisterio, construcción, etc) el autoritarismo de Ricardo Martinelli, choca abiertamente con esa dinámica democrática de las luchas sociales, y con las aspiraciones de la oposición burguesa que quiere retomar el control del Estado.

Los planes releccionistas de Martinelli, suavemente tejidos, acaban de sufrir una dura derrota.

 

Larga pelea por la  Sala V de la Corte Suprema de Justicia

En octubre de 2011, el diputado oficialista Heran Delgado Quintero introdujo el proyecto de Ley No 402 que pretendía modificar varios artículos del Código Judicial, relacionados con la ampliación del número de magistrados, la creación de una nueva Sala V de Garantías Constitucionales que funcionaria como Tribunal Constitucional, y cambios significativos en el establecimiento para tomar decisiones y aprobar sentencias.

Los diputados del Partido de la Revolución Democrática (PRD) herederos de las tradiciones nacionalistas del Torrijismo, se opusieron vigorosamente. Lo mismo ocurrió con los diputados del Partido Panameñista. Pero ambas agrupaciones no quisieron desarrollar la movilización democrática y se limitaron a pelear en el marco de la Asamblea Legislativa

La aplanadora gubernamental permitió la aprobación final de ese proyecto de ley en el año 2012, cambiando la composición del poder judicial, sin realizar la correspondiente reforma constitucional.

El artículo 203 de la Constitución de Panamá reserva a la Asamblea Legisltiva  la facultad de “crear nuevas Salas en la Corte a razón de tres magistrados por cada Sala, pero no está facultado para suprimir cualquiera de las Salas” las que han sido creadas por leyes ordinarias.

El forcejeo entre las fracciones de la burguesía panameña es tremendo. Quien controle la Sala V impone sus decisiones al resto. El rol bonapartista de la Sala V es más que evidente. En 1999, bajo la administración del presidente Ernesto Pérez Balladares, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley 32 de 23 de julio de 1999, que crea la Sala V, pero durante el Gobierno de Mireya Moscoso, en un forcejeo político similar, la Asamblea Legislativa aprobó la Ley 49 de 24 de octubre de 1999 por la cual se derogó por primera vez la recién creada Sala V.

La pelea se reavivó con la famosa sentencia del 25 de enero 2011, que declaró inconstitucional la Ley No 49, que derogaba la Sala V, permitiendo a Martinelli volver a iniciar la pelea donde fue derrotada Moscoso.  Martinelli ha querido emular a la Sala IV de Costa Rica, y a la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia de Nicaragua, que con sendas sentencias permitieron las candidaturas releccionistas de Oscar Arias y Daniel Ortega, incluso violentando las respectivas Constituciones.

Sorpresiva venta de las acciones del sector eléctrico

Por un mal cálculo político, la introducción a última hora, por parte de la oficialista bancada de Cambio Democrático (CD), de varios artículos que permitiría la venta de las acciones del Estado en las empresas eléctricas, en la discusión del proyecto de Ley No 486, caldeó los ánimos en la Asamblea Legislativa, y también en el movimiento sindical.

En la actualidad, en la vital industria eléctrica el Estado panameño tiene el 49% de las acciones de las dos distribuidoras de energía que hay en el país: Ensa y Unión Fenosa y Además. El Estado también es dueño del 51% de las acciones de las generadoras Bahía Las Minas (térmica) y Fortuna, Bayano y Estí (hidroeléctricas). En pocas palabras, el Estado tiene la mitad de acciones de las empresas generadoras y distribuidoras de energía eléctrica

La protesta de los sindicatos se hizo sentir inmediatamente. Samuel Rivera, dirigente de la Confederación de Trabajadores de Panamá (CGTP) denuncio que Martinelli está “tratando de meter otro gol al país”. Genaro López, secretario general del Sindicato Único de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS), llamó a “todos los trabajadores panameños a salir a rechazar esa decisión del gobierno porque eso trae como consecuencia el encarecimiento de los servicios”. (La Prensa, 14/06/2012).

Incluso, Rafael Chavarría, dirigente del Consejo Nacional de Trabajadores Organizados (CONATO), amenazó con convocar a una huelga general

La oposición burguesa pasa a la ofensiva

Mientras los dirigentes sindicales manifestaban su sincera preocupación por la privatización total de la industria eléctrica, los dirigentes de la oposición burguesa vieron una magnifica oportunidad para “pescar en rio revuelto” y asestarle un golpe mortal al proyecto releccionista de Martinelli.

