Por Justo Severo Izquierdo

El pasado 15 de septiembre, el pueblo respondió nuevamente a la convocatoria realizada por las distintas organizaciones populares, de marchar en las calles de manera paralela con los desfiles convocados por el oficialismo para denunciar todos los atropellos cometidos por el gobierno de Porfirio Lobo Sosa.

La movilización fue un éxito

Acudieron de manera masiva tanto en la ciudad de Tegucigalpa como en San Pedro Sula, todos los sectores que se han visto fuertemente golpeados por el régimen Lobo-Hernández.

Dentro de las consignas y peticiones de todos los manifestantes sobresalieron: la derogación de leyes que atentan contra la soberanía nacional, entre éstas la de las ciudades modelos; la nueva ley de educación y de INPREMA; las recetas impuestas por los organismos financieros internacionales a través de los denominados paquetes fiscales; la ley de minería; la ley de trabajos temporales que en nada han ayudado a solventar la crisis del desempleo. Además, fueron notables las consignas de lucha por la tierra y el cese de las muertes de campesinos, femicidio, persecución y asesinatos de líderes populares, sin que hasta el momento se haya dado con el paradero de los autores materiales e intelectuales de tan abominables crímenes, el alto costo de la canasta básica, los altos índices de criminalidad, el precio elevado de los carburantes y una serie de conflictos que abaten día a día al pueblo hondureño.

Por otro lado, la movilización fue aprovechada por los activistas del partido LIBRE (Libertad y Refundación) para promover los distintos candidatos para cargos de elección popular y manifestarse de alguna manera sobre la crisis que enfrenta Honduras.  Ante tales circunstancias, LIBRE pretende ser el partido de masas que solvente las necesidades más elementales de los sectores desposeídos y transforme una sociedad con grandes problemas de desigualdad, en una sociedad equitativa y justa.

No desconocemos la enorme capacidad de convocatoria que ejerce el partido LIBRE ante tales coyunturas, pero nos parece que es muy importante señalar el rol que debe jugar la dirigencia, cuando se habla de defender los derechos y conquistas del pueblo en las calles y no desviar esta tarea principal, al simple hecho de promover cada candidatura en estos eventos y desarrollar su plataforma política. Creemos que es conveniente que LIBRE acuerpe todas las luchas del pueblo  en los momentos que más se necesite.

En meses anteriores las distintas organizaciones como los estudiantes de secundaria, los campesinos, el sector magisterial, el sector salud, entre otros, han librado una tremenda lucha con el gobierno de Porfirio Lobo y Juan Orlando Hernández, sin que la dirigencia de LIBRE respalde de manera íntegra las luchas de los compañeros. Las luchas se han desarrollado de manera aislada y sin el apoyo de las bases del Frente Nacional de Resistencia (ahora LIBRE en su gran mayoría) por lo que en su inicio fue un frente que defendía una causa específica: revertir el golpe de estado. Finalmente el frente fue absorbido por el proyecto político de Manuel Zelaya Rosales y sentimos que ha dejado a un lado las grandes luchas de los sectores anteriormente mencionados.

Por un plan de lucha en contra de los planes de miseria de Lobo-Hernández

Desde el 2009 el pueblo hondureño rompe con los tradicionales desfiles del 15 de septiembre y se moviliza paralelamente y en contraposición a la clase política y a los grupos económicos pudientes del país. Es de reconocer el avance del pueblo que aprovecha la fecha para movilizarse y condenar al régimen. Esta fecha debe servir para generar conciencia en la población y dejar de servir de comparsa en el circo que montan los gobiernos de turno.

El Partido Socialista Centroamericano (PSOCA) considera que la movilización del pueblo hondureño el pasado 15 de septiembre fue una enorme lección para el gobierno de Lobo-Hernández y que el terreno se encuentra preparado para desbaratar todos los planes elaborados por los organismos financieros internacionales, siempre y cuando la tarea central de las dirigencias de las organizaciones populares sea la de la movilización permanente en defensa de las conquistas de todos los trabajadores. La plataforma de sindicatos y gremiales deben establecer un plan de lucha que se oponga al régimen Lobo-Hernández.

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