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Por Silvia Pavón

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Hace tiempo que venimos escuchando una estridente campaña del gobierno, con el slogan de “el poder ciudadano”, “un gobierno para el pueblo”. Recientemente, sus activistas corearon en la entrega de los tractores: “sigue Mel”. Después vinieron los viajes a Cuba. Debemos tener bien claro que Mel Zelaya no es comunista, ni revolucionario solo por el hecho de hablar con Fidel Castro, ni antiimperialista por declararse amigo de Chávez, por el contrario es un buen oportunista, pues abraza todas las banderas inimaginables solo con intenciones continuistas.

Hasta el pasado 13 de Marzo en medio de una ceremonia militar de ascensos de mando, el señor presidente Manuel Zelaya Rosales expresó públicamente su afán manifestó de correr para un nuevo mandato presidencial. En una parte de su extenso discurso dijo que “El que le tenga miedo a las consultas populares que deje de ser demócrata y se pase a las imposiciones de la dictadura”, (La Prensa 13/03/09)

Pese a que la actual Constitución de la República, promulgada en 1982, prohíbe la reelección, el presidente Zelaya declaró ante un grupo de periodistas que él sigue adelante con su proyecto de incluir en las próximas elecciones una cuarta urna para consultar al pueblo sobre si está o no de acuerdo con una reforma constitucional.

Ahora si le sobra en sus discursos la palabra “pueblo”. A sus opositores les citó aquella famosa frase de las revoluciones burguesas, de que “la soberanía corresponde al pueblo, del cual emanan todos los poderes”. Mel está en plena campaña política cargada de demagogia: “En Honduras, quien ha tenido el poder, que lamentablemente a través de la historia no se le han regresado los beneficios, son las mayorías y hoy creo que el pueblo está consciente que se necesitan reformas y cambios estructurales en nuestra sociedad”. (Radio América 16-03-09) Honduras es el segundo o tercer país más pobre de América Latina, por lo que la demagogia de Mel Zelaya resulta ofensiva.

Oposición de nacionalistas y liberales

Alfonso Irías Navas, jefe de la bancada del Partido Nacional, ha criticado la idea de la reelección con argumentos de la derecha “no se dejen seducir por los cantos de sirenas y silbidos de pajarito (…) la actitud del presidente Zelaya y la de sus adláteres podría estar motivada por el miedo a la llanura o a que se investiguen sus acciones fraudulentas, pero también puede ser una imitación de la estrategia política que utilizaron Hugo Chávez en Venezuela y Evo Morales en Bolivia para perpetuarse en el poder en esos países”.

Las veleidades de “izquierda” de Mel Zelaya han provocado el odio de los nacionalistas. Existen propuestas de reformas la Ley Electoral para colocar una cuarta urna en las elecciones de noviembre de este año. “Que no sean los tragos ni la droga los que obnubilen a ciertos ciudadanos. Estamos dispuestos a defender la democracia", declaró Roberto Micheletti, presidente del Congreso Nacional (La Prensa 13-03-09)

Juan Ramón Martínez, analista político, expresó que Mel Zelaya "se ha enamorado de la Presidencia y se quiere quedar más tiempo en la titularidad del Gobierno"(El Heraldo 13/03/09). Pero esta es una explicación muy simplista, por que el enamoramiento del poder se debe a los privilegios materiales del poder, y los intereses materiales del grupo social burgués que representa Mel Zelaya.

Ramón Velásquez Nazar, diputado de la Democracia Cristiana (DC), manifestó que la idea de la reelección y de la cuarta urna "es una locura o una noche de pesadillas del presidente".

Rafael Pineda Ponce, ex presidente del Partido Liberal y del Congreso Nacional, le recordó al Presidente Zelaya que en el ideario de ese instituto político está prohibido el continuismo y que la Constitución rechaza la reforma de los artículos pétreos, y además le comparo con el Presidente Tiburcio Carías Andino (1932-1949) por esa intención de continuar el poder fuera de orden constitucional. (El Heraldo 16/03/09)

Vilma Morales, ex presidente de la Corte Suprema de Justicia, advirtió que “Por el momento político que se vive en el país no es conveniente que se esté debatiendo lo pertinente a la cuarta urna, pues Honduras enfrenta problemas importantes que requieren de su atención como la crisis económica”. (La Tribuna 18/03/09)

¿Qué opina el pueblo y sus organizaciones?

Sorprendentemente, mientras todos los dirigentes de los partidos y instituciones de la burguesía manifiestan sus puntos de vista, hay un vacio de opinión terrible en cuanto a este tema por parte de los dirigentes del movimiento popular. ¿Será que van seguir la línea de “mantener al que está”, como dijo Juan Barahona en una declaración? ¿O es que existen compromisos y regalías que obligan a guardar silencio? En cualquier caso no pueden callar ante un tema de semejante importancia. ¿O es que están muy ocupados articulando las planillas apoyando a las candidaturas de elección popular?

Luis Alberto Rubí Avila, Presidente de la Barra de Abogados y miembro de la Asociación de Abogados contra la Corrupción, declaró "creo que un residente tiene el derecho a ser reelegido"(Entrevista por Radio América).

Tomas Andino, diputado suplente del partido Unificación Democrática (UD) ha dicho que "con esta moción se hace una falsa reivindicación del Congreso Nacional porque se pretende hacer que los medios de comunicación, la sociedad, pida disculpas a un órgano del Estado que está abusando del poder que tiene para aprobarse a sí mismo privilegios que no gozan el resto de los hondureños". (La Tribuna 20/03/09)

Matias Funes, analista político, también ha dicho que “No creo que haya condiciones en Honduras para ir a una constituyente con el propósito de propiciar el continuismo, al contrario, esas ideas por sí solas generan reticencias en el pueblo hondureño y no creo que logren tener éxito”, manifestó el analista. “Lo que debiéramos fijar son los parámetros que normen la actuación de los gobernantes en áreas como educación, salud, seguridad, empleo, vivienda y que estas no sean tareas de gobierno sino que de Estado”, (El Heraldo 15/03/09).

Nos oponemos a la cuarta urna

Desde el Movimiento al Socialismo (MAS) de Honduras estamos en total desacuerdo a la propuesta de Mel Zelaya de montar la cuarta urna, como una especia de plebiscito, porque ese tipo de votación no es democrática, no está acompañado del debate en el seno del pueblo, y porque no sirve para salvaguardar a nuestra clase trabajadora del peso de la crisis económica del capitalismo.

Sirve a Mel Zelaya como una plataforma de reelección y de continuismo, que no haría nada bien a nuestra decadente situación. Proponemos a los sindicatos, a todas las organizaciones populares, campesinas y estudiantiles que luchemos por una verdadera Asamblea Constituyente, libre, democrática y soberana, con el objetivo de refundar el Estado en beneficio de la clase obrera. Solo mediante la refundación constitucional habrá espacios de participación política popular verdaderamente amplia y democrática que beneficie al pueblo y fundamente los parámetros para un auténtico cambio social.

Pero antes de convocar a una Asamblea Constituyente se debe reformar profundamente la Ley electoral para permitirles a los trabajadores y el pueblo presentar sus propias candidaturas, organizar sus partidos políticos para que puedan competir, en igualdad de condiciones, con los partidos de la burguesía.

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