Por Eugenio Barrientos

Después del Golpe de Estado de 2009 se derrumbó en el país el Estado de Derecho, y si este existe, lo es solo para favorecer la clase dominante, a políticos de turno y a las transnacionales.

Las arbitrariedades del ministro de educación, Marlon Escoto

Cuando el gobierno de Porfirio Lobo anunció a Marlon Escoto como sustituto de Alejandro Ventura, la dirigencia del magisterio hizo fiesta creyendo que el nuevo Ministro solucionaría la problemática educativa. No fue extraño que la dirigencia razonara de esa forma, ya que Marlon Escoto, cuando se dio el Golpe de Estado, paralizó la Escuela Nacional de Agricultura; en ese momento el flamante Ministro era rector de la misma y salió a movilizarse con los alumnos en contra del golpe. No pasó mucho tiempo para que el lobo vestido de oveja sacara sus garras. A la primera oportunidad mandó a volar a la dirigencia magisterial aduciendo que los diálogos eran infructíferos, luego inició una arremetida persiguiendo a dirigentes de todos los niveles, tomando decisiones cuyo único objetivo ha sido mantener amedrentado al magisterio. Las ilegalidades y arbitrariedades de Marlon Escoto han tenido el visto bueno del Ejecutivo y del Congreso Nacional, todo encaminado a destruir el gremio. Si se acude ante la Corte Suprema, los resultados no son diferentes, este poder controlado por el Ejecutivo no dictamina en contra de los ilegales comunicados del ministro.

Todo lo hecho hasta ahora por el régimen nacionalista, apoyado por el Partido Liberal y demás comparsas, ha sido con el estribillo de lograr la transformación educativa, tan anhelada por el pueblo hondureño. Pero lo cierto es que nada o muy poco se ha logrado, no hay calidad educativa; a puros comunicados se ha logrado parar la deserción, se ha disminuido la reprobación, se ha elevado el rendimiento escolar a un 70 % como nota mínima de aprobación, se otorga merienda a todos los educandos, etcétera.

Pero todo es eso: puros comunicados. Si se hace un estudio profundo de lo que actualmente sucede en el sistema educativo, encontraremos como resultado que la educación del país está mucho peor que antes.

El último capítulo de Marlon Escoto

El ministro, con el apoyo del Ejecutivo, de los organismos internacionales y del Cardenal Rodríguez, ha desempeñado el papel de un bestial peleador callejero; ha tenido que ver con dirigentes, con directores, con docentes, con padres y madres de familia, con estudiantes, con las autoridades de escuelas bilingües, con la rectora de la Unah y en su último capítulo con el reelecto Rector de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán.

El titular de educación hace unas semanas publicó en el diario oficial La Gaceta el decreto que hace la conversión de las 13 escuelas normales mixtas en centros de educación superior para la formación de docentes de enseñanza del nivel medio y que serán rectoradas por el Instituto Nacional de Investigación y Capacitación Educativa (Inice). El reelecto Rector, David Marín, en alusión al Decreto dijo “Si aquellos que dirigen el sistema educativo entendieran que su condición debe ser bajo liderazgo participativo y no autoritario confrontativo; hay que hacer el uso correcto de la institucionalidad, lo recursos y las normativas legales”, luego agregó “si Escoto no ha hecho bien la evaluación y la capacitación de los docentes, no digamos que vaya a hacer la formación.” LT (02/07/2014).

Por su parte, el Ministro respondió “Se han encontrado los intereses, hemos descubierto que la intención de ellos (UPNFM) es cerrar las escuelas normales y asumir ellos la formación total de docentes…La Secretaría de Educación avanzará hacia la conversión con o sin apoyo de la UPNFM, porque las escuelas normales pertenecen a esa entidad.” LT (02/07/2014).

Hay que señalar que la UPNFM ha sido un bastión importante en toda la política implementada por el régimen actual; sin embargo, en esta ocasión se genera un conflicto de intereses económicos muy enorme, pero lo más evidente, es que no hay ni habrá una transformación educativa ante la aprobación de leyes de forma arbitraria, ilegales y sin consensuarlas con los sectores involucrados, principalmente con el magisterio, quien es el sector destinado a realizar la tan soñada transformación educativa.

Solo un magisterio unido y combativo podrá en contra de Marlon y el régimen.

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