Por Maximiliano Fuentes

En el actual gobierno se ha cesanteado a cientos de trabajadores de diversas instituciones y secretarías de Estado. Juan Orlando Hernández inició su gestión como presidente de la República desestructurando un conjunto de Secretarías de Estado; por ejemplo, el Ministerio de Cultura, Artes y Deportes pasó a ser una Dirección dependiendo de una mega secretaría; de la misma manera, la Secretaría de Turismo.

Con esta serie de cambios, el gobierno desarticulaba varias instituciones y reducía de forma cuantiosa sus costos de operación. Esto era coherente con las orientaciones políticas de los organismos internacionales de crédito, al mismo tiempo que introducía por medio de decreto legislativo la ampliación del Impuesto Sobre Ventas (ISV) y una serie de gravámenes que han contribuido a reducir la calidad de vida del pueblo trabajador.

El nuevo gobierno de Honduras descansa en nueve funcionarios que tienen bajo su mando hasta 24 instituciones del Estado, agrupadas en gabinetes sectoriales, entre ellos el propio Juan Orlando Hernández que se reservó para sí la coordinación del sector de Defensa y Seguridad.

Los 15 funcionarios con rango de ministro, perfilan los cuadros con mayor influencia del gobierno, después del mandatario. Entre estas personas hay una mujer que por su influencia no puede pasarse por alto: Hilda Hernández, hermana del mandatario y ministra de Desarrollo Social en el gobierno anterior, hoy Ministra en Comunicaciones y Estrategias.

Esta nueva estructuración del Estado no solo ha reducido la burocracia estatal, sino que también ha permitido concentrar casi de forma absoluta el poder del Estado en las manos de Juan Orlando Hernández y sus hombres de confianza. Esta concentración de poder evidencia el bonapartismo del gobernante y las prácticas de nepotismo al emplear y delegar funciones de Estado a sus familiares.

Pero también, es una expresión clara de la concentración de los distintos negocios que se tejen con el Estado por parte de los sectores que representa Juan Orlando Hernández. Esta dialéctica de enriquecimiento y empobrecimiento ha afectado de forma profunda a los trabajadores del país, quienes hemos soportado vía trancazos los planes de ajuste y miseria del gobierno. Mientras los sectores vinculados a Juan Orlando Hernández han acrecentado de forma cuantiosa sus fortunas.

El derecho al trabajo

De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística (INE), en los últimos años se ha aumentado la Tasa de Desempleo Abierto (TDA), y desde luego, una de las razones son las políticas de despidos masivos del actual gobierno. Sumándose los distintos recortes por menor asignación presupuestaria, crisis económica mundial, débil aparato productivo, escasez de inversiones y algunos problemas ambientales como el fenómeno de calentamiento global.

Sin embargo, al gobierno no le interesa en lo absoluto el problema de desempleo, sino únicamente cumplir a cabalidad con las directrices del Fondo Monetario Internacional (FMI) y demás organismos financieros. León Trotsky manifestaba que en una sociedad de explotados y explotadores el derecho más elemental era el trabajo, sin embargo la crisis estructural del sistema capitalista ha orillado a la miseria extrema y despojado de los derechos fundamentales a miles de trabajadores.

El Estado de Honduras tiene la capacidad instalada y de inversión para mantener bajo sus nóminas a los trabajadores despedidos, quienes son los únicos sacrificados en los procesos de restructuración, dado que los altos funcionarios o sus familiares se mantienen ostentando obscenos salarios.

Llama poderosamente la atención que la ENEE durante la semana pasada entregó dos mil notificaciones de suspensión De acuerdo a las declaraciones de sus funcionarios, la empresa no tiene capacidad financiera para poder mantener a estas personas sobre todo porque no realizan ninguna función productiva. Las mismas políticas han sido implementadas en el SANAA y la casi extinta HONDUTEL.

El descalabro de las empresas estatales se debe en gran medida a su mala administración, al amplio clientelismo de que han sido objeto, y a las intenciones claras de las cúpulas gubernamentales de enriquecerse por medio de la privatización y concesión de contratos. Basta mencionar el caso de las empresas generadoras de energía térmica, quienes mantienen contratos leoninos con el Estado, aun cuando la ENEE por medio de las plantas de energía eólica y la represa Francisco Morazán podían generar la energía requerida a nivel local a un menor costo e impacto ambiental.

Jornada de Movilizaciones para detener los despidos

Durante el gobierno de Juan Orlando Hernández hemos presenciado los más amplios atropellos contra el pueblo trabajador. No solo a nivel de lo económico con la imposición de planes de hambre y de miseria, sino con el despido masivo de trabajadores, y también a nivel de la salud con el saqueo del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) y la reducción del presupuesto de las instituciones encargadas de proporcionar asistencia médica.

Esta embestida neoliberal puede detenerse con la más amplia unidad y por medio de la movilización nacional. Es en ese sentido, que desde el PSOCA hacemos un llamado y un emplazamiento a las centrales obreras, federaciones sindicales, gremios y sindicatos a realizar una jornada de lucha y de movilizaciones a nivel nacional para frenar la contraofensiva de los planes de hambre y miseria de Juan Orlando Hernández.

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