José Isabel Blandón, diputado del Partido Panameñista, lanzó un inusual llamado: “Llegó el momento de movilizarse y que le hagan entender al gobierno que no se aceptará que se vendan activos ni se tomen la Corte Suprema de Justicia a través de la Sala Quinta (…)Ha llegado el momento de reaccionar, de ponerle un freno a la concentración de poder de Martinelli” (La Prensa, 15/06/2012)

La agresiva declaración del diputado José Isabel Blandón se debió a que el día 12 de Junio, el Consejo de Gabinete designó a Lilia Herrera, Anabelle Padilla y al expresidente Arturo Vallarino, como los nuevos magistrados de la Sala V de la Corte Suprema de Justicia.

Rogelio Paredes, diputado del Partido de la Revolución Democrática (PRD), pasó al ataque afirmando que “el Gobierno está vendiendo todo, agotando los ahorros, como un alcohólico que se toma la última gota de licor” (La Estrella, 15/06/2012).

Surge el Frente por la Defensa de la Democracia

Hasta ese momento el malestar de los sindicatos era independiente de las pretensiones de la oposición burguesa, pero estos no desaprovecharon la oportunidad de crear un movimiento social que les ayudase a contener las pretensiones releccionistas de Martinelli. Para lograrlo, debieron convertirse en opositores de la privatización total de la industria eléctrica.

La ofensiva de Martinelli provocó la división en el gobierno. El vicepresidente Juan Carlos Varela, dirigente del Partido Panameñista, llamó públicamente a Martinelli a recapacitar.

El 15 de Junio se constituyó el “Frente por la Defensa de la Democracia” con la asistencia de tres fuerzas políticas: el Partido Panameñista, el Partido de la Revolución Democrática (PRD), y el Partido Popular (PP), más otras fuerzas sindicales y sociales

Forcejeos en la Asamblea Legislativa

Las presiones de la oposición lograron detener el debate del día lunes 18 de Junio. Para el debate del martes 19 de junio, hubo forcejeos dentro y fuera de la Asamblea Legislativa. Los diputados opositores salieron a la calle a unirse a un grupo de manifestantes. La elite política panameña estaba congregada en los alrededores del edificio legislativo. Los agentes de la Unidad de Control de Multitudes dispersaron con gases lacrimógenos  a los manifestantes. En días posteriores fue creciendo la presencia popular.

José Raúl Mulino, ministro de Seguridad Pública, reconoció que el jueves, 21 de junio, "si la Policía no hubiera estado allí, hoy no tuviéramos palacio legislativo (…) No fue el pueblo panameño el que tumbó la cerca, fueron miembros de la honorable cámara de diputados, no fue el pueblo panameño el que agredió a la Policía”. (La Prensa, 21/06/2012)

La movilización le torció el brazo a Martinelli

Como siempre ocurre con los grandes conflictos políticos, la Iglesia Católica intervino como mediadora a través de monseñor José Domingo Ulloa. Al final de las negociaciones, Martinellí, presionado por el bloque de partidos burgueses opositores y por la movilización popular, dobló finalmente el brazo.

Desde el Palacio de las Garzas, Martinelli anuncio que “me he comprometido con monseñor Ulloa de que vamos a someter un proyecto para derogar la ley que creó la Sala V… Esperemos que en ese proyecto los partidos políticos nos comprometamos de aquí en adelante para no crear jamás la Sala V” (La Prensa 20/06/2012)

“Preferí la paz de mi país antes de ejercer las facultades que nos da la ley y la Constitución. Mandaremos ley que deroga la sala V" (La estrella 20/06/2012)

Permanece el peligro de las privatizaciones

La oposición burguesa, con el apoyo de la movilización popular, logró destruir por el momento el proyecto de la Sala V, y las posibilidades de que Martinelli opte por la relección. No hay duda que la oposición burguesa cabalgó sobre la movilización popular para derrotar a Martinelli.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) llama a los trabajadores panameños a no dejarse utilizar por los partidos de la patronal, deben enarbolar sus banderas propias, sobre todo porque en su discurso Martinelli se refirió a la derogación de la Sala V, pero no dijo nada sobre la venta de las acciones de las empresas del sector eléctrico. El peligro permanece, es necesaria la unidad obrera y popular para evitar la venta de las acciones del sector eléctrico.

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