Por Maximiliano Fuentes

Hace algunos meses el Fondo Monetario Internacional (FMI) desaprobaba la política fiscal del gobierno de Porfirio Lobo. En ese sentido, determinaba una serie de orientaciones que debían de ser aplicadas por la actual administración para reducir el gasto público y poder hacerle frente al pago de la deuda. Los compromisos establecidos en la famosa carta de intenciones, no es otra cosa que la política del Estado de Honduras para introducir nuevos impuestos con el objetivo de lograr una mayor recaudación.

En términos económicos, la carta de intenciones es el mecanismo de negociación ampliamente usado por el FMI, mediante el cual se estipula de común acuerdo con el país deudor la evolución de los principales agregados macroeconómicos, con especial referencia al saldo en la Balanza de Pagos. En la práctica la carta representa formalmente los términos del acuerdo alcanzado con el Fondo, pues estipula las metas a cumplir.

Sin embargo, esto a veces va acompañado de fuertes exigencias en términos de Política Monetaria que por lo general provocan alto desempleo y desentendimiento en el cumplimiento de las demandas sociales. En términos políticos, la carta de intenciones es el condicionamiento de los organismos imperiales para asegurar a través de una serie de trancazos al pueblo trabajador el pago de los intereses de la deuda.

Preparan el séptimo paquetazo fiscal

De todo el pueblo hondureño es reconocida y ampliamente sentida la política económica del gobierno de Porfirio Lobo, quien a lo largo de su administración ha asestado duros golpes a las grandes conquistas de los trabajadores, reducido y recortado el presupuesto en distintas áreas sociales, introducido nuevos impuestos como el de la tasa de seguridad y otros.

Pues para la actual coyuntura, no bastándole la aprobación de distintas leyes y decretos que controlan y reducen el gasto público, para esta ocasión se alista un nuevo proyecto de ley que tendrá como finalidad la aplicación de varios cobros en distintas áreas de la producción, a saber: los combustibles, tarifas de energía eléctrica y la eliminación de las exoneraciones de las empresas periodísticas.

Contradicciones entre los empresarios y el gobierno

Resulta evidente la oposición de algunos sectores empresariales en la aplicación de medidas fiscales que afecten de forma directa sus negocios, considerando que se han visto ampliamente favorecidas por exoneraciones y el no pago de impuestos.

En ese sentido, “la designada presidencial y ministra de la Presidencia, María Antonieta Guillén, afirmó este sábado que el gobierno no tiene contemplado enviar al Congreso Nacional un nuevo paquete de ajuste fiscal, sino que lo que se comenzará a consensuar con los diferentes sectores, es una revisión de las exoneraciones y franquicias que ha otorgado el Estado (…) Afirmó que el gobierno no tiene contemplada una nueva reforma fiscal. “No estamos pensando, por lo menos dentro de lo que hemos discutido en el gabinete económico, en ningún momento se está contemplado eso, si vamos a buscar cómo captar más recursos por distintas vías y lo que si se va hacer, incluso, tenemos ya invitados los primeros sectores para discutir, es la revisión del tema de los incentivos, dispensas y las franquicias….” (proceso.hn/2012/07/28)

 Esta actitud no es novedosa, en diversas ocasiones la burguesía y sus representantes se ha opuesto a las pretensiones del gobierno de afectar sus jugosas ganancias. “El proyecto de Ley de Racionalización de Exoneraciones Fiscales y Control del Gasto Público que se introdujo en el Congreso hondureño por parte del Poder Ejecutivo a través de la secretaría de Finanzas, ha provocado diversas reacciones y dudas entre los parlamentarios hondureños y la empresa privada. Representantes de algunos partidos emergentes en el Congreso Nacional son del criterio que las dificultades económicas de Honduras obligan al gobierno a revisar el esquema de los subsidios, mismos que se han prestado a los abusos.” (proceso.hn/2012/05/11)

Paro cívico nacional para frenar los planes de ajuste y de miseria del actual gobierno

Para frenar las pretensiones del gobierno de Porfirio Lobo se requiere de la más amplia unidad, y de que los distintos gremios y sindicatos, así como el Frente Nacional de Resistencia salgan de su letargo y planifiquen una jornada de lucha y de movilizaciones para frenar los duros golpes del gobierno contra el empobrecido pueblo de Honduras.

Hemeroteca

Archivo